Nahir:
Me separé un poco del asiento al ver un rejado enorme, ella me sonrió divertidamente, estaba tan anonadada en ver un lugar tan enorme que mi vista ni lograba alcanzar en su totalidad todo el extremo del lugar. El rejado empezó abrirse poco a poco, me sentía un poco nerviosa y a la vez emocionada.
Nahir: ¿Aquí vives?
Loana: claro. ¿Qué pensabas?
Empezó avanzando por todo el recorrido de la gran entrada, no tengo palabras en describir lo hermoso que es este lugar, eso si, con mucha seguridad por todas partes, tanto que era como cada 2 metros que habían hombres con armas en mano, claro, la protección de estas personas era más que evidente, no se les escaba en lo absoluto nada.
Pasamos como una mansión super enorme… Llevé mi mano a mi pecho al estar asombrada de tanta fortuna. Para estas personas dudo que los euros los tengan que contar y preocuparse por el que desayunaran al día siguiente.
Nahir: vaya, nunca me hubiera imaginado que uno como ustedes vivan en un lugar como este.
Loana: Mi villa es algo sencilla.
Nahir: ¿Sencilla?
Negué con la cabeza, me dejaba claro que ni sabía lo que decía, avanzamos a otra zona del lugar, pude ver como unas enormes bodegas estaban hasta el fondo del lugar. Habían muchas camionetas como la de ella en este lugar.
Loana: La villa de mi prometido es 5 veces más grande que esta.
Rodé los ojos, hasta en este momento solo escuchar sus palabras tenían que estropear mi momento de admirar este lugar.
Nahir: ¿Por qué hay muchas camionetas?
Loana: Mi padre debe estar en alguna reunión en creación de sus negocios.
La miré asombrada, su padre estaba aquí y peor no sé que pensaría si viera a una de las enemigas del señor Santino.
Dio un vuelta pasando por detrás de las bodegas donde estaba su padre, por suerte no me lo tendría que topar, un gran punto a mi favor. Empezó aparcarse, varios de sus hombres que venían detrás de nosotras hicieron lo mismo, me solté el cinturón cuando se abrió la puerta de mi lado, le sonreí pero él groseramente pasó de mi saludo. Rodé los ojos negando con la cabeza.
Pasé ya de eso y empezando a seguir a Loana, su móvil empezó a sonar. Tomó su móvil contestando la llamada.
Llamada:
- Hola Doctor.
- Hola Loana, estuve revisando tu encargo.
- Me imagino que si, saldré de vieja el viernes, así que tendrá que ser después de mi llegada.
- De acuerdo, sabes que es una cirugía que se necesita reposo.
- Cuanto tiempo.
- Con una semana, aunque las secuelas del dolor pueden empeorar.
- No pasa nada, para la noche de gala hay tiempo y si alcanzo el tiempo.
- De acuerdo Loana, espero que quedes como quieres.
- Me lo agradecerá mi prometido.Terminó la llamada mirándome.
Loana: Nos vamos a divertir un rato, eso te lo aseguro.
Nahir: Espero que no sea nada malo.
Tomó mi mano jalando hacia la entrada de la bodega, uno de los hombres abrió el portón, entreabrí mis labios al ver como este lugar cambiaba por dentro, muchos de sus hombres incluyendo mujeres entrenaban con armas en mano, podía ver los disparos pero no escucharlos.
Loana: armas de otro nivel, las mismas que tu enemigo Santino utiliza.
Entramos al lugar, podía ver como las armas en las paredes estaban escoradas desde un mínimo tamaño hasta la más grande, quiero pensar que hasta la mas sencilla en manejar hasta la más de alta potencia.