Mis ojos se llenaron de lágrimas, mientras levemente trataba de calmarme y no sollozar para que Peter no me escuchara.
¿Qué había pasado?
Cuando destape mi boca por fin, quise decir algo más, pero los ojos de Peter me atrajeron como dos imanes, y no pude más que mirarlos. Tan preciosos.
--Me voy...-susurre, tratando de darme la vuelta para marcharme, pero él seguía ahí, estancado en mi, con sus manos tomando mis muñecas, y nuestras respiraciones tan cerca que podíamos sentir la calidez de nuestro aliento.
Apreté mis labios al ver que Peter los miro por un segundo, no iba a hacerle eso a mi mejor amiga, tampoco a mi novio, y tampoco iba a dañar mi amistad con Peter.
Su agarre desapareció, y se dio la vuelta para salir de la habitación dando un portazo.
Soy una maldita... En serio, eso soy. Peter me confundía, sus miradas; sus agarres, todo de él me confundía.
Él era jodidamente guapo y tierno, y yo era una idiota que no podría mantener una relación seria con el.
Admito que yo anhelaba tener algo como lo que tenían hace unos meses atrás Gwen y Peter, pero yo sabía en el fondo de mi ser, que yo no servía para eso, no sirvo.
No se lo que quiero, soy una estupida indecisa, pero hay algo que si se, no soy una zorra, que le quita el novio a las amigas.
Al día siguiente ni siquiera pude mirar a la cara a Peter, me sentía tan mal, jamás me había sentido así, al llegar al autobús, lo primero que hice fue buscar a Gwen, pero estaba sentada con Liz, y Jessica también estaba acompañada, no me quedo más que sentarme en piernas de Flash que no paraba de hablar con sus amigos del juego de anoche.
Peter solo escuchaba música, y yo me aferraba a las rodillas de Flash con mis uñas para no caerme.
Las grandes manos de Flash se deslizaron por mi cintura, y me jalaron para pegarme a su torso y abrazarme fuerte.
Me sentía incómoda, por qué sus amigos nos miraban con una sonrisa extraña, mientras que otros en el autobús susurraban "zorra", ¿Zorra? ¿En serio? Es mi novio.
Volví a la realidad al sentir como Flash hablaba a mi oído.
--¿Qué?-dije, separándome para mirarlo frente a frente.
--Que te quiero sorda.-dijo; jalándome, de nuevo hacia el para quedar como antes, sonreí.
Por qué es que cada vez que Flash decía te quiero, mi pecho se inflaba, y era como si nada tuviera importancia y mi mente quedará en blanco, y solo viera lo bonito de la vida.
Soy una cursi. Pero de verdad Flash se había vuelto parte especial de mi vida. Sé que le prometí a Gwen no enamorarme de él, que era un completo payaso inútil, pero fue una promesa que sin cuenta rompí.
--Nunca me hagas daño Flash.-le susurré, viendo cómo jugaba con nuestras manos.
Lo sentí sonreír contra mi cuello. Y sus dedos acariciaron los míos.
--Jamás M.J, jamás.-dijo.
Entrelace nuestros dedos y los puse sobre mi barriga, cerré los ojos.
--Peter desgraciado.-susurro Harry, cuando me senté a su lado a la hora del almuerzo, justo en la misma mesa donde había ocurrido lo del buitre.
--¿Qué pasó?
--Se le olvidó el trabajo de ciencias, lo quiero matar, no sé que tanto hace que todo se le olvida.
Mordí mi labio al recordar esa noche, cuando solo escuchaba sollozos en su ventana.
Gwen llegó con su bandeja, y mire a Harry, con esa típica mirada que dice "Ni una palabra más", asintió.
--¿Oigan y Liz?-preguntó Harry sacando otro tema.
--Ni idea, hace días que se pierde el almuerzo.-dije.
--Se parece a Peter en eso.-susurro Gwen, y Harry yo nos miramos sin saber que más decir.
Escuche un escándalo, y todos nos volteamos a ver a la mesa de los típicos populares, donde estaba el equipo de fútbol, las animadoras, y otros.
Entre ellos, Flash, que daba gritos emocionado, se levanto y se fue con su grupo de gorilas al patio.
--¿A dónde va?
--De seguro a molestar a alguien.-susurro Harry.
Y bueno si, Flash de seguro iría a molestar a un nerd o algo así.
--Quiero algo de aire, ¿Salimos?-dijo Gwen, asentimos, y tomamos nuestras bandejas para salir a las mesas de afuera y ver todo el espectáculo.
Cuando de repente, una de esas chicas rubia de rizos, lanzaba un refresco rojo a otra chica.
Mi sangre hirvió, al ver que era Jessica, y me levante casi corriendo.