Historias cortas

Noche de Carnaval 1/5

La noche había llegado.
Normalmente Allison no era de las que se disfrazaba, pero aquella noche era distinta.
No solo era Carnaval, sino que además, junto con sus amigas más cercanas, iban a festejar la despedida de soltera de una de ellas.
Giselle iba a casarse con su novio de toda la vida, y eso estaba bien, si Giselle tuviese más de dieciocho años.
Sin embargo, siempre fue una chica que sabía lo que quería, y quería casarse.
Pese a lo mucho que todas pensaban lo loco que era todo, ninguna dijo nada.
Nada ni nadie haría que Giselle cambiase de opinión.
Ni siquiera sabiendo que el novio no la amaba.

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Habían alquilado una suite en el Bellagio, y mientras todas se preparaban, prestando toda la atención a la futura novia, Allison salió al balcón a fumar.
El vicio era malo, pero solo fumaba cuando estaba ansiosa. Y esa noche lo estaba.

Una maldición vino del balcón de al lado y se puso tensa.
Sabía perfectamente de quien se trataba.
Inhaló con fuerza y cerró los ojos dejando que el efecto calmante que la nicotina producía en ella la llenase.

-Estás hermosa, Ally.
Ally. Solo él la llamaba así. Nunca permitió que nadie más abreviase su nombre.
Era solo algo de ellos dos.
Algo que compartían cuando estaban solos.
Sintió sus manos temblar y apagó el cigarrillo antes de que acabase quemándose.
-Gracias. ¿Por qué no estás vestido aún?
Él solo se encogió de hombros mientras miraba la hermosa vista.
Las Vegas era impresionante.
-Pídeme que detenga esto.
Otro escalofrío la recorrió antes de negar con la cabeza.
-¿Por qué te casas con ella si no la amas?
Sabía que se arrepentiría de preguntar, no obstante las palabras escaparon de todas formas de sus labios.
-Porque la persona con la que realmente quiero casarme no me ama. Lo dejaste muy claro, Ally.
-Seth...
-Déjalo. Preferiste hacer que nunca sucedió, cuando ambos sabemos que daría lo que fuese por haber detenido el tiempo aquella noche. Pero como ya he dicho, fuiste muy clara. Nos vemos abajo.

Las piernas le fallaron cuando él volvió a entrar en su propia suite con el resto de sus amigos.
Giselle había insistido en celebrar una despedida de soltera conjunta y por eso ella estaba atrapada ahí, mientras se tragaba las lágrimas, sabiendo que aquella noche, dos meses atrás, había cometido un enorme error.
Llevó las manos a su vientre conteniendo las ganas de devolver.
Pondría su mejor sonrisa y trataría de pasarlo bien, incluso cuando su corazón estaba roto en mil pedazos.

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Después de que se reunieran todos en el hall del hotel, pasaron al restaurante para cenar algo antes de ir al casino y después a un espectáculo erótico especialmente para ellos.
Que el padre de la novia fuese dueño del hotel, hacía que las cosas fueran mucho más fáciles.

Mantuvo la sonrisa toda la noche mientras veía a Giselle soplando los dados de Seth para darle suerte, o cuando les veía besándose.
Todo lo que Allison quería era volver a la suite, meterse en la cama y olvidar todo lo que estaba ocurriendo. O mejor aún, regresar a su apartamento y beber hasta que perdiese el conocimiento.
Bien pensado, podría hacer eso en ese mismo momento.
Al fin y al cabo, todo iba a cargo del padre de Giselle, ¿verdad?

Con esa idea en mente, caminó hacia la barra mientras el espectáculo continuaba.
Se sentó en un taburete e hizo un gesto hacia el camarero.
-Un chupito de tequila y deja la botella.
-¿Está segura señorita?
-Por supuesto. Estoy de celebración. ¡Por los novios!