Nahir:
Mi cuerpo tuvo una ligera electricidad al mirar que esta vez no estaba para nada de malas, por el contrario, me hizo una seña con los ojos que entrara, miré dentro del cuarto, que podía verse a la perfección todo lo de abajo, me sentía con demasiados nervios, escuché que la puerta se cerró, giré un poco cerrando los ojos para volver abrirlos. El hombre que me trajo sin siquiera despedirse me había dejado aquí a solas con este loco que en cualquier momento podía volverse un demonio.
Caminé lentamente, tanto que hasta me tropecé sosteniéndome del respaldo de uno de los sillones, levanté mi mirada viendo Santino, negó con la cabeza.
Santino: nunca se pone la droga en la boca, menos en lengua que es absorbida las pequeñas partículas. Ahora estas presentando pequeños síntomas.
Nahir: no… (carraspeo) no sabía. Lo siento.
Se puso de pie, di un paso hacia atrás, miré por ambos lados, quizá reconoció mi voz, le dio un sorbo a su bebida, la apartó de sus labios sonriendo. Tomó un cigarrillo encendiéndolo, caminaba lentamente hacia mi, lo seguía con la mirada… se acercó demasiado que tuve la necesidad de empezar a rezar a no ser descubierta. Rosó mi cabello son su rostro.
Santino: eres demasiado llamativa. Me gusta como te ves.
Nahir: solo es mi personaje.
Santino: Bella.. Bellissima principessa.
Lo seguí donde nuestras miradas se cruzaron, le dio un toque a su cigarrillo sin apartar su mirada, me estaba poniendo nerviosa.
Santino: Pareciera que me tienes miedo… ¿Me equivoco?
Negué con la cabeza, mi respiración empezaba acelerarse, volvió a dar un toque al cigarrillo, acercándolo a mí.
Santino: ¿gustas?
Nahir: no.. no fumo.
Santino: ¿algo para beber?
Nahir: No bebo.
Santino: no tomas, no bebes, pero si te metes a la boca una pastilla sin saber sus efectos.
Entreabrí mis labios, rodé los ojos al escucharlo, sinceramente tonta que lo hice.
Nahir: Creí tener todo bajo control.
Sus manos tocaron mis brazos, deslizándose suavemente, cerré mis ojos tratando de apartarme, pero me sostuvo suavemente. Se acercó un poco más, podía sentir su respiración demasiado cerca de mi, tanto que removía parte de mi cabello.
Santino: No me temas… se dicen muchas cosas de mí, pero espero que tengas criterio propio.
Sus dedos rosaban por mis brazos, dio un paso más dejando junto su cuerpo al mío. Apartó mi cabello que tenía hacia delante pasando hacia atrás, se acercó inhalando mi aroma.
Santino: el aroma de Mom París, en tu piel quedaría mejor.
Dejó un leve beso en mi cuello, tragué saliva, volvió a dejar otro beso haciendo que me perdiera en la sensación que estaba teniendo, no sé si era por la droga o por lo que se sea, pero sus labios tibios iban marcando un ligero camino sobre mi piel… abrí mis ojos cuando sus manos estaban sobre mi cadera. Giré un poco mi rostro, él no había apartado para nada su mirada de mi. Se incorporó pasando hacia el frente… entreabrió su labios soltándome. Se dio la media vuelta caminando de nuevo hacia el sillón. Se sentó tomando el vaso de su bebida, le dio un trabo bebiéndoselo todo.
Santino: ¿Cuál es tu verdadero nombre?
Nahir: Bella.
Santino: Ese es tu nombre para presentarte aquí.
