--¿Qué? Como se atreve ese hombre a pegarte...
--Papa no me pego, me empujó, y fue solo una reacción...
--¡No! Ahora mismo vamos a ir a casa de Flash para partirle la cara a ese hombre.
--Papa por favor no...-chille asustada.--Por eso no dije nada, no quería que mama y tú se pudieran así.
--Eres menor y además eres mujer ¡El no puede pegarte!-me gritó frente a todos en la calle, haciendo que la gente se volteara a vernos.
--Lo sé papá... Pero le tengo miedo, tú mismo lo viste.-dije, comenzando a caminar más rápido.--Hasta Flash le tiene miedo...
--Le diré a tu madre, y ella y yo tomaremos una decisión.
--¡No! A mamá no por favor.-dije volteándome.--Ella enloquecerá.
--Enloquecerá por qué tiene razón de hacerlo.
--Papa ya... Solo fue un empujón, y Flash me defendió.
--Por lo menos. Pero hoy no.
--Por qué no le diste tiempo papá, por favor, ese hombre está loco.-dije.
Me miró, t después al piso, y suspiro.
--Está bien, no le diré a tu madre, pero tienes prohibido hablar con ese hombre de nuevo, y de estar a cinco metros de él.
--Está bien...-susurre.
"Lo siento por lo de mi papá"
Leí en mi teléfono, era Flash.
"Te prometo que no volverá a pasar."
"Mi papá enloqueció Flash."
"¿Le contaste?"
"Tuve que hacerlo, o si no, se pondría loco."
"Bueno, ya que, ¿Qué estás haciendo?"
"Estoy con mi papá que vamos a cenar algo y después iré a casa, ¿y tú?"
"¿Dónde están?"
"Estamos entrando a un restaurante mexicano en el centro."
"Espérame ahí, no pidan sin mi"
Mire a mi papá mordiéndome el labio.
"¿Crees que sea buena idea? Mi papá anda algo sensible"
--¿Con quién hablas?-preguntó mi papá tomando asiento.
--Flash.
Entrecerró los ojos.
"Si, tengo que hablar con tu papá"
--Dice que quiere hablar contigo.-dije.
--Está bien, dile que venga. Pero sin su papá, por qué si viene el... Te juro que lo mato.
--Está bien.
"¿Vienes solo no?"
"Si, no te preocupes"
Minutos más tarde, pasó con un gran bolso en su espalda al restaurante, tenía otra ropa puesta.
--Hola...-susurro apenado cuando llegó a la mesa.
Se sentó con nosotros a comer, y el y mi papá hicieron una competencia de quien comía más burritos.
Mire a todos lados apenada.
--Ustedes me avergüenzan.-dije al ver que todo el restaurante nos miraba.
--¿Con qué están viendo quién come más?-dijo una mujer con un asentó, era Morena y con grandes caderas.
--Si.-dijo mi papá con la boca llena.
Qué vergüenza Dios.
--Pues aquí en "Ándale manito" tenemos una especie de competencia, donde si comen una cierta cantidad de burritos en menos de una hora y diez minutos, la comida les sale gratis.
--¡PUES TRAIGALO!-dijo mi papa pegando sus puños.
La palma de mi mano se estrelló contra mi frente.
--Pero, si no logran comerse los burritos, van a tener que pagarlos.-advirtió la mujer.
--¡Tráigalos dije!-dijo, la mujer se fue a buscar los burritos.
--Papa tú debes tener problemas mentales.-dije quejándome.
Flash río.
--Cállate y prepárate psicológicamente para comer como nunca en tu vida.-dijo.
--¿Yo también debo comer?-pregunté.
--Si, y Flash hijo, tú también debes comer.-dijo.
--A mí no me debe obligarme. Lo haré con gusto.
¿por qué a mí?
La mujer llegó a los minutos con una bandeja, t la puso en el centro de todos, y ni siquiera podía ver a papá o a Flash que estaban del otro lado ¡Eran demasiados!
La mujer puso un reloj.
--¿Están seguros?-preguntó la mujer.
--Si, si ya que.-dijo mi papa pálido.
Media hora más tarde, no podía respirar y mi papá me empujaba un burrito por la boca.
--¡No quiero más!-decía, ya era como el octavo que comía.
--!Vamos Dios! Apenas llevas cuatro.
Mierda se sienten como miles.
--Yo llevo 20.-dijo Flash.
--¡Ese es mi muchacho!-festejo mi papá y comenzó a comer otro.--Solo por curiosidad... Si perdemos, ¿Cuánto tendría que pagar?
--237 dólares más impuestos.
Y un burrito cayó en mi rostro.
--Come si quieres regalo de Navidad.
--Mírame Flash, parezco una embarazada.-dije, mirando la panza que se me había formado por comer tanto.
El río, junto a mi padre.
--Por lo menos no tuvimos que pagar la cuenta.