A la mañana siguiente, amanecí con la cara un poco hinchada, es que lo admito, había llorado un poco.
Una sonrisa apareció en mi rostro cuando en la esquina arriba de la ventana, había una telaraña, que había dejado Peter para mi. "Te amo". Pude leer.
Pero el no estaba a mi lado en la cama esa mañana.
Después de arreglarme y salir a hablar con Harry y Liz que veían los Simpson abrazos en el sofa, con Normie y su Pikachu. Mi teléfono vibro en mi trasero, lo saque para encontrarme un mensaje de Peter. Más bien, una foto.
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Reí un poco y le mande varios corazones. Pero una loca idea se me vino a la mente.
—Ya vengo chicos...-dije levantándome a toda velocidad para irme al cuarto.
—Va a cagar Liz no te preocupes...-escuché susurrar a Harry.
Quise no darle importancia por que todos sabemos que nadie le gana a Harry Osborn. Y después de unos minutos salí, y revisé de nuevo el chat.
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Le había enviado esa foto a Peter. Que me respondió después de unos minutos con unas caritas sonrojadas y de que intentara llegar temprano a casa. Eso me alegro.
No por el hecho de que llegara temprano, si no por que... lo estaba haciendo por mi, para pasar tiempo conmigo.
Almorzamos en la sala ese día varías pizzas y refrescos mientras veíamos los Simpson's, es que la verdad no queríamos movernos ese día para nada, Harry había bebido mucho Whisky ayer y Liz estaba súper cansada.
—Bart esta loco para la mierda.-dije riéndome.
—Normie va a ser así.-susurró Harry y Liz y yo lo miramos asustadas.—¿Que?
Reímos por que a veces Harry no piensa en que decir. Le escribi a Ennio a ver si todo estaba bien, y también a Dex, a ver si ya tenían algo nuevo, lo sé, soy chismosa, pero Ennio en parte tiene razón, es mi carrera.
El resto de mi vida.
Ya casi era media noche, y Peter no había llegado.
Me prometí no llorar por que ya no quería ser más niña, mientras estaba en el sofá AÚN, viendo los Simpson's, me había bañado y puesto una linda pijama y admito que me arregle un poco. Esperaba a Peter, e intentaba no deprimirme por que, dijo que llegaría temprano y no era así.
—Oye... oye... despierta.-escuchaba una voz y me movía levemente.
—Peter...-susurre. Pero cuando abrí los ojos era Harry con una taza de chocolate.
—Un poco más guapo.-dijo riendo.—¿Que haces aquí?-preguntó sentándose a mi lado.
—Me quede dormida.
Se quedó mirándome por unos segundos, esperando que siguiera hablando, por que el sabía que había algo más.
—Esperaba a Peter; es que a veces sale tarde y lo entiendo, no soy muy buena en la ciencia y esas cosas pero a él le encanta y eso es lo importante y yo debo...
—¿Por que me das tantas explicaciones?-preguntó seriamente.
—Ah, ah yo...-susurre.—No lo sé.
—Yo creo qué tal vez no son para mi...-dijo, y lo mire confundida.—Tal vez son para ti.
—¿A que te refieres?-pregunte.
—Te explicas a ti misma por que sabes... que no entiendes que está pasando. Es como si tu sola te consolaras. Mira, voy a quedarme aquí contigo a esperarlo, ¿pero solo un rato eh?
—Está bien.-dije fingiendo una sonrisa.
—¿De verdad todo está bien M.J?-preguntó.
Comencé a llorar como niña chiquita. Ay Harry te odio.
—Yo creo que si, pero siento que no.-dije quitándome las lágrimas negras por el rímel que me había puesto.—Yo amo a Peter...
—¿Pero?
—No hay peros en eso.-dije más sería y decidida.—Yo amo a Peter. Lo amo, no sería nada sin el...
—¿En serio?-dijo Harry. Parecía molesto.—¿Como vas a sentirte así? ¿Como si no fueras nada?
—No lo se, y se que es mi culpa, no de él. A veces solo me siento como si... ya no fuera la M.J de antes...
—Y no lo eres, al igual que yo no soy el Harry de antes y Peter no es el Peter de antes. Oye Mary Jane, Han pasado casi 4 años desde que nos graduamos de la escuela, obviamente hemos cambiado... tu tienes que aprender a lamerte las heridas sola... y seguir adelante.
Limpie mis mocos que se escurrían.
—Harry es que estoy en mis días perdóname.-dije riéndome.—Me pongo medio dramática.
—Todo bien. Solo recuerda esto, lo aprendí años atrás en la escuela... a veces, el mejor lugar no es a un lado de quien más amamos, si no, junto a quien más nos ama...
Tomó mi hombro y me miro a los ojos.
—Así que piensa bien las cosas M.J, piensa en tu felicidad, felicidad real ante todo...
