Yo me hacia la dormida. Pero llamo mi atención que sollozaba de dolor y se caía camino al baño. Cuando estuve segura de que ya no me veía, me sentí y vi la sangre en el piso de nuevo.
La sombra de Peter que salía del baño, sus pequeños quejidos. ¿Debo ir o no debo ir? Me hice la dormida de nuevo cuando escuché sus pasos. Y después un grito pequeño.
Llamaron a la puerta.
—M.J... ¿todo está bien?-preguntó Harry desde el otro lado.—Escuché gritos.
Me quede inmóvil, y al parecer Peter también.
—Ah... ah... Harry, no es nada, M.J tiene cólicos menstruales...-dijo Peter nervioso.
—Iu, está bien, si quieren que vaya a la tienda por algo me avisan.-dijo Harry.
—Auch...-chilló Peter de nuevo.
—¿Seguro que está todo bien?-dijo Harry regresándose.
—¡Si! Harry no abras la...
Y telaraña salió volando hacia la puerta para mantenerla cerrada. Antes de que Harry pudiera ver algo.
—Ok... rarito; me iré a dormir...-susurro Harry.
Peter dejo salir un suspiro, y se acercó a mi, sentándose de espaldas, veía como su espalda subía y bajaba conforme respiraba.
—Se que no duermes...-dijo.—Lo siento...
—¿Que es lo que realmente sientes?-pregunte con la voz baja y pausada, haciéndo que se diera la vuelta para verme.—Que no llegaste a tiempo o que me estás poniendo los cuernos...
Se quedó sorprendido varios segundos, con la boca abierta.
—M.J claro que...-intentó hablar, pero su reloj comenzó a sonar, lo estaban llamando desde el traje, lo mire seriamente.
—¿no piensas contestas?-pregunte tomando asiento a su lado, era un número desconocido, o eso parecía, pero ya me lo presentía.
—estoy ocupado ahora...-dijo en voz alta al reloj.
—¡Spidey!-se escuchó la voz de la mujer, como si corriera.—¡tengo problemas por favor ayúdame!-la única puta que lo llamaba así era esa mujer.
Cerré mis boca y lo mire, vamos, no iba a ponerme en esto de ponerlo a elegir si quería irse detrás de ella o quedarse conmigo. No por que no quisiera, si no por que no podía.
—¿Que sucede?-pregunto claramente nervioso.
—Es Norman... ¡ayúdame!-sollozo la mujer, para trancar la llamada. Mordí mi lengua.
—Cuando regrese vamos hablar...-dijo levantándose rápidamente, a lo que yo tomé aire.—No es nada de lo que tú crees M.J...
—Peter... haz lo que te dé la gana...-dije volviéndome acostar para quedar de espaldas a él. Quien terminó de arreglarse rápidamente, inclinándose en la cama para verme, pero yo lloraba en silencio.
—No es lo que crees...-dijo, de nuevo.—Y te prometo que vamos hablarlo...
—Anda Peter, ve a ser su héroe...-susurre, antes de que se fuera por la ventana, lo que me faltaba.
Sabía que nuestra relación iba mal pero... jamás a este punto. No había pensando en que había otra mujer en medio de nosotros...
—¿Tienen todo?-pregunte con Normie en brazos mientras aspiraba el olor de su cabecita, la pareja buscaba todo desesperadamente para irse al aeropuerto.
—Eso creo.-dijo Harry.—¿Los pasaportes?
—Los tengo aquí Harry.-dijo Liz.
—¿Y los pasajes?-pregunto el haciéndonos poner nerviosos.
—También los tengo...-dijo ella, Harry puso sus manos en su pecho dejando salir un suspiro de alivio.—Que haría yo sin ti....-susurro hacia su esposa.
Poniéndole un poco de sal a mi herida de anoche.
—Tal vez vivir bajo un puente.:.-respondió ella entregándole el bolso de Normie.—¿Listos?-pregunto ahora mirandonos, a lo que asentí con los ojos tristes.
—Te amo ¿lo sabes?-dijo Harry cuando salí por la puerta para tomar en ascensor, aprovechando el pequeño momento de privacidad que tenían en mi sala antes de irse.—Y si... quisieras quedarte quiero que sepas que yo me iría detrás de ti... a cualquier parte del mundo, donde seas feliz...
—Mama y papa se aman Normie...-le susurre al pequeño antes de darle un beso en la mejilla.—Y no hay más suerte en el mundo que esa... —¡Vamos a llegar tarde!-dije fuertemente para hacerlos apurarse, la pareja salió del apartamento corriendo con las maletas para subirse al ascensor.