Este es el último capítulo de esta historia corta. Aunque, la verdad no planeaba hacer tantas partes.
Ya os dejé el enlace de la historia donde podéis conocer a Mariano Rodriguez.
Gracias de nuevo almarianna por prestarme a Nano. Os dejo un GIF de él en el multimedia 🥰🥰🥰🥰.--------------
Después de contactar nuevamente con Mariano Rodriguez y que este investigase un poco, descubrió quien ayudaba a Joel y por ende, quien estaba tras la muerte de Jake.
A pesar de que debería haber sido una sorpresa, no lo fue.Para empezar, accediendo al informe forense, el señor Rodríguez había descubierto no solo que la caída no fue lo que mató a Jake, sinó que para cuando su cuerpo golpeó el suelo, ya estaba muerto.
Alguien le había inyectado el sedante suficiente como para que no pudiese defenderse, finalmente provocándole una sobredosis, y esa persona había sido el mismo que les entregó la fotografía que supuestamente Jake sostenía en su mano.
Cuando esto fue descubierto y las autoridades accedieron al centro en busca del forense, este había desaparecido.
Encontrarle si fue algo más difícil, aunque un par de semanas después de la muerte de Joel, le encontraron tratando de escapar del país.
Fue sometido a interrogatorio y finalmente descubrieron quien estaba tras todo aquello.
Cuando Gina Olsen entró en la sala de interrogatorios, estaba tal cual la recordaba Oliver.
Ver a su ex pareja allí, sabiendo que estaba tras todo lo ocurrido, le enfureció.
Si Alexia no se encontrase a su lado tras el cristal tintado observando el interrogatorio, lo más probable sería que interrumpiese todo pidiéndole explicaciones.
Ambos escucharon atentamente como admitía que llevaba tiempo planeando vengarse.
—Sabía lo importante que Jake era para Oliver, así que tenía que desaparecer. Nadie extrañaría a ese chico más que él. Era un caso perdido. Se lo dije a Oliver muchas veces, pero él se negaba a escucharme. Decía que no podía abandonarle al igual que otros lo hicieron antes, que necesitaba apoyo y comprensión, y eso acabó finalmente con nuestra relación.
—¿Y que tienen que ver con eso la señorita Alexia Harris y su hermano? ¿Y como conoció a Joel Thompson?
Una risa estridente por parte de ella estremeció a Alexia.
Rodeándola con sus brazos, la estrechó contra él.
—Era mi marido y el padre de nuestro bebé.
Acarició su vientre apenas redondeado y eso provocó que Alexia se estremeciese de nuevo.
—Joel estaba obsesionado con esa perra. Todo el tiempo hablando de ella y ese maldito tatuaje... ¡Se negaba a eliminarlo! No hacía más que recordarme lo bien que cocinaba, y cuan buena madre hubiese sido si pudiese tener hijos. Y lo último... ¡quería volver con ella con nuestro bebé! Cuando descubrí a Oliver con ella... Solo le dejé saber que su querida Alexia tenía a alguien más.
—¡Hija de puta!— Oliver no pudo contener por más tiempo su enfado.
—Oliver, por favor. No van a dejarla marchar. Con todo lo que está diciendo seguramente podrán encerrarla por un tiempo.
Y afortunadamente fue así.
Ahora podían ser ser felices sin preocuparse más por que nadie fuese tras ellos para hacerles daño a ellos y a su hija.
Si. Finalmente habían ido juntos a hablar con la adolescente que Jake dejó embarazada y acordaron, con contrato de por medio, que en el mismo momento en el que el bebé naciese, se les entregaría a ellos.
🍼🍼🍼🍼🍼🍼🍼🍼🍼🍼🍼🍼🍼🍼🍼🍼
Un año y medio después
—¿Estás lista cariño?
—Si, papi.
—Entonces es la hora. Ve a buscar a tío Ted y a los abuelos y ahora voy a por ti.
Poco antes de que Carly naciese, Oliver le había pedido a Alexia que viviesen juntos. Como su casa era mucho más grande que su apartamento, movió sus cosas hacia allí.
