--¿Te pones conmigo?-preguntó Peter.
--Si...-susurre sin mirar a la pizarra.--Pero no lo olvides ¿Eh?
--No lo olvidaré.-dijo. Movió su asiento más cerca de mi, y miro a todos lados sigiloso.--Necesito hablar contigo...
--Dime...-susurre.
--Pues, sabes que la otra semana Gwen y yo cumplimos 14 meses juntos.
--Ajam...
No lo sabia en realidad.
--Y no sé que regalarle.-dijo.
--Le preguntaste a la que menos sabe de todo eso Peter, jamás e llegado ni al año de relación. En realidad no e llegado ni a tres meses.
--Que mal...
--¡JESSICA!-chille, y de las primeras filas se asomó la chica de lentes.--Ven acá...
Se acercó lentamente, algo nerviosa con sus manos escondidas en los bolsillos de sus jeans.
--Dime.
--Si tú cumplieras 14 meses con alguien ¿Qué le regalarías?
Ella pareció pensarlo por varios minutos.
--Yo... Le regalaría una carta, pero no de esas gigantez que nadie lee, una carta sencilla, corta; donde se dice todo lo que sientes por esa persona, también Flores, si es una chica le regalaría Flores... Ah, y fotos, muchas fotos juntos que pudiera poner en todos lados para que siempre te recuerde.
--Que linda...-susurre.--Ya sé que ahora claramente no quiero un novio.
Jessica río.
--¿Ya me puedo ir?-preguntó.
--Si claro; no ya va, pásame el ejercicio cuatro.-le dije.
Ella rodó los ojos riendo, y fue en busca de su cuaderno, que me dejo en la mesa.
--¿Harás eso?-pregunté.
--Es una linda idea, y globos. A Gwen le gustan los globos.
--Awww, ya estás usando tu hermoso cerebro para algo que no sea la ciencia.-dije apretándole la mejilla.
--Peter sabes...-dije cuando íbamos caminando de regreso a casa. Él me miró.--He buscado trabajo, y bueno... No quieren darme uno sin una buena historia...
--Lo que pasó el otro día en la cafetería es una buena historia.-dijo, lo mire mal.--¿Qué? A mí me preocupa la pizza cruda, ¿Sabes las enfermedades que hay en la comida mal cocinada?
Rodee los ojos.
--Habló de que... Ya que Spiderman y tu parecen grandes amigos...
Dejó de caminar y me volteé hacia el.
--Quería saber si podías decirle que me regalara cinco minutos de su tiempo para una boba entrevista.
--¿En serio quieres eso?
--Por favor Peter... Regálamelo de cumpleaños.-dije.
El río.
--No te prometo nada, pero a él no le gustan mucho las chicas... Lo ponen nervioso.
--Ay vale, bueno, me vestiré de chico, pero ¿Lo harás?
--Lo que pueda.
--¡ERES EL MEJOR PETER PARKER!-grite llamando la atención de todos, y abrace a Peter con fuerza.--Iré ahora mismo a anotar mis preguntas.
--¿En serio?-preguntó en un tono burlón.
--Déjame en paz Peter, es más, Muevete. Quiero llegar ya a mi casa.-dije.
--Si, si, si mandona. Pero no camines tan rápido por qué...
Y ahí de nuevo una explicación científica de lo que sucedía, rodee los ojos y me di la vuelta, y metí mi dedo debajo de su brazo; comenzó a reírse con los ojos muy abiertos.
--¿Qué estás haciendo?
--Buscó el botón de apagado, Harry me dijo que estaba ahí.
--¡Solo me das cosquillas!-chillo como niña, t comencé a mover mis dedos causando que se retorciera como un animal.--¡PARA M.J PARA!
--Oblígame Peter.-dije.
--¡Por favor!
Comencé a reírme de su rostro deforme por tanto reír y saque mi mano, él se inclinó para recobrar la respiración.
--Eres cruel...
--Tu eres cruel.-respondi comenzó a caminar.
--No, tú, y además ingenua, ¿En serio creías que existía un botón de apagado? Es anatómicamente impo....
--¡CALLATE!-grite alterada.--No empieces otra vez, o sigo.
Negó con la cabeza, saque la llave del edificio, y pasamos directo al ascensor. Peter estaba muy callado, y vi su rostro de incomodidad.
--¿Acaso si sirvo lo de las cosquillas?-pregunté.
--No... Solo... Estaba pensando algo.-dijo.
--Dime, soy tu amiga, quiero escucharlo... Bueno, si es algo sacado de un diccionario no quiero escucharlo, pero me entiendes ¿no? Digo, para Gwen debe ser adorable pero para mí... Es fastidioso, claro, si fueras mi novio no me molestaría por qué te callaría con un beso, pero eres mi amigo y nada más puedo abofetearte o hacerte cosquillas, y una opción hace que me ría, y la otra te hace reír a ti...
La razón por la cual no había parado de hablar, era por qué él no dejaba de mirarme con esos extraños ojos de la otra vez en su habitación, me ponía nerviosa, y no paraba de hablar para ahuyentarlo.
Abrí la puerta de mi apartamento, y me encontré con alguien que no quería ver.
--Hija... Yo...
--Ahora no puedo, Peter me está esperando, ya vamos tarde.
Y salí corriendo de mi casa para la de Peter.
