Nahir:
Me acerqué al féretro de mi padre, sonreí con lagrimas en los ojos, pareciera que está bien dormidito, como si lo que pudo haber sentido de dolor ya no lo podía seguir sintiendo.
Doctor: Nahir.
Me di la media vuelta al escuchar al doctor, me extendió su mano para que lo acompañara y pudiéramos tocar el tema de lo sucedido, sinceramente me daba una pena terrible por lo que le había hecho, ni tenía cara para verlo a los ojos.
Nos fuimos a una de las barras que estaba en el lugar, me ayudó a sentarme, pero mi mirada solo estaba en el féretro, aun no lograba entender como sucedió ni el por que. Santino era una persona mala, eso ya me lo había dejado más que claro, tanto que no se mortificó en tomar la vida de mi padre en son de venganza. Me entregó mi bolso junto con los documentos de mi certificación, los tomé entre mis manos sintiendo como mis lagrimas caían por mis mejillas.
Nahir: Mi padre estaría tan orgullo de que haya logrado mucho en poco tiempo.
Doctor: Creo que todos lo estamos Nahir, eres una persona increíble, pero lo que hiciste de ir en busca del señor Santino no estuvo bien, te pusiste en riesgo y esos hombres no se tientan el corazón para hacer de las suyas.
Solté un gran respiro asintiendo con la cabeza, no dejaba de mirar el féretro de mi padre.
Nahir: ¿Me lo dices a mí? ¿Qué culpa se tenía mi padre en todo esto?
Doctor: ellos siempre toman venganza con lo que más le puede doler a una persona, asesinan sintiéndose los grandes de la Mafia, pero realmente son personas sin sentimientos capaz de hacer hasta lo imposible hasta que den contigo.
Nahir: si sabía donde encontrar a mi padre, bien pudo saber donde vivo, donde me encuentro… ¿Por qué con mi padre?
Negaba con la cabeza, no entendía el proceder de este hombre.
Gerard: Buenas noches.
Me giré un poco viendo al mismo hombre que estaba en el hospital queriendo detenerme.
Gerard: Me presento, soy el Juez Fiscal y abogado del despacho Bonnet & Qiuber y asociados y Jefe de la comandancia. Gerard Rossatti.
Nahir: Nunca he escuchado hablar de usted.
Él miró hacia el doctor que enseguida se levantó, se disculpó retirándose. Me hizo señal de poder sentarse cosa que asentí con la cabeza, aunque en este momento no estaba para escuchar a nadie, debería ser este hombre quien daría con el culpable de lo que habían hecho con mi padre.
Gerard: Señorita Nahir ¿Cierto?
Asentí con la cabeza, aparté mis lagrimas pasando mi atención al abogado, me sentía confusa y quizá escuchar un poco de lo que tenían me serviría. Me entregó una memoria USB, la miré fijamente sin comprender.
Gerard: Es el video de las cámaras de seguridad del hospital.
Nahir: ¿Se ve quien realmente asesinó a mi padre?
Respiró profundamente asintiendo con la cabeza. Sonreí con tanta tristeza.
Nahir: ¿Fue el… (carraspeo) Fue el señor Santino Carlucci?
Gerard: De eso quería hablar con usted.
Nahir: Me imagino que no.
Levantó una ceja confuso ante mis palabras, era bien sabido por muchos que las mafias tenían el poder para quitarse cargos, no ser culpados de algo que si habían hecho, Santino Carlucci sería uno de esos hombres que tenía al tribunal bien pagado, negándose hacerse cargo de sus responsabilidades, típico de un hombre que se siente poderoso.