Cuando llegamos a casa, Jessica se bajó del auto con un ánimo horrible, y Flash me jaló de la muñeca hacia el, para besarme en los labios.
--Flash yo te dije que...-no le importo, por qué me volvió a besar.
--Eres mi chica.-me dijo, y sus ojos brillaban de una manera en que no pude más que sonreír, y jalar mi mano para huir de él antes de que volviera a besarme.
--¿QUÉ TÚ QUE?-me grito Gwen asustada, desesperadamente le hice señas para que hiciera silencio, pero no parecía importarle.--Dios mío M.J, estás jugando con fuego.
--¿Yo? ¡FUE EL!-le dije.
--Prométeme que no te enamoraras de el.-me dijo seriamente.
--Gwen tú sabes que yo...
--Promételo.-me dijo seriamente.
--Te lo prometo Gwen.-le dije. Ella asintió.--Hace mucho que yo no me enamoro Gwen, y no quiero volver a pasar por lo mismo del corazón roto.
--Si, se de qué hablas:-me dijo.
--¿Cómo? Si Peter y tú se aman.
--Si, yo lo amo, pero aveces... Hay cosas que no me gustan de él, pero aún lo amo.
--¿Cosas?
--Secretos, de el, que me ponen en duda su amor por mi.
--Oh no digas eso.-le dije.--Cuando Peter te ve, es como si volviera a nacer.
La verdad, tenía envidia de la relación de ellos dos, tan perfecta, tan sana, las mías a su lado eran una bolsa de basura, llenas de mentiras, y falta de emociones sinceras.
Gwen tragó saliva.
--Oye, ahí viene Harry.-dijo, mire hacia la entrada como Harry se bajaba de un lujoso auto, siempre lo dejaban en la escuela con el.
Harry insistía en que no lo hicieran, pero su padre era algo terco. Aún no había conocido al señor Osborn, pero Se que es muy amargado, o eso me dicen.
--¡HARRY!-chille corriendo hacia el para abrazarlo.--Que bueno que hayas vuelto.-le dije.
El me apretó entre sus brazos.
--Gracias por cuidarme M.J-me dijo al oído.--Eres la mejor amiga que e tenido.
--No es nada bobo.-le dije, ambos sonreímos y Gwen llego caminando lentamente.
Para cuando llegue a casa, estaba feliz, Harry estaba complemente sano, a no ser por tontos moretones, Flash era un completo tonto, pero era el tonto más adorable del mundo, y Peter me compro un helado camino a casa.
--Ahora que estamos solos.-le dije, mirándolo directamente.--¿Por qué te fuiste el viernes?
El suspiro.
--Algo con Gwen, no te preocupes.
--No me preocupo, es que... No me gusto que dejaras sola a Jessica, fue como tirarles carne fresca a los lobos.
El río.
--Lo sé, me disculparé con ella.
Sonreí, y vi cómo se llenó la nariz del helado azul, y comencé a reírme como una niña, él se limpió.
--Ah, ¿Te vas a reír?
--Si.-dije acercando el helado a mi boca, pero el con su mano lo empujó, haciendo que me llenara todo el rostro.--¡PETER!-chille.
El no paraba de reírse, tome mi helado, y se lo clave en la frente, y quedo como un lindo unicornio, paro de reír, mirándome con los ojos abiertos.
--Me las vas a pagar M.J, te lo juro. No será hoy, no será mañana, pero te juro que un día...
--¿Qué? ¿vas a lanzarme sangre de puerco encima?- le dije, levantándome del asiento, para bajarme en la estación del metro, seguida de el, que se limpiaba desesperadamente el rostro, aún que aún podía ver que estaba pegajosa su frente.
--Ya veras...-me susurró amenazadoramente.
--Déjatelo, te ves más dulce de lo normal.-le dije, el comenzó a reírse.--Aun que, puede ser que atraigas a algunas abejas, mejor ven acá.-lo jale de la camisa, quedando frente a frente, bueno, casi, por qué él era más alto que yo, y lami mi dedo, el cual pase por su frente.
--¡Qué asco!-chillo, le di un golpe en el hombro.
--¿Quieres un picada en la frente o que?-le dije, aún tomándolo fuerte y restregando mi dedo.--Ya.
--Pero que tiernos se ven.-dijo la tía de Peter, que estaba parada en la acera, junto con muchos papeles, que su sobrino fue a tomar rápidamente para ayudarla.
--No somos tiernos.-le dijo Peter seriamente.
--Si lo son.
--Acéptalo Peter, somos tan tiernos como una sesión de fotos de cachorritos.