Queens (Mary Jane)

48

--¡DIOS SANTO FLASH!-chille. El río.--¿Por qué lo invitaste?

--Me cae bien tu papá, y a él le gusta el fútbol, y estoy seguro que vamos a ganar ese juego.

--¿Y por eso tenias que invitarlo? Mierda Flash, ¿Sabes acaso lo incómodo que es?

--Lo siento, cielo, solo pensé que querrías algo de compañía...

Sus ojitos de cachorro me hicieron temblar las rodillas, no podía estar enojada con el, cuando tenía razón. Ahora prácticamente me la pasaba sola, la mayoría de las clases las compartía con Gwen, y ella ya no estaba.

--Esta bien, pero la próxima, lo consultas conmigo ¿ok?-dije.

--Si, oye, ¿Comemos algo hoy? Vamos...

Sonreí.

--Si, vamos.-dije.

El padre de Flash le había comprado un auto nuevo por todos los juegos que tenía ganados, y era lindo ese detalle, pensándolo bien, nunca había conocido al papa de Flash, y por los rumores de muchos, era un animal.

Muchos culpan al papa de Flash por su temperamento explosivo, hasta dicen que el abusa de el de manera verbal, y por eso él se burla de los demás.

Tome su mano mientras caminábamos al lindo auto modelo 2010 de color rojo que nos esperaba en el estacionamiento.

Subimos a él, y fuimos a un restaurante café que estaba a unas calles, se veía tan guapo con su chaqueta de jugador, que no podía dejar de abrazarlo.

--Oye... Quería preguntarte algo.--Su mano bajaba y subía por mi brazo, hasta mi hombro, me acercaba más a él para quitarme el frío.

--Si..-dije mirándolo a los ojos.

--Sabes que la otra semana, es el baile de fin de año, y... Quiero que vayas conmigo.

--Si, claro.

Y no podía parar de sonreír toda la noche, él era tan bobo que eso lo hacía divertido.

Llegaron otros compañeros suyos del equipo y lo saludaron y me presento a varios que eran de último año, y no paraban de hablar de fútbol.

Cuando salimos, la chaqueta de Flash me llegaba un poco más arriba de las rodillas, y era bastante caliente.

Me cargo, sentándome en la parte delantera de su auto, quedándose dentro del hueco de mis piernas.

Beso mis labios aferrándose a mi cintura y jale su cabello conforme nos besábamos. Cuando nos separamos, sus amigos reían mirándonos.

Metí mi cabeza en el pecho de Flash apenada.

Mire su pequeña sonrisa, y sus ojos azules.

--Sabes que tus ojos me recuerdan al mar.-dije, dejo de mirar a sus amigos para prestarme completa atención. Y sus mejillas se coloraron un poco.

--¿Al mar?

--Si, el color, sus rasgos, todo.

Tomo mi rostro con delicadeza, y se quedó mirándome.

--Los tuyos también me recuerdan al mar, bueno, no al mar, si no a la playa.

--¿A las playas?-pregunté riendo.

--Si, son como agua verde con olas que se chocan contra la arena, y pequeñas rocas marrones oscuras. Tu ojos son hermosos ¿Sabías?

Trate de que no me viera sonrojarme y ponerme como tomate y trate de esconder mi rostro de nuevo, pero él lo busco con el suyo, y unió nuestros labios.

--¡Hey!-gritaron, nos separamos y pude ver a un hombre acercarse enojado a nosotros.

Tenía como cuarenta años, o tal vez más, y se veía furioso.

--Con que aquí estás.-dijo jalando a Flash.--Pierdes un juego y en vez de estar practicando como loco para ganar el próximo estás aquí con una de tus zorras.

Mi ceño se frunció.

--Oiga pero que...

--¡No vuelvas a llamar así a mi novia!-le gritó Flash enojado.

El hombre lo tomo de la camiseta y lo empujo contra un auto.

--¿Tú novia eh? ¿Con eso haz estado perdiendo el tiempo? ¿Con una chica?-se burlaba el hombre.

Mire a los compañeros del equipo de Flash, que solo miraban sin poder hacer nada, como si eso fuera común, como si no fuera la primera vez.

--Las mujeres son una pérdida de tiempo, así que vamos a entrenar ahora mismo.-le gritó, me baje del auto acercándome.

--Estoy cansado papa.-dijo.

--¿Papa?-susurre, Flash me miró con suplica.

--No me interesa vamos.-y comenzó a jalarlo hacia el auto.

--¡Oiga! ¡Pare!-grite tratando de quitarle sus manos de encima de Flash, pero el hombre me empujó casi haciéndome caer hacia atrás.

¿Pero qué le pasa?