Loana:
No me agradaba mucho el hecho de notar el agrado de Santino hacia otra mujer, era tan indeseable, tanto que me molestaba el simple hecho de saber que esa mujer era tan rusa y eso mejoraba mi humor.
Galia: ¿Qué te sucede?
Miré hacia Galia mi mejor amiga, negué con la cabeza dando media vuelta caminando hacia uno de mis sillones del jardín.
Loana: No amo a Santino. Pero me tengo que casar con él.
Galia: Eso ya lo sé, pero tu rostro parece que no estuvieras del todo segura.
Asentí con la cabeza sentándome, tomé mi copa dando un sorbo a mi bebida sin apartar la mirada de Galia, ella sabía que no me quería casar con Santino, entre las dos estábamos buscando como salirme de esa situación.
Loana: Tú mejor que nadie sabes que Santino ha sido el único y el primer hombre en mi vida.
Galia: Pero no entiendo el motivo por que le haces creer que están con quien se te ponga en frente, la verdad si fuera mi prometido Santino, desde cuando ya me hubiera casado con él.
Rodé los ojos, sabía que muchas son las mujeres que desearían por tener a un Santino en su vida y ni que decir en su cama.
Loana: solo, si me quiero casar, pero no ahora, él tampoco lo quiere. Pero mi padre con tal de quedar bien él le ha dicho que sea después de la gala.
Las dos nos miramos entre si, a un mes prácticamente de la noche de Gala más esperada para muchos de la mafia que las nuevas alianzas se tenían que tomar muy en cuenta por el crecimiento.
Tomé el tenedor, sacando una de las cerezas que andaba nadando en mi bebida la sostuve del gajito llevando hacia mis labios, la mordí empezando a masticar, cerré los ojos disfrutando si exquisito saber. Las imágenes de lo que pudiera funcionar empezó a pasar por mi mente, abrí los ojos viendo a mi amiga que tomaba sus bocados de fruta.
Loana: La Rusa asquerosa me puede servir.
Galia: ¿Qué Rusa?
Loana: Una asquerosilla por allí, se portó grosera y Santino la terminó por echar de nuestro restaurante.
Galia: ¿Una rusa en el restaurante de Santino? Iiiuuuu…
Loana: aaaajjj, no sabes como disfruté cuando le dio su paga despidiéndola, pero sabes, no es que ella me sirva del todo, pero…
Empecé a contarle a mi amiga lo que se me estaba planteando en este momento, ella estaba hasta con la boca abierta al escuchar el plan que estaba pensando para esta ocasión, claro que tendría que conocer donde vive y todo de ella, pero sería un punto a mi favor.
Galia: Estas pero mal del cerebro. ES UNA MALDITA RUSA.
Loana: Por esa razón necesito que sea solo por un momento ella.
Ella no estaba muy de acuerdo. Tomé mi móvil escribiendo a Preston, necesitaba de dar con esa chica, que no es que le hiciera nada, solo que estoy muy interesada en muchas cosas para librarme de Santino, al menos en este momento él pudiera pensar que estamos preparando la boda, cuando solo estoy pensando en escapar. Las ideas iban y venían. Para mi era la mejor idea que se pudiera ocurrir, todo sea para que Santino terminara por sacarla de nuestro país.
El mesero de la casa se nos acercó sirviéndonos de nuevo otra copa.
Galia: Nena, creo que es mejor que le digas a Santino que no te quieres casar, para que complicar las cosas.
Loana: En primera, por que sería la manera que Santino me diera tiempo, en segundo, tengo que buscar la persona perfecta para tener a mis ordenes… todas las personas tenemos un punto débil.