Historias cortas

Madre 2/16

Pese a lo pensado anteriormente, realmente disfrutó celebrando con Ted.

Después de un par de chupitos y una jarra de cerveza, se enfrentó a uno de sus mayores temores: El karaoke.

Convencida una vez más por su hermano menor, ambos subieron al escenario e iniciaron un dueto.

Somethin' Stupid de Robbie Williams y Nicole Kidman fue su elección. No por lo que significaba, sino porque ambos amaban la letra. Sus padres solían bailarla años atrás interpretada por Frank Sinatra. Ellos siempre compartieron ese bello momento después de las cenas familiares y era un recuerdo que Alexia y Ted guadarían eternamente en sus corazones.

Desgraciadamente, un accidente de avión diez años atrás, les había arrebatado la vida y condenado a los hermanos a una profunda tristeza.

Alexia había trabajado duro para mantener no solo un techo sobre sus cabezas, sino a un pre adolescente seguro.

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Mirando al pequeño escenario, Oliver mantuvo fijamente los ojos sobre la mujer que cantaba en el escenario.

Había estado observándola desde que entró por la puerta del brazo del chico con el que estaba cantando en ese momento.

Su cuerpo había reaccionado inmediatamente a ella, deseando acercarse, pero manteniéndose donde estaba para evitar problemas.

Ella ya estaba acompañada de todas formas.

De todos modos, sus ojos siguieron sobre su precioso y curvilineo cuerpo, su sincera sonrisa y el brillo en sus ojos.

Desde donde estaba no podía adivinar el color. La tenue luz del local tampoco era de ayuda, y Oliver se encontró de pronto queriendo estar en el lugar de su acompañante.

Echó su cuerpo hacia adelante y se removió incomodo en su asiento cuando vio que no solo cantaban, sino que bailaban siguiendo el ritmo de la música a la perfección.

Cuando la canción acabó, ambos hicieron una florida reverencia antes de dejar los micrófonos en su lugar y regresar a su mesa antes de tomar una última copa e irse.

Se dispuso a seguirla para comprobar si ellos se marchaban juntos a casa, pero entonces su teléfono sonó y cuanto vio quien llamaba supo que aunque no quisiera, debía atender.

-¿Que hizo ahora Jake, mamá?

-Ha dejado embarazada a una alumna. La niña no tiene más de dieciséis años.

Maldijo por lo bajo antes de asegurarle a su madre que iba en camino.

Iba a matar a Jake en cuanto lo tuviese en frente.

Subió a su coche y arrancó, dejando atrás a la única mujer que había llamado su atención en los últimos cinco años.

Una vez en casa de sus padres fue directo hasta el salón donde sabía con seguridad que encontraría a su familia.

Para mayor frustración, Jake no se encontraba allí, pero su alumna y los padres de esta, si.

-Hijo, gracias por venir.

Su madre se acercó a él y le dio un beso en la mejilla.

Oliver se presentó a los padres de la chiquilla y a esta.

La chica estaba totalmente aterrada y supuso que tenía sus motivos.

Su embarazo no parecía muy avanzado, no obstante se vio obligado a disculparse con ella.

Jake era su responsabilidad. Pensó que había hecho un buen trabajo con él como hermano mayor, pese a que no les unía ningún lazo de sangre.

Se unió al programa varios años atrás, cuando su pareja de entonces lo convenció de que sería un buen hermano mayor para todos aquellos chicos que necesitaban una constante en su vida.

Pese a su inicio tortuoso, Jake había terminado siendo un buen chico que consiguió una beca y acabó su carrera como uno de los mejores.

Sus padres le habían cogido muchísimo cariño y era practicamente como un nieto, pero entonces, después de empezar como sustituto en una escuela secundaria de su antiguo barrio, cayó en algunos viejos hábitos, las drogas, y eso no solo le había traído problemas con su trabajo.

Que hubiese dejado embarazada a una alumna, y además menor, acabaría no solo con su futuro como profesor, sino que condenó a la pobre chica también.

-Como comprenderá, esta no es una situación agradable. No hay modo en que vayamos a permitir que nuestra hija interrumpa el embarazo, pero tampoco va a quedarse con el bebé.

El bebé. Jake debería estar allí responsabilizándose y no él.

-Lo entiendo.

-Lo hemos hablado y vamos a dar al bebé en adopción cuando nazca. No voy a pedirles nada, por supuesto, pero mantengan a ese depravado lejos de mi hija o la próxima vez iremos directamente a la policia.

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Alexia de dejó caer en su cama con una enorme sonrisa en los labios.

Lo había pasado de maravilla e iba a extrañar muchísimo a Ted en cuanto este se fuera.

Todavía tenía todo el verano por delante antes de quedarse completamente sola.

Cerró los ojos y dejó que Morfeo viniese a por ella.