--¿Por qué has faltado a clases Peter?-pregunté, cerrando la ventana como el dijo.
--No me interesa ir.-dijo lanzándose a la cama.
--¿Cómo que no te interesa? La semana que viene será la última de este año.-dije.
--No me interesa.-repitió.--¿Para qué voy a ir? ¿Para qué me miren con lastima? ¿Para ver a Gwen hasta en la pizza asquerosa del almuerzo? No, no iré. Y si no te importa, quiero que le sigas diciendo a mi tía que voy.
--Por Dios Peter, ¿Cómo puedes engañar a tu tía? Si ella quiere lo mejor para ti.
--Es solo una semana M.J, no exageres tanto.
--¿Y se puede saber qué tanto haces como para faltar?-pregunté cruzándome de brazos.
--Eso, vecina, no es tu problema.
--¿Desde cuándo acá soy "vecina"?-dije furiosa.
Definitivamente ese no era Peter.
Rodó los ojos.
--¿Te pica el culo?-pregunté ya explotando.--¿Por qué estás así? ¿Qué te crees?
Volvió a rodar los ojos.
--Mierda Peter, dijiste que yo era tu mejor amiga, que me querías, si esa es tu manera de querer, da asco.
--¡SI LO SÉ!-gritó furioso, haciendo que saltara del susto.--¡SE QUE DOY ASCO EN LA MANERA EN COMO AMO! ¡LO SÉ! SE QUE TODO ES MI CULPA, EL SEÑOR STACY, GWEN, ¡TODO!
--¡NO ES TU CULPA!-grite de igual manera.
--Me siento culpable mierda, si tan solo yo la hubiera cuidado mejor.... Si solo me hubiera alejado de ella cuando tenía tiempo, ¡GWEN ESTARÍA VIVA!
--Gwen está viva Peter.-dije con los ojos llenos de lágrimas.--Se que sonara cliché, pero su esencia vive dentro de nosotros ¿Crees que a Gwen le gustaría verte así?
--Ese es el problema M.J, que Gwen jamás me verá de nuevo, por qué está, muerta, ¡MUERTA! Pero ¿Qué sabes tú? Si tienes a Flash contigo, jamás a perdido a alguien a quien amas, no sabes nada M.J, solo sabes ir de fiesta, beber y creerle todas las mentiras al idiota de Thompson, mientras te besuqueas con el y no te importa que Gwen ya no esté aquí.
Mi sangre hervía, yo extrañaba a Gwen tanto como el, solo que yo canalizaba mi dolor de manera diferente a la de el.
Solté una cachetada a su rostro al mismo tiempo que la puerta se abría y entraba su tía que se quedo sorprendida por el golpe que le di a su sobrino.
--¡Mary Jane!-gritó aterrada.
Por mis mejillas bajaban lágrimas de rabia, mientras trataba de disimular que me había dolido bastante la mano por pegarle.
--¿Qué está pasando aquí?-preguntó acercándose a nosotros.
--Pasa, que su sobrino necesita un psicólogo.-dije comenzando a caminar hacia afuera de su habitación.
--Mary Jane...-susurro.
--Lo digo en serio señora Parker, él necesita ayuda.-dije antes de cerrar la puerta, atravesar el departamento y salir por la puerta principal.
Apoye mi espalda a esta mientras miraba al techo.
Gwen había sido un ángel que me cuidaba cuando estaba en la tierra, y ahora que sabía que estaba en el cielo, su ayuda sería mejor.
¿Por qué Peter no entendía eso?
Los recuerdos de Gwen eran como estrellas que no paraban de llover en mi memoria, pero no por eso voy a maltratar a todos los demás.
Llegue a mi casa enojada, y entre a mi habitación hecha una furia.
¿Quién se creía Peter para hablarme así?
No supe que más hacer, solo tirarme a la cama tragándome todos los gritos que tenía por dentro que no quería dejar salir.
Mi teléfono vibro, era mi padre.
--Hola.-dije cuando conteste.
--Hola ¿Estás bien?
--Si.-dije quitándome las lágrimas que habían salido.--¿Cómo estás?
--Bien, sabes hoy tengo la tarde libre, podríamos ir por una pizza, si quieres...
Suspiré.
--Está bien papa, pero... Mejor una hamburguesa ¿Si?
--Está bien, en un rato voy por ti.
Llego a los treinta minutos, cuando pude esconder perfectamente que había estado llorando.
Entremos a un local a comer hamburguesas.
--Tu mamá me dijo lo de tu amiga.
--Si.
--¿Estás bien?
--Si papa, todo bien, ya estoy en proceso de superarlo.... O bueno eso creo.-dije.
--¿En serio? ¿Tan rápido?
--Es que siento que si no lo hago, podría acabar obsesionada con la idea de no superar su pérdida.-dije.
El asintió. Minutos más tarde, mientras llenaba de salsa de tomate mis papas, mi papá me miró con una sonrisa tonta.
--Flash me invitó a ir a su ultimo juego, la otra semana...
Casi me ahogo.