Cuando ya estuve lista, apure a mi madre que parecía nunca querer salir de su habitación.
--Vamos mama.-dije.--Pareces una niña miedosa.
Salió, y me quede boca abierta.
--Mama...
--Tu tía me dijo, que al restaurante que íbamos... Era elegante.-dijo nerviosa.
--No tengo idea.-dije.--Ya nos están esperando, vamos.
Me sentía fea a un lado de mi mama, jamás la había visto tan arreglada en mi vida, subimos al gran auto negro que nos esperaba en la entrada del edificio.
Y Harry y su papá tenían la boca un poco abierta.
--Hola.-dije, Harry se fijó en mí y sonrió.--¿Por qué miras a mi mama así?-pregunté en su oído.
--¿En serio es tu mamá?
--No, vale, es mi hermana, por qué sabes que mi hermana es la que me da permiso, pendejo del coño, claro que es mi mama.-dije.
--Pues tú mama es hermosa.
Y pude notar que el papa de Harry opinaba lo mismo, por qué no dejaba de mirarla.
Cuando llegamos al restaurante aún así las miradas no paraban, me senté a un lado de Harry.
--¿Cómo te fue hoy con el hombre araña?-me preguntó.
--Bien, me llevo de paseo, pero tuvo que irse.
--Que mal.
--¿Qué pasó con el hombre araña?-preguntó mi mama poniendo interés en nuestra conversación por qué desde ahora ella y el señor Osborn nos habían ignorado por estar hablando entre ellos.
--Hoy estuve con él.
--¿Cómo?-dijo mi mama alarmada.
--Si, iba a hacerle una entrevista pero tuvo que irse.
--¿Una entrevista de que?-preguntó, ahora sí al borde de un colapso.
--Una entrevista para el periódico escolar...-menti.
No quería decirle a mi madre que quería buscar un trabajo, se lo tomaría mal, y tampoco quería hacerlo frente al señor Osborn.
--Ese Spiderman... Es muy curioso ¿no?-dijo el papa de Harry, tratando de quitar la tensión que había quedado.
--¿Curioso?-pregunté.
Llego una mujer y pedimos la comida.
--Si, Harry es fan de él, pero a mí... Me causa cierta curiosidad.
Mire al señor Osborn por largo rato, con los ojos entrecerrados, no entendía que quería decir con eso de "curioso".
--A mí me agrada.-fue lo último que dije.
--A mí también.-dijo mi madre.--Es divertido ver como cada día aparecen personas con poderes especiales.
--Oh, yo claramente no llamaría a lanzar telarañas un "poder".-siguió el hombre.--Pero si, es algo inusual.
Trate de no sacar mas el tema, y pateaba disimuladamente a Harry debajo de la mesa para que hablara sobre Atlanta.
Cuando lo hizo, lo tome de la mano, y lo jale a la pista de baile para dejarlos hablando solos.
--¿Crees que si me deje?
--Creo que si mi papa se lo pide... Ella acepta.
Asentí, y me tomo de la cintura para bailar la suave música que estaba en el lugar, enrede mis brazos alrededor de su cuello, y apoye mi cabeza en su pecho.
--Hueles bien...-susurre.
El sonrió.
Harry era adorable, pero no lo veía como algo más que un amigo.
Después de comer, nuestros padres fueron a bailar dejándonos solos en la mesa.
--Se llevan extrañamente bien.-susurre a Harry, viendo como mi mama reía como algo que había dicho el señor Osborn.
--Si.
--¿Crees que se gusten?
Harry dio un largo suspiro.
--Mi padre no tiene corazón M.J, no quiero que una de ustedes salga lastimada.
¿Se refería Harry que su papá no tenía corazón para algo romántico? ¿O no tenía corazón para todo?
Después de unos minutos regresaron, más sonrientes que antes.
--¿Y...?-le dije a mi mama.
--Oh, sí, Norman y yo...
¿Cómo que Norman?
--Ya hablamos y si, puedes irte con ellos a Atlanta.
--¡Si!-exclamamos Harry y yo al mismo tiempo, y chocamos las manos.
--Te lo dije, no había de qué preocuparse.-dijo Harry.
--Iré al baño, ahora regreso.-dijo el señor Osborn, y se marcho. Mire a mi madre sonriente, y seguí hablando con Harry.
Y de la nada volvió a llegar ese hombre con el traje verde, sobre la tabla, ¿POR QUÉ SIEMPRE DONDE YO ESTOY?
Quise chillar, pero tome a mi madre de su vestido azul, y la jale para quedar las dos debajo de la mesa.
--¿Qué pasa?-preguntó Harry, que no se había dado cuenta, lo tome de su saco y lo jale dentro también.
--Ese hombre siempre arruina todo.-chille enojada.--Es insoportable.