—¿Liz?-dije levantándome, sin importar que Felicia me jalaba de la mano para escondernos.
La rubia me miró, como si se tratara de un fantasma, tenía años sin verla, y se veía... tan infeliz. Su cabello seguía rizado pero hecho un desastre y tan corto que le faltaban centímetros para llegarle a los hombros. Sus ojeras podían verse s kilómetros igual que sus ojos tristes.
Apenas me miró, como si se tratara de una presa.
—¿Que mierda te ha hecho Norman?-pregunte aterrada. Ella solo hizo un movimiento de manos y el cristal que estaba a metros de mi se rompió con la llegada de un deslizador.
Me lance al suelo para esquivar el golpe, viendo en cámara lenta como los pequeños pedazos de vidrio caían.
—Yo iré con ella...-dijo Felicia.—Es obvio que tú no puedes... ve con el lagarto...
No me dejo Nisiquiera responderle por que rápidamente atacó a Liz. ¡A Liz! Que no parecía Liz. Era tortuoso de ver, vamos Liz....
Comencé s intentar de huir de la pelea gateando del lugar, hasta que me encontré con esas patas asquerosas y perturbadoras.
Mire hacia arriba para que ambos nos gritamos, el de rabia h yo del susto por encontrármelo de nuevo. Cuando las patas largas del traje salieron rápidamente para llevarme lejos, empujando cads cosa que había en mi camino, siendo seguida aún por el lagarto.
Debía pensar un plan mejor que solo huir, o... quitarle su asquerosa... cola.
Hasta que yo misma me encontré de cabeza huyendo a sus golpes, con las patas que me hacían dar vueltas por el techo y las paredes para mantenerme lejos de él. Hasta que llegue al suelo y despostándolo pude meterle una patada en sus rodillas que lo obligó a caer.
Rápidamente fui hacia el, las patas me ayudaron a sujetarlo de sus piernas y brazos mientras me preparaba para darle un puño con todas mis fuerza en el rostro a ver si así podría dormirse pero no pude.
No tenía las patas suficientes para sostener su cola que me dio un... coletazo, de solo pensarlo me dan náuseas, tirándome metros más allá.
Como pude lance unas telarañas pero eso no se me daba muy bien, ya que jamás atinaba, y me levanté rápidamente para correr. A lo lejos pude ver que estaba regresando donde Peter.
Quería saber que estaba pasando con Liz, no quería sue Felicia le hiciera daño, pero no podía regresar hasta deshacerme de este monstruo. Me giré encontrándome con el practicamente encima, nos separaban centímetros, y sin pensarlo y con todas mis fuerzas le di un puñetazo en la mandíbula que lo levantó del suelo.
Aproveche mi ventaja para atacarlo con todo lo poco que conocía de defensa, que, aclarando, había aprendido de ver las tortugas ninjas y Jake Long cuando era niña.
El hijo de puta golpeaba fuerte, y sin darme cuenta y de un solo mordisco había arrancado una de las patas del traje. Si, eso dolió.
Y como pude, con ambas manos lo alce del cuello, con fuerza, para lanzarlo lejos. Pero rápidamente me arrepentí al ver que lo había lanzado sobre la cápsula de Peter.
Corrí rápidamente, el monstruo estaba desmayado, en el suelo, cubierto por pedazos de vidrio y metal, sue se habían roto de la cápsula, y temí con toda mi alma en haberle hecho daño a Peter pero al parecer no fue así.
Lo tomé de los brazos para sacarlo de ahí, lo cual no fue difícil con el traje, necesitaba que nos fuéramos ya, pero no iba abandonar a Felicia.
—¿M.J?
Pare al escuchar su voz. Su brazo se había apoyado a mi hombro, para mantenerse de pie, h había despertado, no del todo por que parecía débil.
—Peter...-solloce conteniendo las lágrimas. Pero no era momento de eso.—¿Puedes correr? Necesito que nos vayamos de aquí...
El me miró confundido, también al laboratorio.
—Eso creo...-dijo. Pero no era del todo cierto, estaba muy débil, y tuve que seguir ayudándolo a caminar rápidamente, teníamos que encontrar a Felicia ahora.
Así que seguimos el ruido del desastre que iban dejando en su pelea.
—¿La Gata negra?-Peter parecía drogado, que no lo dudo.—Dame el traje... no podrá sola...
—Peter no puedes ni con tu alma...-dije.—Espérame aquí... yo iré ayudarla.
—M.J pero tú no peleas...-intentó decir pero ya no estaba escuchándolo, corrí ayudar a Felicia para irnos rápidamente de aquí.