Santino:
Respiré profundamente, me sentía un poco cansado por la noche que tuve, me puse de pie dando un toque al cigarrillo, miré hacia el ventanal negando con la cabeza, la camioneta de Loana estaba arribando en la entrada. Rodé los ojos sabiendo que empezaría un día pésimamente, pero solo eso me quedaba, escuchar ahora cosas de la boda.
La puerta se abrió, me di la media vuelta viendo a Danelik que entraba con el portafolio que le había solicitado, lo dejó en la mesa abriéndolo, lo miré que era suficiente dinero que tenía que entregarle a Loana.
Santino: ¿Está completo? No quiero empezar a escuchar a una mujer que no para de hablar.
Danelik: si, todo está completo.
Me extendió su mano con una carpeta en mano, la tomé mirándola, le hice gesto preguntando de lo que se trataba.
Danelik: es un barrio donde provino la señal.
Santino: ¿Qué señal?
Danelik: La persona que entró a nuestro sistema.
Levanté una ceja pasando mi mirada hacia la entrada, sonreí viendo entrar a Loana, ella se quitaba el abrigo bajando su bolso del hombro, miró a Danelik arrojando el abrigo hacia ella, Danelik tratando de mantener la calma, lo tomó arrojándolo hacia el sillón.
Loana: más cuidado con mis cosas, no creo que tu jefe quiera invertir en un abrigo cien por ciento de piel.
Danelik: Por tu culpa siguen asesinando a los animales.
Pasé de la discusión de ellas, mi atención estaba en la información que me había entregado Danelik, miré el lugar, un lugar donde los recursos no eran muy buenos, pero dando a entender que allí estaba alguna persona con un gran conocimiento que se atrevió jugar con lo que no debía.
Sentí los brazos de Loana rodear mi cintura, cerré la carpeta dejando en la mesa. Danelik rodó los ojos negando con la cabeza, se dio la media vuelta saliendo del despacho, cerró la puerta pasando mi atención hacia Loana. La sostuve de los brazos apartándola un poco hacía mi.
Loana: ¿Qué te sucede?
Santino: Te he dicho que no me agrada la manera que tratas a Danelik.
Loana: Ayy, Santino te recuerdo que solo la adoptaron tus padres por pena.
Santino: ¿ESO QUEEEE?
Dio un pequeño brinco del susto que le ocasioné por levantarle la voz, ella se acercó un poco más empujándome levemente, reposé mi cuerpo en el escritorio sentándome, tomó mi rostro entre sus manos acercándose un poco queriendo besarme, sostuve sus manos negándome, la aparté sin importarme lo que pensara o dijera.
Loana: ¿Qué? Ahora te molestarás de como le hablo a Danelik.
Santino: Debes aprender a tratarla. Creció a mi lado como una hermana, quiero que la trates como tal.
Loana: Por favor Santino, esa solo busca meterse a tu cama.
Santino: ¿SI ASI FUERA A TI QUEEE? TE RECUERDO LOANA MOZZI QUE TÚ MISMA CAVASTE TU UMBA AL CONFENSARME QUE TE REVUELCAS CON TANTO HOMBRE DE ES POSIBLE. ASI QUE, SI QUERÍAS QUE SOLO TUVIERA LOS OJOS EN TI, LO HUBIERAS PENSANDO.
Loana: Hablamos de Danelik.
Santino: Hablo de ti.
Me senté en la silla, de nuevo tomé la carpeta abriéndola, levanté la tapa del portátil, quería encontrar la IP de la dirección que me había dado Danelik, aunque no lo quiera reconocer, Danelik es una de las personas en la que más confío, cosa que ni Loana ni nadie me haría cambiar de parecer.