Buscaba a Felicia por todos lados, no me importaba que alguien podría escucharnos, con tal, había cámaras de seguridad, sabían que estábamos ahí, hasta que la encontré en un pasillo.
—¡Lo encontré!-dije, ella me hizo señas de que mantuviera silencio pero no le hice caso, la tomé de la muñeca para llevármela corriendo donde se encontraba Peter.
—¿Estás segura de que es el?-pregunto ella pero solo la ignore.
Su pregunta era válida, ya existía un clon de Peter, que era muy violento, ¿que sabíamos si era el original? Pero no quería meterme en ese problema, no había ninguna señal en la cápsula que nos dijera si era o no Peter.
Al llegar ella se dio cuenta del problema.
—No tengo un casco inteligente como el de iron man.-dije—Si no, sería fácil seguramente...
—No podemos ponernos adivinar cuál es, podríamos quedar encerrados aquí... o peor, podrían matarlo.
—¿entonces que vamos hacer?-dije, poniendo mi mano sobre el cristal, para seguir viéndolo, con esa duda en la cabeza, ¿era el?
—¡Estoy pensando!-se quejó la Gata, girándose para intentar pensar mejor en cómo íbamos a sacarlo de ese refrigerador.—Vamos se que lo extrañaste pero no hay necesidad de gruñir...
La mire confundida, yo también escuchaba ese ruido. Ambas nos giramos para encontrarnos con lo que parecía un cocodrilo mutante o lagarto horrendo no lo sé, lo conocía ya, pero sin tanta luz y de verdad, que horrendo era.
Quise temblar del miedo, cuando dejó salir un rugido gigante, que nos hizo gritar a ambas.
Lo primero que hizo ese animal fue golpearme con su mano para enviarme lejos, admito que dolió más eso que el golpe contra las paredes frías del laboratorio clandestino.
Toque mi cabeza, al menos no estaba sangrando por ahora. El lagarto y La Gata habían desaparecido, destrozando paredes en su pelea épica, hasta que esté la mando a volar, golpeándola contra el techo.
Corrí hacia ellos, y con el traje corría mucho más rápido, hasta tomarlo de la cola para estrellarlo contra una mesa de trabajo que había cerca.
—¿Estás bien?-pregunte acercándome a ella que estaba en el piso intentando recuperarse.
—¿Que carajos es eso?
Un grito salió de mi garganta al ver que tenía la cola del animal en mis manos, que asco, la lancé lejos y comencé s sentir arcadas.
La cola seguía moviéndose sola.
El animal estaba molesto, muy molesto, y su cola comenzó a crecer rápidamente, tenía unas horrendas garras que pretendía usar para explotarme la cabeza, ayude a Hardy a levantarse, tomándola por el brazo para irnos rápidamente de ahí mientras que ingeniábamos un plan para deshacernos de él.
Escondiéndonos detrás de una de las mesas de laboratorio.
—¿Puedes pelear?-pregunte al ver que se sostenía el brazo, ella asintió seriamente.—Vamos es solo uno, podemos contra el... Peter lo ha hecho ya varias veces...
—Mary Jane no es solo uno...
Y me giré para ver, con un extraño traje de color morado, con detalles en verde. Puta madre... ¿esa era Liz?
