Harry estaba en el hospital con solo unos golpes leves, dormía como si fuera un bebé y yo no dejaba de tomar su mano nerviosa.
Había quedado ligeramente traumatizada con eso del ataque y casi morir a manos de un loco con alas, Peter llegó corriendo asustado.
--¿DÓNDE ESTABAS?-le grite, con los ojos llenos de lágrimas, me miró de arriba abajo, analizando cada herida y cada corte.
--Estaba haciendo algo del trabajo... Dios mío ¿Qué pasó?-preguntó.
--Llegó un loco y atacó el colegio y si no fuera por Spiderman Harry y yo hubiéramos muerto y quién sabe cuántos más...-sollocé, Peter acaricio mi cabeza consolándome.--Perdóname por gritarte, sé que no soy tu madre...
--No hay problema, estás asustada, quedemos un rato y vamos a casa ¿Si?
--Si.-susurre.
Nos quedamos otro rato, y Harry aún no despertaba.
--Mañana le traeremos donas Peter.-le dije seriamente.--No me gusta verlo así.
--¿Te gusta Harry?-me preguntó.
--¿Qué? No... ¿Qué dices? Harry es mi amigo, y yo quiero mucho a mis amigos.-le dije, Peter asintió.
Llegamos a casa y tuve que calarme el regaño de mi madre por no llamarla cuando ocurrió todo, no si, por qué es que yo voy a parar el tiempo y voy a gritar "PAREN LA PELEA, LLAMARÉ A MI MADRE", que loca esta.
Para cuando se hizo viernes, Jessica estaba en mi casa hablando y hablando sobre no sé que, tampoco tenía mucha cabeza para eso, y menos con Liz mandándome mensajes cada 5 minutos preguntando que si ese jean quedaba bien con esa blusa y esos zapatos y blablabla.
--Oye Jessica.-dije haciendo que por fin se callara.--¿Qué vas a hacer hoy en la noche?-pregunté.
Ella me miró.
--Nada, ver un maratón en netflix ¿por qué?
--Ven a una fiesta conmigo.-le dije, ella rió nerviosa.--Es en serio Jessica, vamos a una fiesta.
--No lo sé... No creo que me dejen.
--Vamos...-el timbre sonó y abrí la puerta para dejar pasar a Peter con una gran caja de huevos.
--¡GRACIAS QUE TIERNO ERES!-gritó mi madre desde el pasillo.
--De nada señora Watson.-dijo el. Sentí como Peter tragaba saliva por su error.--Lo siento yo...
--Se, se Peter, no te preocupes.-le dijo mi madre.
Rei al imaginar la cara de vomitar que tuvo mi madre de solo escuchar que la llamaban así.
--¿Nos vemos esta noche M.J?-preguntó.
--Ah, es que tú vas.-dije, el asintió.
--Si, después de varias llamadas de preocupación de Gwen, ni loco te dejaría ir sin protección masculina a esa fiesta y como Harry no va, soy la última opción.
--¡Oye! También irán Liz, y mi amiga Jessica.-dije señalando a la chica de lentes en la mesa, que nos miraba con los ojos abiertos como platos y la piel pálida.--Ah no, verdad que no podías...-dije.
--No, no, si, si iré contigo.-me dijo rápidamente.
--¿Irás?-pregunté, ella asintió.--¡Si! Entonces nos vemos en unas horas Peter.-le dije.
--Claro, nos vemos, hasta luego Jessica.-le dijo a la chica en la mesa, y cerró la puerta detrás de él.
Escuche un golpe en el vidrio, y vi a Jessica dándose golpes a sí misma en la frente con el.
--¿Qué te pasa?-le pregunte alarmada.
--Dios mío... ¿Ahora qué haré? ¡Soy una estupida!
Me quede analizando la situación unos segundos... Hasta que...
--Oh... Te gusta Peter.-le dije, ella me miró.
--¿Tan obvia soy?
--La verdad no, pensé que sufrías de espasmos y solo te golpeabas por placer.-le dije.
--Soy una estupida... El jamás se fijara en mí ¿Haz visto a Gwen? ¡Es hermosa Dios mío! Y no tanto eso... Es la mejor chica que e conocido, y más inteligente que yo debo admitir.
--Jessica, amiga mía, bueno, nueva amiga, déjame decirte algo, en el amor y la guerra, todo se vale.-susurre.--No te digo que te ayudare a separar a Peter y Gwen, pero si te ayudaré a que él y otros chicos, se volteen a ver lo linda que estarás esta noche.
--¿En serio?-me dijo, con voz infantil.
--Muy en serio.
Cuatro horas después, y un labial roto, Jessica estaba bastante linda, no parecía ella.
Vi cómo se miraba nerviosa en el espejo varias veces.
--Oye Jessica, no te pongas nerviosa, sabes...-le dije.
--Es fácil para ti decirlo, eres hermosa.-dijo, mirando al suelo.
--Jessica yo... Yo no te aseguro a Peter, pero si te aseguro que esta noche, alguien se fijara en ti, y no por lo hermosa que estas.-tome sus lentes que estaban sobre la cama, junto a su ropa rara.--Si no por qué esta noche, serás tú misma.--Y se lo puse.--Oh bueno, la misma, pero con más pestañas.
Ella se miró en el espejo, y sonrió.