Nahir:
Solté un gran respiro, demasiada información procesando en mi cabeza, ni atención había prestado desde que nos subimos a la camioneta, un sinfín de documentos me habían entregado antes de salir después de todo lo que habían dicho.
Pasaba una y otra hoja sin perder el hilo de todo lo que ellos tenían investigado sobre Lestad y Agnes.
Santino se aparcó dando un fuerte frenon. Los documentos junto con otras carpetas terminaron por caer al piso de la camioneta. Entrecerré mis ojos al ver como se había revuelto. Pasé mi mirada hacia él, que tenía una ceja levantada en forma de advertencia. Le hice gesto de las carpetas en el piso.
Santino: Deberías prestar atención a tu camino.
Rodé los ojos quitando el cinturón de seguridad.
Nahir: Pues estoy leyendo tanta cosa que según el adorado Bastian dijo que tenía que aprender mientras disfruto de mi entrenamiento.
Sonrió negando con la cabeza, avanzó un poco deteniéndose en un espacio del estacionamiento, miré al frente viendo un hospital.
Nahir: ¿Te revisarás la cabeza?
Reí cubriendo mi boca con las hojas que me quedaban en mano, él solo soltó un gran respiro negando con la cabeza, podía ver que estaba de buen humor. Así que no había nada de malo jugar un poco con él.
Santino: Si, claro, mi cabeza pero la de abajo vas a revisar.
Aparté las hojas mordiendo mi labio inferior, subí mis piernas quedando de rodillas en el asiento, acerqué las hojas rosando en su rostro.
Nahir: Sabes que lo haría en este momento. Así que no tientes a la mujer que le gusta probar poesía.
Abrió la puerta sonriendo. Santino cada vez demostraba un poco su lado amable, pero si estuviera de mal humor como era su costumbre no tendría oportunidad de estar ni cerca. Rodeó la camioneta abriendo mi lado. Me ayudó a bajar, acomodé un poco mi vestido mientras él recogía los documentos, los ordenó, tal parecía que hasta de memoria sabía como iba el orden ya que pasaba una carpeta en su lugar de la otra.
Las dejó encima del asiento cerrando la puerta…
Santino: Te van hacer revisión de como está nuestro hijo.
Nahir: ¿Cuánto tiempo tendré?
Santino: Semanas, tampoco es que desde que te conocí te embarazaste.
Se hizo un gran silencio, aparté la mirada, él sostuvo mi mano entrelazando nuestros dedos, dejó un beso en mi mano.
Santino: No quise decir eso. Por otra parte Nahir, debes aprender a controlar lo que dices a las personas.
Nahir: ¿Qué he dicho?
Santino: Lo de Valentina.
Nahir: Ella empezó.
Intenté zafar su agarré, presionó evitando que lo soltara, rodé los ojos en este momento, claro, como siempre le daría por su lado a esa Valentina sin tomarse el tiempo de entender que no me iba arriesgar con ella que bien que sabe pelear.
Santino: Valentina, perdió a su primer hijo, y no fue por un aborto que ella se provocó o peor que haya sido espontaneo.
Me detuve al escucharlo, se detuvo mirándome.
Santino: A ella la capturaron los enemigos de Daemon y le sacaron al bebé sin su consentimiento, así que cuando tú estabas en la cama inconsciente, tanto Daemon y Valentina supieron como te sentirías.