Disfrutaba mucho viendo a su chica grabar sus videos para sus seguidores. Disfrutaba también probando cada una de sus recetas y por eso, una mañana mientras ella hacía un directo, se le ocurrió algo que esperaba que saliese bien.
Su relación no podía ir mejor. Ambos hacían lo que les gustaba, pasaban tiempo juntos y habían congeniando bien con la familia del otro.
Sus padres habían acogido a Alexia y a Ted bajo su ala y se aseguraban siempre de hacerles partícipes de todo lo que incluyese a la familia.
Ted seguía en Londres, viviendo sus años universitarios y trabajando en la tienda de discos.
En poco más de una semana, viajaría para poder conocer a su sobrina.
Tomando una respiración profunda, se sentó en uno de los taburetes de la isla de la cocina y observó como Alexia hacia el directo esperando a que llegase el momento.
Le había llevado algo de tiempo planear las cosas.
Por suerte, ella solía comentar siempre con él lo que tenía intención de hacer en sus videos, por lo que solo tuvo que adelantarse y colocar su sorpresa en el lugar adecuado.
Fue imposible no sonreír mientras ella interactuaba con sus seguidores, y al final, el sorprendido acabó siendo él, cuando después de guiñarle un ojo, giró el ordenador y le enfocó.
—Muchos me habéis preguntado acerca de como me van las cosas últimamente. Ya os comenté, que he empezado una relación y hoy quiero presentaros a mi chico. Di hola, cariño.
Mostrando una enorme sonrisa a la cámara, saludó a los suscriptores después de dejar un beso en sus deliciosos labios.
Podría cansarse de algunas cosas en la vida, pero jamás de sus besos, ni de ella.
Aprovechando la situación, decidió adelantar las cosas, y extendió la mano hacia el bote de azúcar, cogiendo algo de su interior.
—Voy a arriesgarme hoy, Alexia.
Ella le miró extrañada hasta que le vio hincar una rodilla en el suelo.
—Hay— mirando hacia el ordenador, se fijó en el número de personas que había mirándoles en ese momento— casi mil personas al otro lado esperando a que me hagas un hombre decente y respondas que si.
La sonrisa en su rostro le dio la respuesta, aun así, esperó pacientemente en su posición y le mostró la cajita que había escondido dentro del azúcar.
—¡Siiiiii!
La receta quedó momentáneamente olvidada, pero esperaba que sus suscriptores lo comprendieran.
Después de un beso de lo más apasionado frente a la cámara, comprobaron los cientos de mensajes de felicitaciones y cuando el teléfono sonó para anunciar que el bebé estaba por nacer, no les quedó más remedio que despedirse y prometer pronto un nuevo directo, esta vez, con la familia al completo.
Había pasado tiempo desde entonces, y por fin había llegado el día en que uniría su vida para siempre con Alexia.
Una vez junto al párroco, le guiñó un ojo a su pequeña que cruzaba el pasillo repartiendo flores de la mano de su abuela.
Ella le lanzó un beso con la mano antes de apartarse a un lado y dejarle ver a su chica, del brazo de su hermano, caminando hacia él con esa sonrisa que le había enamorado desde el primer momento, y sobre todo, con la canción que cantó con Ted en el karaoke aquella noche dos años atrás, donde robó su corazón y lo hizo suyo.
-------------------------------------
Y aquí acaba esta historia. Espero que os haya gustado. Voy a centrarme un poco en la nueva que estoy escribiendo y que voy a empezar a subir ya mismo.
Tengo otra corta en mente empezada, pero tendrá que esperar.
Un fuerte abrazo y nos leemos pronto.
ESTÁS LEYENDO
Historias cortas
Short StoryAquí podéis encontrar los relatos que vaya escribiendo de a poco. No sé cuantos serán en total, pero espero que disfrutéis de ellos igual que con mis otras historias. Registrado en Safe Creative Portada @SoniaLopezSouto