Un mes después, me la pasaba metida en casa de Gwen para que pensara en otra cosa que no fuera su papá, en parte, para que no tuviera tiempo si quiera de extrañarlo.
Hablábamos hasta sabernos todo de nuestra vida, hasta lo que habíamos comido, y sé que estaba triste, pero con ver una sonrisa en su rostro yo era feliz.
--Oye, llego Flash ¿Vamos al cine?-le pregunte, ella miró al suelo unos segundos.--No quiero ir si no es contigo.
--Si bueno vamos.
--¿Le digo a Peter?
--No....-susurro.
Fruncí el ceño, era verdad, Peter y Gwen se habían separado un poco, y eso me hacía pensar en dos opciones:
La primera, que Gwen sabía él secreto de Peter, y que estaba enojada con él por lo que pasó con su padre.
O, Peter se sentía culpable, y quería alejarse de ella.
Llegue a la conclusión de que... Debía hablar con Peter esa noche al llegar a casa.
Cuando nos subimos al auto con Flash, Gwen seguía algo apagada, pero él siempre trataba de hacerla reír.
Y recordé la noche anterior, cuando hablaba con Gwen sobre Flash.
--Yo ya no lo odio M.J...-susurro
--Lo miras como si lo quisieras matar.-dije riendo.
--Es una costumbre, él le hacía daño a Peter, pero ahora es buen chico.
Nada me había echo más feliz que escucharle decir esas palabras, lo quieran o no, pero la base de una relación es que tu mejor amiga se lleve bien con tu novio, o si no, es como si tu corazón estuviera dividido en dos.
Pasamos a ver la película y me metí en los brazos de Flash, dejándome calentar por el, y subí mis piernas a Gwen para quedar medió tumbada.
Flash unió sus labios a los míos, y me aferre a su cuello con mis brazos, pero sentí un extraño toque en mi rodilla, me separe de Flash para mirar Gwen, que levantaba las cejas seductora mente.
Pero que mierda...
Comenzó a reírse.
--Es que me siento solita.-dijo, Flash y yo nos quedamos mirándola como si estuviera loca, para segundos después reírnos como retrasados.
La jale hacia nosotros para abrazarlos a los dos.
Me gustaba cuando Flash dejaba pequeños besos en mis hombros descubiertos o cuando me mordía levemente sin causa alguna.
Cuando llegue a casa, lo primero que hice fue pasar a la ventana de Peter, pero... No estaba ahí, ¿Dónde coño estas Parker?
Comencé a revisar sus cosas, hasta que sentí pasos, y me escondí corriendo entre la ropa de Peter, pasó su tía, y dejó la ropa doblada sobre la cama.
Mi corazón se aceleró, cuando regresó y miro el cuarto con los ojos entrecerrados, pero después se marchó.
Prácticamente corrí a la venta para irme, pero la puerta se abrió de golpe, era Peter, que me miró sorprendido.
Le hice señas de que hiciera silencio, y cerró la puerta detrás de él.
--¿Qué haces aquí?-me preguntó en voz baja.
--Te estaba buscando para hablar contigo.-le dije.
--¡PETER! ¿Pizza o comida china?-le gritó su tía, y la escuche acercarse, rápidamente me metí debajo de la cama, y pude ver cómo abrían la puerta.
Me encontré con una pequeña cosa en el piso que no sabía que era, la tome en manos y la analice por unos segundos ¿Qué coño era?
--Peter por qué estás tan raro.-le dijo su tía.
--Que, no tía, de qué hablas.-le respondió el.
--Huele a perfume de chica.-dijo, y la mujer comenzó a caminar por la habitación.
--Estuve con Gwen un rato.-dijo.
--¿Cómo está ella?-preguntó.
--Está bien, ya la veo más normal.
Maldito mentiroso, ni siquiera haz ido a su casa en una semana, y le hablas muy poco en el colegio.
--Bueno, llamaré para pedir la comida.
--Si tía.-dijo. La señora Parker por fin se fue, y salí de abajo de la cama.
--Por lo menos invítame a cenar.-le dije, él me miró seriamente.--Uy, pero que ánimos... Ahora, a lo que vine. ¿Qué te pasa con Gwen?
--A mi, nada.-dijo, haciéndose el inocente. Trataba desesperadamente de no mirarme a los ojos.
--Peter... Gwen es mi mejor amiga, lo sé todo, y tú haz estado muy distante... Ella no puede estar sola en todo esto.
--Tu no lo entiendes.-dijo, caminando por la habitación.--Yo la amo.... Pero lo nuestro no puede seguir.
--¿Terminaras con ella?-casi grite, él me tapo la boca, haciendo chocar de espaldas contra la ventana.--¿Eres estupido o que?-dije enojada.--En estos momentos, que ella más te necesita.
--Ella es fuerte, más de lo que crees, puede estar sin mi, soy yo el que saldrá perdiendo de todo esto.-dijo.
Apreté mis dientes.
--Eres un egoísta, mentiroso, basura...-y más insultos, que solo hacían que él presionada más su mano contra mi boca.
--Tu no sabes nada, no entiendes nada.
--Si ya veo Peter... Ya veo.-dije quitando su mano de mi boca.