Alexia se encontró, de pronto, cómoda junto a Oliver.A pesar de como la había encontrado, y la cantidad de lágrimas que derramó desde ese momento, él había logrado hacerla sonreír, aunque momentáneamente.
Tratando que olvidase el dolor que parecía consumirla, Oliver le contó un poco acerca de su vida y el motivo por el que se encontraba en el hospital.
-Debe ser duro para ti ver a tu amigo en ese estado.
-Lo es. Francamente, he perdido toda esperanza en que las cosas cambien. Me temo que no me queda más que ingresarlo en una clínica de desintoxicación. Si los profesionales no pueden ayudarle, no sé que más podría hacer.
La mano de Alexia fue directamente a las suyas mientras mantenía la taza de café entre ellas, y una ligera corriente envolvió su cuerpo con ese simple toque.
-No te rindas, Oliver. Quizá ahora veas que no tiene solución, pero estoy segura de que con cariño, apoyo y la ayuda que vas a brindarle serán suficientes para que él comprenda que la vida merece la pena vivirla. Incluso cuando sentimos que no hay salida.
Oliver presintió que hablaba por su propia experiencia, y queriendo brindarle también algo de consuelo, estaba a punto de preguntar, cuando el teléfono de ella volvió a vibrar a su lado.
Ante el suspiro de derrota que salió de sus labios, se tensó.
¿Por qué el chico seguía insistiendo si era obvio que ella no quería hablar con él?
-Supongo que es mejor que me vaya. Muchas gracias por todo, Oliver. Estoy agradecida de que me encontrases y que te hayas quedado conmigo. Estoy más tranquila ahora.
¿Ella se iba?
Se puso en pie al mismo tiempo que ella y la cogió del brazo.
-Espera.
Sus ojos lo mantuvieron cautivo unos segundos hasta que una débil sonrisa curvó los labios de Alexia.
-No quiero entretenerte más, Oliver. Es mejor que vuelva a casa y responda esas llamadas. Ted no va a detenerse y temo que es capaz de coger el primer vuelo desde Londres sino respondo pronto. Tengo un hermano un poco sobreprotector.
El aliento que no sabía que estaba reteniendo, escapó facilmente de sus labios aliviando un poco el peso de sus hombros.
Entonces ese chico era su hermano.
-Te deseo suerte con tu amigo. Y gracias de nuevo.
Vio como ella se acercaba cada vez más a la puerta de la cafetería, cuando la llamó.
Sus ojos aun estaban enrojecidos a causa de las lágrimas, pero aun así, estaba increíblemente preciosa.
-¿Querrías cenar conmigo?
🍼🍼🍼🍼🍼🍼🍼🍼🍼🍼🍼🍼🍼🍼🍼🍼
La pregunta la tomó por sorpresa.
¿Como después de verla en semejante situación, todavía le quedaban ganas de invitarla a cenar?
-Por favor, di que si. Todavía no estoy listo para despedirme. Quiero conocerte más y quiero que tu me conozcas a mí.
-No hay mucho que decir sobre mi, Oliver.
-Estoy seguro de que eso no es cierto. Creo que hay mucho más de lo que estoy viendo, y estoy deseando descubrirlo.
-¿Es un juego?
Se apresuró a negarlo. Lo último que quería era que ella pensase mal de él. Quizá otro se aprovecharía estando ella aun vulnerable, pero él no.
De verdad quería conocerla, y temía que eso no cambiaría después de una o cien cenas.
-De acuerdo-Alexia le tendió su teléfono antes de añadir-. Guarda tu número en la memoria. Te llamaré.
No era lo que esperaba, sin embargo, confió en que ella se sintiese del mismo modo y accediese a llamarle pronto, porque tenía que volver a verla.
-Cuidate, Alexia.
Una sonrisa sincera apareció en sus labios dejándole momentáneamente sin aire.
-Tu también, Oliver. Hasta pronto.
Esas palabras le sonaron como una promesa, y con una sonrisa aun en el rostro, fue a ocuparse de Jake.
Ojala Alexia tuviese razón y todo lo que estaba a punto de hacer fuese para ayudar a su amigo.
Esta, por su parte, llegó a su coche y llamó a Ted antes de ponerlo en marcha.
-Maldita sea, Alexia. ¿Por qué no contestaste a mis llamadas? Te juro que voy a coger el primer avión si...
-No es necesario, Ted. Estoy bien.
-No me mientas, Alexia. A mi, no. Sé que no lo estás. ¿Qué ha pasado? No fuiste muy clara en tu mensaje.
-La chica ha querido quedarse con el bebé. Ya me advirtieron que eso podía suceder, pero aun así...
Tomó aire para evitar que las lágrimas volviesen a salir.
La tristeza todavía apresaba su corazón, no obstante, se sentía algo más ligera después de su charla con Oliver.
Sonrió recordando como la había abrazado.
-Lo lamento mucho.
-No pasa nada. Ya habrán otras oportunidades. Y siempre puedes hacerme tía, con el tiempo. Consentiría a tus bebés muchísimo.
-Sé que lo harías, y ellos tendrán la mejor tía del mundo. No tengo ninguna duda de ello.
-Escucha, Ted. Voy a ir volviendo hacia casa ahora, así que voy a colgar, pero estoy bien, lo prometo.
-Quiero que me llames si me necesitas, Alexia. Estoy lejos, pero todavía puedes contar conmigo.
-Lo sé. Hablamos más tarde. Te quiero.
-También te quiero.
Mientras conducía de vuelta a casa con la ventanilla bajada para permitir que el aire jugase con su pelo, pensó de nuevo en Oliver.
Quizá, y solo quizá, le llamaría para esa cena.
Tal vez, ella podría cocinar algo en casa a modo de agradecimiento.
Contenta con esa idea, encendió la radio y cantó mientras el peso que tenía sobre su corazón, se hacía algo más llevadero.
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Feliz cumple @MonicaBenitez6. Te quiero muchísimo.
Aunque lejos, celebro este día contigo.
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Historias cortas
Short StoryAquí podéis encontrar los relatos que vaya escribiendo de a poco. No sé cuantos serán en total, pero espero que disfrutéis de ellos igual que con mis otras historias. Registrado en Safe Creative Portada @SoniaLopezSouto