Era lo más difícil que había hecho en mi vida, decirle a Peter en todo este corto tiempo que teníamos lo que había pasado en estos últimos dos años. El no dejaba de mirarme a los ojos esperando alguna respuesta, y yo, tenía miedo a perderlo. A que se asustara y huyera.
A encontrarme sin el de nuevo. Lo abracé sin pensarlo aún en la banca, sintiendo el latido de su corazon Justo en mi oreja, arrullándome. Sus brazos me envolvieron para mantenerme más cerca aún, besando mi mejilla varías veces.
Cuando por fin después de un largo tiempo nos separamos, limpie mis lágrimas, aún sin separar nuestros ojos.
—Peter han pasado muchas cosas...-dije.—pero empecemos por la mas grande, ya de ahí en adelante todo será más fácil...
Me miro confundido pero aún así tomó mis manos con cariño, quería escucharme.
—Cuando desapareciste... comencé a sentirme mal, y bueno fui a doctor y me dijo que tenía apenas unas semanas de embarazo...
Sus ojos se abrieron por el asombro.
—Peter tenemos una hija...
—¿Una hija?-pregunto.—¿Y cuantos años tiene?-dijo ya cuando tuvimos que subir al autobús que nos llevaría donde May.
—Tiene un año y cinco meses... se llama Mayday...
No aguanto sus lágrimas, tapándose el rostro, negaba con la cabeza, se notaba muy afectado por todo lo que estaba diciendo. Jamás lo había visto llorar así... sus lágrimas formaban una cascada.
—¿Y... y donde esta?-pudo apenas decir.
—tuve que dejarla con May...-dije poniendo mi mano en su espalda para acariciar la intentando que se calmara.
—¿Como haz podido Solá todo este tiempo M.J?-pregunto con un hilo de voz.
—No estuve sola, May y mi familia nos ayudaron muchísimo... conseguí un trabajo donde me pagan lo Justo y bueno... digamos que estábamos bien.
—¿Digamos?-por fin alzó la vista para mirarme de nuevo, verlo así de roto solo le provoco angustia muy dentro de mi.
—Nos faltabas tú Peter...-susurre, poniendo la palma de mi mano en su mejilla, para limpiar algunas lágrimas, el la tomó y dejó varios besos en ella.—Pero ahora estás aquí... y ya todo va a estar bien...
Tuvimos que pararnos unos segundos frente al edificio por que Peter se había quedado viéndolo, la luz estaba encendida aún, era tarde, eso quería decir que May estaba despierta.
—¿Que pasa?-pregunte al ver que no se movía.
—¿Y si le asusto?-pregunto, y entendía que estaba hablando de nuestra hija.—Y si...
—Ella va amarte... le he mostrado fotos de fi... te conoce...-dije, pero el puso sus manos en su cadera, analizando la situación antes de dejar salir un suspiro. Debíamos subir ya.
May al verlo salto abrazarlo con fuerza, lo cual me hizo sonreír, estaba fan feliz de verlo de regreso.
—Sabía que todo iba a salir bien... ¡lo sabía!-repetia para si misma.—¡Mi Peter!
—¿Donde está La Niña?-pregunto con un susurro de voz, haciendo alegrar más, estaba ansioso por verla, a nuestra hija. Y era como tener un sueño cumplido.
—Está durmiendo en tu cama Peter... se acaba de dormir estaba muy nerviosa... no paraba de llorar.
—¿Quieres que la traiga?-pregunte poniendo mi mano en su hombro.—Puedo despertarla, no sería la gran cosa...
El apenas me miró, pensando, hasta que negó con la cabeza.
—Déjame verla...
May se quitó dls camino, para vernos mientras lo guiaba a su cuarta donde estaba Mayday, la puerta estaba abierta, para escuchar si La Niña se despertaba y lloraba, la abrí poco a poco para no hacer ruido, estaba solo con su body que cubría su cuerpo, acostada de medio lado y el chupón en su boca.
Me quede a un lado para que Peter pudiera verla mejor, si cabello rojo estaba hecho un desastre y dormía como un pequeño monito.
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