Nahir:
Revisaba los medicamentos que me había tomado, los marqué con sus respectivos horarios, Nelly me ayudó a ponerlos en una de la gavetas que necesitaba mantenerlos en refrigeración.
Nahir: No pensé que necesitaran refrigeración.
Nelly: Tengo entendido señora que el señor Dimitri trabaja con células madres.
Sonreí asintiendo con la cabeza, eso era cierto, en su informe si lo decía. Me estiré un poco saliendo de la habitación.
Nahir: ¿Hay alguna portátil que pueda utilizar?
Nelly: La de señor en su despacho.
Asentí con la cabeza, bajaba las escaleras tranquilamente, miré que no había nadie, tampoco sé a que hora vendrían, con todo lo de Shantal podría tardar y no creo que Santino la quiera dejar solita.
Entré al despacho, miré a su alrededor, que diferente se veía sin Santino dentro, era como si le hiciera falta la presencia de él.
Nahir: Me puedes traer algo de frutita. Muero de hambre.
Nelly: con gusto señora.
Salió cerrando la puerta, caminé admirando y percibiendo el aroma peculiar de Santino, cerré mis ojos tropezándome con una de las mesas, entrecerré los ojos negando con la cabeza, hasta pensar en Santino me distrae.
Sonreí como una tonta, pasé mis dedos por encima de la silla que gritaba por donde la tocara su nombre. Me senté, acercando un poco, mis manos pasaron por encima del escritorio, ni una partícula de polvo. Habían demasiado cajones, nunca me había tomado la molestia de entrar sola a este lugar, abrí el primero, habían muchas cajetillas de cigarros, tomé una inhalando su olor, clásico a como olía muchas veces él. La dejé cerrando, abrí el otro, viendo muchas carpetas, hojeaba algunas pero ninguna que me llamara la atención. La cerré abriendo el ultimo cajón, entreabrí mis labios al ver muchas armas… Armas que eran de la utilidad de Santino. Tomé una escuchando que la puerta se abrió, la dejé cerrando.
Nelly entraba con una charola, la dejó en el escritorio sonriendo. Aseché un poco por encima de la charola viendo que tenía un poco de todo.
Nelly: Amanda me dijo que coma lo más que pueda.
Nahir: Gracias. Amm, ¿la portátil?
Nelly: en el cajón principal.
Asentí con la cabeza, jalé viendo que ese cajón tenía llave.
Nahir: Nelly.
Nelly: ¿Si?
Nahir: La llave.
Nelly: El señor siempre la lleva con él.
Rodé los ojos negando con la cabeza.
Nahir: como la abro..
Negó con la cabeza levantando sus hombros le hice seña que saliera. Ella solo se quedó mirándome, sostuve uno de los platos con la fruta, esperé a que se marchara, tomando el tenedor, le di un bocado, disfrutando la fruta.
Nahir: Nada de reprimir a mamá. Come. Necesitas alimentarte.
Abrí el otro cajón del otro lado del escritorio, viendo unos estuches, mi sonrisa se dibujo tanto que tomé uno, aquí tenía que haber alguna llave que abriera el cajón. Lo abrí mirando accesorios y pequeñas herramientas para abrir puertas.
Levanté mi mirada, recordé cuando llegué a mi apartamento y la llave no se atoró como era de costumbre. Por eso Santino pudo entrar sin necesidad de forzar nada y dejar todo como estaba.