--Papa. Dame 15 minutos.-dije cuando le di el helado.--Necesito resolver un problema.
Asintió, no muy contento y me acerqué de nuevo a Flash.
--Si vas a decirme que fue Liz la que se te metió por los ojos, no quiero escucharlo.-advertí.
--No te voy a decir eso...-dijo Flash.--Quería decirte que fui un estupido, que no te valoro
--Ni pienses que te voy a dar otra oportunidad.
--Lo sé, por eso no te la pido, pero quería que supieras que si me arrepiento, y que por lo menos, quisiera que fuéramos amigos.
Sus labios estaban unidos y sus mejillas ligeramente coloradas, estaba nervioso.
No sabía qué decir, tampoco quería tenerlo de enemigo por siempre, y sé que pedir disculpas es difícil.
--Está bien Flash, seamos amigos.-dije.--Pero mucho cuidado.-advertí.
--¡Si!-chillo, y con sus grandes brazos me envolvió, me apretó hasta doler y me elevo del suelo.
--Flash...--susurre adolorida.--Bájame ya.
--Lo siento.
Y me dejo de nuevo en el suelo, pero aún me abrazaba.
--Flash abrazarme está prohibido.-dije.
--Ahhh, lo siento.-me soltó.--¿Quién es ese señor?
--Es mi padre.
--Ah, tu padre, ¡Hola señor Watson!-gritó sonriente, mi papá le respondió igual.--Voy a hablar con el....
--Flash no tienes que hacerlo...-dije, pero ya estaba en camino a hablar con mi padre de quién sabe que.
--¡Nos vemos luego hijo!-se despidió mi padre felizmente, Flash movía las manos como un tonto.--Que gran muchacho ¿no?
Lo que me faltaba.
--Si, sensacional.-dije tratando de evitar el tema comenzando a caminar más rápido a casa.
--Y parece que le gustas, ¿Por qué no le das una oportunidad?
Suspiré agobiada.
--¿Qué dije?
--Flash es un infiel papa, es muy divertido y todo, pero él me engaño.
--¿Saliste con el?
--Si, y me engaño con mi mejor amiga, quién sabe cuántas veces.
--Ah... Como los vi abrazarse en la heladería.
--No, él me abrazo, eso es otra cosa.-dije sacando las llaves del edificio, abriendo la puerta para subir.--Y te agradezco que no vayas a responder sus mensajes para ir a los juegos.
--Pero... Yo quería ir a ver el béisbol.
Rodee los ojos.
--Y yo no quería que me rompieran el corazón.-dije en un susurro para que no lo escuchara, pero pareció que si.--El es un idiota, solo... No le prestes atención.
Asintió sin decir más, subimos por el ascensor hasta llegar a casa.
--¿Cómo les fue?-preguntó mi madre cuando abrí la puerta.
--Ahora resulta que papa y Flash son mejores amigos ¿Puedes creerlo?-le dije a mi madre.
Después de ver la cara de sorprendida de mi madre, me fui directo a mi habitación para irme a la cama, pero tampoco tenía sueño, es más, tenía ganas de mostrar mi desagrado con alguien, y quien más que Peter para hacerlo.
Si, tenerme de vecina significa que tienes que escuchar todos mis cuentos.
Pase por la ventana, pero escuche voces dentro de su habitación, me quedé estática donde no pudieran verme y me asomé.
Y no podía creerlo, era Tony Stark, uno de los hombres ya mayores a los cuales no tendría problema en salir con ellos, hablaba con Peter en clave y no entendía nada de lo que decían.
Nada más las palabras, "Oscrop" "Norman Osborn". Tenía tanta curiosidad, ¿De qué se preocupaba el empresario más rico de New York con empresas Oscrop?
No aguante más y salí de mi escondite.
--Peter no vas a creer lo que me pasó...-dije, tratando de ser casual.
Ambos se pararon y me miraron.
--¿Niño por qué no me dijiste que tenías novia?-preguntó Tony algo asombrado.
--Si le dije, solo que ella no es mi novia.-dijo Peter apenado.
Mire a Peter con los ojos tan abiertos como si me fueran a explotar.
--Ella es mi amiga Mary Jane Watson, señor Stark.
--Ya decía yo que una niña bonita no podría estar con este mocoso, jamás se calla.
Comencé a reírme.
--Bueno si, nunca se calla pero su novia es preciosa, me hace sentir fea.
--Pues para que ella te haga sentir fea tiene que ser miss universo.
Volví a reír.
--Estas rodeado de mujeres lindas Peter, eres afortunado.-le dijo Tony.--Ahora debo irme, un gusto conocerla...
--M.J-dije.
--Si, M.J, hablamos luego Peter.-y se fue por la puerta principal, tan elegante como siempre.
--Como pudiste mantener a Tony Stark escondido tanto tiempo.-regañe a Peter.
--Algo tonto, ¿Qué querías decirme que sonaba tan interesante?
--No, ya nada, olvídalo.-le dije.