Nahir:
Solté un gran respiro, aun estaba a tiempo para entrar a este lugar, me acerqué a uno de los hombres que estaba en la entrada, le sonreí un poco divertida, él me miró de arriba abajo, tenía puesto un antifaz completo de rostro, no había manera que supieran que no pertenezco aquí.
Hombre: ¿Quién eres?
Nahir: Llámame, Bella.
Hombre: Bellissima principessa.
Sonreí, aunque estaba pudriéndome de coraje y nervios por el tonito que le daba, bajó la cadena dejando que entrara, tenía en mi bolso hasta lo que me iba a servir y claro la ropa que me había mandado Loana con Cesar. No tuve si quiera oportunidad de revisarla, pero este lugar no pintaba para nada bien, solo eran mujeres que disfrutaban del baile, al menos eso me había dicho Loana.
Entré viendo a otros dos hombres que tenían una libreta de apuntes, me hizo señal para que me acercara.
Hombre: ¿Tu nombre?
Nahir: Bella.
Tragué saliva poniéndome de pie, entreabrí mis labios negando con la cabeza.
Hombre: no estas.
Nahir: bueno, una amiga aquí trabaja, o trabajó, bueno… amm.
El hombre de manera despectiva me miraba, estaba segura que en cualquier momento me pudieran sacar a patadas.
Nahir: Necesito el empleo, aunque sea hasta que busque algo para mantenerme.
Hombre: Aquí sin recomendación no podemos aceptar a nadie.
Sentí como una mano me sostuvo con fuerza, me giré casi golpeando a la persona que me había jalado de esa manera. El hombre la saludo. Solté un gran alivio al mirar que justo a tiempo había llegado Loana.
Loana: Eres la chica que nos envía el señor Ciccio Peroni.
Me quedé sin poder articular palabra, ella levantó una ceja esperando mi respuesta, en mi mente se vinieron las palabras de Santino al mencionar que si quería saber quien era realmente Ciccio.
Hombre: en ese caso, adelante.
Se apartó el hombre cediéndonos el paso, Loana miraba de ambos lados, la miré casi apresurando el paso, estábamos caminando con demasiada rapidez.
Nahir: ¿Qué sucede?
Loana: que si no entrabas, Santino te podía ver en la entrada. Él conoce a cada mujer que trabaja en este lugar, además que el antifaz era para tu baile, no para la entrada.
Nahir: ¿Qué querías que hiciera? Claro que me la tenía que poner antes.
Abrió una puerta, me empujó hacia adentro, miré a otras chicas que solo pasaron su atención hacia Loana, como si supieran quien era, siguieron en lo que estaban haciendo. Me jaló con un poco más de fuerza llevándome a otro lado.
Nahir: AAAyyy…
Loana: Escucha, escucha…
Abrió otra puerta ahora si entrando por completo, miró por ambos lados cerrando, me di cuenta que en este lugar no había nadie.
Loana: Escúchame. Santino le marcó a Ciccio para saber si era cierto que él te había conseguido el empleo, él dijo que si, pero hay algo en Santino que me dice que no lo cree. Así que mucho cuidado en tratar de hacerte la despreocupada y no tomar tus precauciones. ¿entendido?
Nahir: ¿de que hablas?
Loana: Santino me dejó en claro que lo estoy traicionando, y como te dije lo que estoy haciendo eso es. No quiero que todo se vaya a la mierda, así que si te toca, dejas que te toque.
