--¿De qué querías hablar M.J?-preguntó Peter entrando por mi ventana.
Me saque los audífonos y lo mire.
--Ya no me acuerdo.
--¿Qué?-dijo, reí por su cara.
--No es verdad, siéntate.-dije, él se sentó a mi lado en la cama.--¿Sabes qué pasó con Spiderman? O sea... Haz hablado con el ¿De mi?
--¿De ti?-preguntó levantando una ceja.--¿Te gusta?
--No, tonto, solo pregunto por la entrevista que nunca le hice, si haz hablado con él para volver a verlo.
--Ah... No, hace mucho no lo veo.
--¿Sabes dónde está? Necesito el trabajo Peter.
--Lo sé tonta, pero no sé dónde está, solo desapareció.
--La ciudad esta entrando en caos sin el.-dije. El asintió, y quedamos en silencio unos minutos.--¿Cómo haz estado Peter?
Sus manos se unieron sobre su regazo, nerviosas.
--Bien, creo.-dijo.--¿Y tú?
--Bien... ¿cómo lo sobrellevas?-pregunté lentamente, esperando no pelearnos de nuevo.
--Ya e estado más calmado.-dijo. Asentí.
--¿Sigues pensando que es tu culpa?--pregunté.
--No, solo pienso en él por qué.
Apoye mi cabeza en su hombro.
--Pensar eso es inútil.-dije.--Gastaras toda tu vida en eso y nunca lo responderás.
--Lo sé... ¿Y tú como lo llevas?
--Algo mal, es difícil no tener a nadie más, Harry se fue, tú ya no me quieres...
--¿Cómo que no te quiero? Te adoro Mary Jane.
Reí.
--Sabes que no es así.-dije.
--Te quiero M.J, solo que soy una cagada con las amistades y en el amor y por eso tengo tantos problemas.
-No te preocupes tonto.-dije acariciando su brazo.--Te creo.
--Bueno, sigue.
--Ah... Solo es que ya no tengo lo que tenía con Gwen, nada es igual, Liz trata de ser mi amiga y..
--Un momento ¿Liz?-preguntó Peter.
--Liz la rubia, Liz Allan.
--Ah si, ella.
--Bueno, ella trata de ser mi amiga pero sé que es con algo de lastima y eso no me gusta.-dije.--Me hace sentir mal.
--Lo sé.-suspiro.--A veces solo la veo en los lugares que visitamos juntos, y es doloroso por qué parece real.
--Yo a veces e tratado de llamarla para contarle algo.-dije.
--Yo los primeros días, escuchaba sus mensajes de voz una y otra vez solo para escucharla de nuevo.--Sus ojos estaban vidriosos.
Pero para sanar una herida, hay que tocarla.
--Solo siento que me faltaron demasiadas cosas por decir.
--¿Y por qué no las dices?-pregunté.
--¿Cómo?-preguntó.
Me levante y le tendí mi mano, también se levanto y la tomo y lo jale fuera por la ventana, y comenzamos a subir y a subir por las escaleras de emergencia, hasta llegar a la azotea. Lo obligue a cruzar hacia el otro edificio por qué estaba muy junto.
Aún que el parecía más asustado por mi, que por el. Después cruzamos al otro y me senté en el borde.
--¿Estás demente? Podrías caerte.
--No, vamos, siéntate.-se sentó a mi lado.--Háblale.-dije.
--¿Qué?-preguntó.
--Háblale. Ella está ahí, arriba.-dije señalando al cielo. Él se quedó mirando un largo rato.
--Hola...-reí.--Me siento ridiculo M.J-susurro.
--Vamos, no tiene que ser solo hablar. Puedes gritar, reír, lo que quieras.-dije.
Se volvió a quedar callado.
--Entonces lo haré yo...-suspiré.--Gwen...
Desperté a causa de unos murmuros, que después se convirtieron en llanto.
Me levante y me asomé un poco por la ventana, para ver a Peter sentado sobre el borde de la suya mirando la luna.
--Y sé que parezco un idiota aquí sentado hablándole a la nada, pero M.J tenía razón, esto es bueno, es como hablar contigo... Aún que tú ya no estés. Te extraño mucho...
Se veía tan roto.
--Se que fue mi culpa, espero que me perdones por favor, Gwen, no hay nadie que sufra más que yo tu pérdida, es como si todos nuestros planes se hubieran ido a la mierda. La universidad, la familia que a veces soñábamos con formar.... Todo de repente era polvo que se esparcía, ya nada tenía sentido.
Suspiro, y decidí irme a la cama, era un momento íntimo de el, no era justo que yo escuchara su conversación.
--Y mi tía me dice que yo volveré a amar, que no me preocupe, pero, lo dudo mucho, nadie es como tú.