Alexia siempre quiso ser madre.
Si algo sabía con seguridad, incluso cuando no estaba en su mejor momento, era que sobre cualquier otra cosa en el mundo, ese era su mayor deseo.Precisamente por ello, se había inscrito en el registro estatal de adopciones.
Si bien nunca pensó que tendría que hacerlo sola, su situación no le dejaba otra alternativa.
Su novio la había dejado en cuanto descubrió que jamás podría darle un hijo.
Su esterilidad la había golpeado con fuerza, pero se negó a seguir llorando y lamentándose.
Sin embargo, con el pasar de los meses, su esperanza menguaba.Estaba profundamente agradecida a su hermano, quien no solo la apoyaba en su decisión, sino que siempre y contra todo pronostico, le había demostrado una lealtad absoluta.
-¿Alexia, estás en casa?
La voz de su hermano la hizo sonreír mientras se ocupaba de la preparación de la cena que iban a compartir esa noche.
-Sigue el olor de la comida-respondió riendo.
Poco después, Ted entró en la cocina con una bolsa de papel marrón en una mano y con el correo en la otra.-¿Eso que huelo es lasaña?
-Por supuesto. Tu favorita.
-Podría besarte ahora mismo, hermanita. ¡Muero de hambre!
Como siempre, Ted era un exagerado. Incluso si hacía apenas un par de horas que se había comido un bocadillo de media barra, él seguía con hambre, y no lo entendía, porque el hombre era delgado como un palillo.
Alexia, sin embargo, tenía unas poderosas e impresionantes caderas, que llamaban demasiado la atención a su paso.-¿Que traes ahí? ¿Hay noticias de la Universidad?
Ted había solicitado plaza en varias de ellas, no obstante tenía esperanzas en que Oxford le aceptase. Incluso si eso le obligaba a irse lejos de ella.
-Todavía no he mirado.
Ted se sentó en un taburete en la isla de la cocina y cogió un trozo de pan de ajo que se llevó a la boca, quemándose en el acto, lo que la hizo reír aún más.
Su hermanito era demasiado impaciente.🍼🍼🍼🍼🍼🍼🍼🍼🍼🍼🍼🍼🍼🍼🍼🍼
-Ted, estás retrasando abrir esa carta demasiado. Ya no queda más lasaña. Ábrela de una vez.
-¿Y si me han rechazado?
Era difícil ver a su hermano dudando de algo, cuando normalmente iba por la vida viviéndola al máximo.
Solo hay una vida, Alexia. ¿Por qué perder el tiempo?
-No puedes vivir del y si. Vamos. Quiero celebrarlo.
-Ni siquiera sabemos si me han aceptado. Podría ser una negativa.
-¿Quieres que la abra yo?
Realmente estaba dispuesta a ello, pero algo le decía que realmente él se iba a ir a Londres. Ted podía comportarse como si no hubiese mañana, pero era la persona más responsable y cuerda que conocía.
-Creo que debo ser yo quien lo haga.
Ambos estaban sentados de lado en el salón, en el sofá de tres plazas, mirándose.
Las manos de su hermano temblaban mientras abría el sobre y procedía a sacar la carta y a desdoblarla.
Desde donde estaba, Alexia sonrío. La carta no venía sola. Un folleto de la Universidad la acompañaba, y de ser rechazado, no se hubiesen molestado.
Sus ojos se encontraron y la sonrisa de Alexis se amplió al ver como los labios de su hermano se curvaban hacia arriba antes de soltar un grito de júbilo y lanzarse hacia ella para abrazarla.
Se alegraba mucho por él. Si alguien se merecía aquello era Ted.
-¡Felicidades!
-Gracias. No lo hubiese logrado sin ti, Alexia.
-Todo esto es resultado del enorme esfuerzo que hiciste hincando los codos todas las noches desde que empezaste la secundaria.
-Ahora si que lo vamos a celebrar. Ponte tu mejor vestido, hermana. Vamos a salir.
Ni siquiera se molestó en decirle que no le apetecía.
Saldría y celebraría con su hermano.
Quizá entonces olvidaría que su ex ya tenía otra mujer y a un hijo en camino.
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Dedico este capítulo a almarianna.
Creo que si te fijas sabrás porqué 😘
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Historias cortas
Short StoryAquí podéis encontrar los relatos que vaya escribiendo de a poco. No sé cuantos serán en total, pero espero que disfrutéis de ellos igual que con mis otras historias. Registrado en Safe Creative Portada @SoniaLopezSouto