—¿Puedo?-pregunto la señora Allan, extendiendo sus brazos hacia mi, el pequeño Normie no dudo en saltar donde su abuela, en medio de tanta tristeza, buscaba unos brazos que lo consolaran a él de ser solo un niño que no entendía la gravedad de lo que estaba pasando.
Forcé una sonrisa a la mujer, que abrazó a su Nieto intentando soportar el dolor, mis manos libres buscaron el brazo de Liz a mi lado, pero está ya no estaba, ver cómo ponían tierra sobre la urna de Harry la había echo entrar en un trance.
—Liz...-dije corriendo detrás de ella, hasta que la encontré hablando con un hombre, entre más me acercaba mas me daba cuenta de que era Peter.—¡Peter!
Chille, pero este apenas se giró, para verme, y tomar del brazo a Liz para llevársela de ahí.
—¿Que haces Peter? ¿Que haces?-pregunte aterrada al ver que la llevaba a un auto negro y elegante que estaba parado, habíamos dejado a las personas metros más allá, nadie nos prestaba atención, cuando la puerta de atrás se abrió.
Norman Osborn con ojos oscuros me sonrió, así que acelere mi paso, intentando alcanzarlos, pero Peter ayudo a Liz a meterse al auto para irse.
Caminaba de un lado a otro en la casa, Liz se había ido ask como si nada del funeral, Normie estaba con sus abuelos, y yo estaba al principio de un colapso.
—Ya cálmate.-dijo Ennio.—¿Que fue lo paso?
Mantenía mi boca cerrada por que, si no sabías que Peter era Spiderman no parecía tener sentido todo, solo iba de un lado a otro.
—¿Donde esta Peter? Hace tiempo no veo a ese nerd.-dijo Ennio.
—¡Ennio!-grite, asustándolo, arrepintiéndome al instante.—agradecería de verdad estar sola en estos momentos...
—¿Quiefes que me vaya? ¿Y que? Te dejo así no más en esas condiciones...
—Si. Por favor...-supliqué.-Quiero estar sola necesito... pensar.
—Entiendo pero...-se acercó a mi para abrazarme.—No hagas tonterías por favor...
—No...-dije intentando que se fuera calmado, pero lo primero que hice fue intentar llamar mil veces a Peter a todos sus números pero este no contestaba.
Tenía mucho miedo por Liz, demasiado, norman había sido capaz de matar a su propio hijo, Liz no significaba nada para el ¿para que la quería? Y Peter... ¿Por que el estaba en esto? Si la noche anterior el iba a matarlo, con sus manos ¡yo estuve ahí!
Nada tenía sentido.
La puerta se abrió de repente, era Peter.
—¡Peter!-grite saltando de la silla de la cocina.—¿Donde estuviste Peter?-grite aterrada, pero este no parecía el.
Tenía esos ojos llenos de furia que se tornaban casi negros, y caminaba hacia mi.
—¿Liz?-pregunte, mi cuerpo temblaba del miedo conforme se acercaba más.—¿Donde...
Un golpe en mi rostro me hizo caerme al suelo, mi mano cubrió mi mejilla mientras lo miraba aturdida.
—¿Que cono te pasa Peter?-grite aterrada, deslizándome con mis piernas para alejarme de él, quien se seguía acercándo después de la peor cachetada que me habían dado en mi vida.—¡AYUDA!
Grite cuando vi que este no quería parar, hasta que el pecho me dolió, pero para mantenerme callada, rodeó mi cuello con sus manos, levantándome contra la pared.
—Aléjate de mi Mary Jane Watson... aléjate...
—¿Todo bien ahí?-comenzaron a golpear la puerta.—¡Estoy llamando a la policía!
—¡AYUDA!-volví a intentar gritar, y los golpes en la puerta se habían hecho más fuertes, pensé por un segundo que me estaba tragando con su mirada vacía, mientras me dejaba sin aire, pero cuando pudieron abrir la puerta, Peter salió corriendo, rompiendo una de las ventanas y marchándose con una de las telarañas.
—¿Estás bien? ¿Que pasó?-eran varias de mis vecinas corriendo ayudarme, mientras sue otras iban hacia la ventana rota.—¿Intentarln robarte?
Mi pecho no dejaba de subir y bajar del susto...