--Harry...-susurre cuando llegue a su lado. Tranco el teléfono y lo guardo en su bolsillo, quito sus lágrimas.--¿Qué pasó?
--Ven, no quiero que todos nos vean.-dijo jalándome hacia la sala, y cerró la puerta detrás de nosotros. Mire su cara llena de tristeza.--M.J no sé cómo decirte esto....
Tome sus manos al ver que comenzaron a temblarle.
--Gwen, ella murió.
--¿Qué?-pregunté, con miedo en mi voz.
--No sé que coño paso o sea Peter y ella estaban en la feria y de repente apareció el duende verde y... Mierda la tomo de rehén y el solo la dejo caer de un edificio....
No podía cerrar la boca, y las lagrimas me arrancaban el maquillaje conforme bajaban.
--Spiderman trato de salvarla pero... No llego a tiempo, ella murió con el impacto...
Su nariz moqueaba mientras trataba de hablar y no romperse a llorar, mientras que a mí, parecía que mi garganta quería explotar. Tenía tantos sentimientos dentro de mi.
Gwen era mi mejor amiga, ¿Cómo se vive sin tu mejor amigo?
Y en ese momento, me di cuenta de que no me parecía tan malo distanciarme de mi amigo, con tal de que estuviera vivo.
Mis manos jalaban mi cabello mientras dejaba salir sollozos de mi boca que parecían que estuvieran matando un gato.
--¿Por qué? ¡¿POR QUÉ?!-gritaba a todo pulmón, mientras que Harry me abrazaba fuerte y me llenaba la espalda de lágrimas.--Gwen no.... Gwen no...
No pude dejar de llorar toda la noche, ni pegar un ojo, era como si hubiera luchado toda la noche para que no me arrancarán el corazón del pecho, pero así se sentía, como si lo hicieran.
¿Por qué había muerto de esa manera tan violenta y repentina? ¿Qué culpa tenía ella?
Comencé a llorar de nuevo y me fui al baño para bañarme, ya Harry les había dicho a sus familiares lo que pasó, y nos regresaríamos a New York casi corriendo.
Tome mi ropa y me cambie; me hice una cola alta, deje las maletas listas y baje, la gente me miraba con lastima, y me saludaban tristes.
No sabía la cara que tenía, pero sabía que era horrible, se notaría que no había dormido, que estaba cansada y que además, estaba rota por dentro.
Pero es que mierda... ¿Por qué Gwen?
Pare en el pasillo y me apoye a la pared para no derrumbarme de nuevo, tenía que seguir, en solo unas horas estaría de nuevo en la ciudad y sabría qué pasó exactamente.
Entre al comedor, y dejaron de sonar los cubiertos, para mirarme, se voltearon para disimular y me fui a paso lento donde estaba Harry. Me senté a su lado, y acaricio el dorso de mi mano, lo mire a los ojos.
El también tenía cara de cansado, con ojeras y el brillo que estaba en sus mejillas delataba que había pasado la noche llorando también.
Comenzamos a desayunar, pero no tenía mucha hambre, todo me sabía igual, a nada.
Después de despedirnos de toda la familia, que trataban de ser breves por qué sabían que teníamos que irnos, tomamos el avión de regreso a casa.
Qué ya no era tan casa.
Cuando llegue a mi casa, abrí la puerta.
--Llegó.-dijo mi tía al verme y lanzó la revista al otro sofá, me miraba con la misma lastima que todos lo habían echo.
--Hija.-dijo mi mama saliendo de la cocina, y no pude más por qué la abrace fuerte y comencé a llorar.--No llores más ... Ella está en un lugar mejor.
--¿Qué fue lo que pasó?-pregunté echa nada, quitándome todo lo que tenía.
--El duende verde la asesino.-dijo con un hilo de voz.
--Yo... Tengo que ver a Peter.-dije, comenzando a caminar fuera de casa dispuesta a encontrarme con Peter y que me dijera más que eso, quería saber su versión.
--El no está cariño.-dijo mi tía, me volteé hacia las dos mujeres tristes.--Ni el, ni May, se han ido con la señora Stacy para darle apoyo.
--Pues yo también me iré a casa de Gwen.-dije decidida tomando mi bolso.--Nos vemos ahora.
Apenas eran las 3 de la tarde, no había almorzado, y tampoco quería, solo quería ver a alguien conocido. Me subí al metro, que me dejó a unas calles del edificio donde vivía Gwen.
Se escucha tan horrible.... Vivía.
Toque el timbre varias veces, hasta que abrieron la puerta.