Wes insistió encarecidamente en acompañarla hasta su casa, aunque sinceramente estaba agradecida.
No disponía de coche propio y el viaje hasta allí en taxi le habría costado un ojo de la cara.Además, no confiaba en que la amenaza que lanzó contra Roger fuese suficiente para mantenerle alejado, aunque lo esperaba.
Cuando llegaron, Julian ya se encontraba esperando por ella, y tenía que admitir que en cuanto este vio a su acompañante, su semblante se ensombreció.
Wes se mantuvo al margen mientras ellos hablaban, aunque su presencia era imposible de ignorar.
—Esto sería todo. Realmente vas a hacer lo mismo aquí que en la oficina. Puedes desviar las llamadas a tu teléfono móvil en caso de que tengas que ausentarte por cualquier motivo.
—Eso es genial, Julian. Muchas gracias.
—También quería informarte de que Roger renunció voluntariamente a su empleo. Por lo que he sabido por recursos humanos, volvió al norte con sus padres.
Contuvo el estremecimiento que su nombre le causaba y se limitó a asentir.
—Dejó algo para ti en tu mesa. Lo he traído en caso de que quieras leerlo.
Extendió un sobre blanco en su dirección y dudó unos segundos antes de tomarlo.
No quería decidir nada frente a ambos hombres.—Te dejo entonces y bienvenida de nuevo, Sunny.
—Muchas gracias.
Le acompañó hasta la puerta y la cerró en cuanto este desapareció de su vista.
—¿Estás bien, cariño?
—Un poco aturdida.
Le mostró el sobre pero él no hizo ademán de cogerlo. Solo la observó.
—¿Crees que debería abrirlo y ver que dice?
—Solo si estás lista. Según ha dicho tu jefe, se ha marchado y no va a molestarte más. Cuando sea el momento y estés preparada, ábrelo.
—Tienes razón.
—De acuerdo, entonces a ver que te parece esto. Ve a ponerte aun más hermosa y vamos a comer algo por ahí.
Eso la hizo sonreír y no dudó en aceptar. Se preocuparía de lo que había en el interior de ese sobre más tarde.
La Sunny del presente tenía otros planes.---------------
Con el paso de los días, volvió a habituarse al ritmo de trabajo y mantenía comunicación únicamente con Julian ya fuera por correo electrónico o por llamadas.
Por otra parte, su relación con Wes era increíble. Se veían a diario y pasaban los fines de semana juntos forjando algo real, sólido y sincero.
Su historia, la que había reescrito, estaba teniendo muy buena acogida entre los lectores e incluso había sido invitado a unos pocos eventos de escritores independientes para hablar de este y firmar algunos ejemplares.
Pese a lo nervioso que le ponía todo el asunto teniendo en cuenta lo ocurrido la última vez, había decidido afrontar su miedo e intentarlo de nuevo. Esta vez, con su chica a su lado.
Aquello resultó mejor de lo esperado.
Dedicó y firmó más de un centenar de ejemplares. Posó para fotografías y al final de la noche, durmió en brazos de la mujer de la que estaba enamorado.No fue hasta una mañana, casi seis meses después del accidente, que Wes despertó en una cama fría.
Extrañado porque normalmente era él quien siempre madrugaba, se levantó para ver qué era lo que hizo que Sunny abandonase el calor de sus brazos.
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Historias cortas
Short StoryAquí podéis encontrar los relatos que vaya escribiendo de a poco. No sé cuantos serán en total, pero espero que disfrutéis de ellos igual que con mis otras historias. Registrado en Safe Creative Portada @SoniaLopezSouto