Noche de la Gala Italiana:
Santino Carlucci:
La noche de Gala estaba siendo un total éxito, muchos Jefes de la Mafia Italiana había concretado su participación donde era importante para las nuevas alianzas, alianzas que prometían uniones y más voluntarios para la entrada a la misma práctica.
Levanté mi mirada hacia las bailarinas demasiadas atractivas, levanté mi vaso dedicando un brindis hacia una de ellas, tenía una mirada super intensa, sabiendo quienes éramos los que estamos presente en esta gran noche de Gala. Por el antifaz que tenía no podía apreciar la belleza de cada mujer.
Fabricio: Santino, me agrada mucho verte en esta noche.
Rodé los ojos al escuchar al padre de Loana Mozzi, mafioso que se había llenado los bolsillos gracias a la información que había pasado a una de las agencias secretas donde teníamos muchos contactos.
Santino: Es un placer tenerte aquí.
Miré por ambos lados esperando ver a Loana, que agradecía que no estuviera aquí.
Fabricio: Loana no debe tardar en llegar.
Santino: Mejor.
Miré del lado derecho donde estaba una mujer super hermosa, la bailarina que me había llamado la atención, movía sus pañuelos de un lado y del otro, todos miraban sus exquisitos movimientos, le sonreía cuando dejó rosar uno de los pañuelos sobre uno de mis hombros. Demasiado coqueta y provocativa.
Levanté mi mirada hacia donde estaban entrando para la reunión extraordinaria, solté un gran respiro al tener que irme sin conocer y tener un buen momento con esta mujer. Me aparté hasta del mismo padre de Loana. Fabricio nunca ha sido de mi confianza, pero el tratado era en tener que contraer matrimonio con su hija, ha decir verdad solo me gustaba compartir la cama con ella, sabía del poco interés de ella en querer casarse, así que solo retrasaba el tratado. Empujé la puerta viendo a todos los demás ya en su lugar. Cerraron la puerta por uno de mis hombres.
Gadiel: Señor. Llegó el cargamento.
Asentí con la cabeza, tenía que escuchar a estos hombres.
Hombre: Señor Santino, su cargamento ha llegado.
Rodeaba la mesa viendo que en ella estaba mi mayor cargamento, admiraba la perfección que tenía cada uno de los receptores de lujo que contenía toda la información de nuestra mafia, desde los integrantes, la lista de nuestros enemigos, los trabajos que se han realizado, las propiedades, los territorios, la droga que se estaría manejando, las armas y todo el equipo de alta amenaza.
Me acerqué a la mesa viendo uno de ellos siendo el principal y más importante, lo tomé del estuche observando a la perfección cada detalle, lo mínimo que fuera, le hacía un gran reconocimiento conociendo todo lo que pudiera significar e identificar.
Santino: el reloj del año.
Hombre: Señor, el diseñador, fue nombrado por el mismo Ju…
Levanté mi mano, habían muchos hombres que no tenía la confianza de dar a conocer las personas que pudieran estar involucrados con esta información.
Santino: Me imagino que este juego de relojes, son los que contienen todo.
Gadiel: Señor, tal como lo pidió.
Miré hacia mi hombre que estaba siempre a mi lado. Pasé mis dedos lentamente por el grabado que demostraba que tenía mi nombre en lenguaje braille. Cerré mis ojos recordando a Shantal, la manera que movía sus dedos tratando de leer para entender lo que ella necesitaba, la manera que se comunicaba conmigo. La manera de saber lo que ella quería. Abrí mis ojos, todos me miraban.