Capitulo 82

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Nahir:

(Escuchen- Carmina burana: O fortuna)

Levanté mi mirada hacia la puerta cuando escuchaba que se estaba abriendo. Jalé la argolla de mi dedo quitándola de mi mano, no iba a dejar que sepan que estaba casada con Santino, rápidamente la metí a uno de los bolsillos de los Jeans.

La puerta se abrió dejando en vista al igual que Santino. Tragué saliva, podía ver que se estaba limpiando la parte de debajo de su mentón, estaba con algo de sangre, negó con la cabeza… Me quedé completamente seria, no hablaría ni diría nada que pudiera perjudicar a Santino.

Lestad: Veo que se te pasó rápido el efecto del sedante.

Tragué saliva cuando empezó a dar pasos hacia mi.

Lestad: Veo que has estado revisando la habitación.

No apartaba la mirada de él, di un paso hacia un lado apartándome de él, sonrió denotando que le tenía un miedo, pero más que miedo era un poco de precaución.

Nahir: ¿Quién eres?

Lestad: ¿Sabes? Muchas personas me preguntan lo mismo. ¿quieres ver mi verdadero rostro?

Ya ni saliva tenía para tragar de lo reseca que estaba mi boca, pero asentí con la cabeza, prefería conocer su verdadero rostro antes de seguir viendo la imagen de Santino en él.

Lestad: Harás lo que te pida.

Nahir: Si está en mis posibilidades lo haré.

Lestad: NO ES PREGUNTA, ES UNA AFIRMACIÓN.

Di tremendo brinco del susto que me causó. Miré hacia el armario escuchando de nuevo esos pequeños golpes, él también miró hacia el armario, pasó su mirada hacia mi lentamente.

Lestad: ¿Has visto el lugar?

Negué con la cabeza, él se apresuró caminando hacia el armario, miré hacia la puerta que la había dejado abierta, no me moví ni por un solo centímetro, abrió la puerta hacia el armario se giró mirándome que estaba la estantería en el piso.

Nahir: Me caí en querer tomar esta playera.

Lestad: ¿Solo eso hiciste?

Asentí con la cabeza, mi pecho subía y bajaba mientras se iban armando mil ideas en mi cabeza al tener la puerta abierta, pero si salía en este momento él podría alcanzarme y encerrarme con llave o peor ni poder ver a nadie. Me imagino que las chicas de ese lugar eso le había pasado y por eso estaban encerradas sin poder salir.

Entró hacia el armario. Se dio cuenta que estaba la puerta cerrada que daba acceso al pasillo extraño. Abrió la puerta, fue cuando corrí hacia el armario, jalé la puerta empujando con todas mis fuerzas el vanity del cuarto, me dolía todo el cuerpo, escuché como topó la cerradura con una parte del vanity, lo dejé así como estaba saliendo corriendo de la habitación, jalé la puerta, mientras más tiempo tuviera era mejor para mi.

Miré por ambos lados, no tenía ni la maldita idea por donde era la salida o peor por donde podía salir de este lugar. Como sea lo tenía que averiguar. Corrí de un lado, asegurándome que nadie me viera, en la casa de Santino, siempre habían personas en la entrada cuidando así como otros que se la pasaban rodando el lugar, aquí era diferente.

Llegué a unas escaleras, no daban a la parte principal, pero era lo que menos me importaba, empecé a bajarlas rápidamente, levanté mi mirada, no estaba el otro hombre que me había golpeado.

Salté los últimos tres escalones, el tiempo aquí era oro antes que pudiera volver a caer en manos de ese hombre.

Este lugar no parecía tener salida, corrí llegando a una puerta, pasé mis dedos por alrededor, no tenía cerradura en ninguna parte, tampoco había numeritos para saber si se abría por algún código.

Capitulo sin censura Robando VidasWhere stories live. Discover now