Santino Carlucci:
Revisaba todo sobre los nuevos pedidos, no me estaban cuadrando para nada las entradas con las salidas… Necesitaba tener todo de acuerdo al pedido que necesitaba.
Mi móvil empezó a sonar, levanté el móvil viendo que era una video llamada, la conecté a mi portátil, le di hacia el enlace viendo que se estaba enlazando…
Videollamada:
Javier: Señor Santino, no sabe como le agradezco que tome mi llamada.
Santino: ¿Cómo ha quedado el pedido?
Javier: conseguí a uno de los mejores programadores para tener su cargamento a tiempo.
Santino: el diseño tiene que ser como los he pedido.
Javier: Por supuesto señor. Incluso con el sistema del braille como usted ordenó. Pero ha modificado el precio.Rodé los ojos viendo que la puerta se abrió, levanté la mirada levantando la mano que no hablara en este momento, solo era una videollamada entre un programador y yo.
Santino: ¿de cuanto hablamos?
Javier: Por el Reloj maestro, serian 10 millones de euros, por los otros 5 serían 1 millón de euros por cada uno.
Santino: De acuerdo.
Javier: Cabe mencionar que sin uno que no esté conectado, no hay conexión entre los 6.
Santino: Me parece bien ese sistema. ¿Cuándo los tendría?
Javier: Mínimo 3 meses.
Santino: 1 mes, los quiero la noche de la Gala. Ese día tendremos que entregarlos a los dueños.
Javier: Es imposible un 1 mes.
Santino: tienes 30 días y ya van quedando 29.
Javier: Pero…
Santino: ¿Puedes o no puedes? Sino buscaré quien los pueda hacer en menos de 1 mes.
Javier: La noche de la Gala los tendrá.Asentí con la cabeza terminando la videollamada, solté un gran respiro mirando hacia Danelik que era sin duda un buen respiro mirarla.
Danelik: ¿Problemas con el pedido?
Santino: Espero que no.
Me entregó unos documentos, eran los permisos para la producción de las nuevas armas… Pasé la primera hoja viendo que todo estuviera certificado, me agradaba saber que por fin tendré la apertura de esta nueva forma de realizar las armas, así nadie detectaría los componentes que estas implican que tengan.
Danelik: Ya tengo todo para la noche de Gala.
Santino: te agradezco mucho, no sé que haría sin ti.
Solté un gran respiro, ella se sentó esperando que terminara de firmar los permisos, para la aprobación de la compra de todo el material.
Danelik: ¿Te sucede algo?
Reí negando con la cabeza, ella se inclinó sonriendo al ver que si me estaba sucediendo muchas cosas, entre esas cosas el estrés me causaba solo en pensar en casarme con alguien que no sentía el más mínimo sentimiento.
Santino: Loana.
Ella rodó los ojos negando con la cabeza, la conocía y aunque Loana era tan intolerante, siempre buscaba la manera de provocar a Danelik sacándola de sus casillas.
Danelik: Loana es una mujer que no sabe lo que quiere.
Santino: Nunca lo sabrá, pero el trato entre su padre es ese.
Danelik: no creo que sea el motivo para que te tengas que atar a una mujer como ella, es egocéntrica, ambiciosa que sabemos que si se casa contigo no es por amor.
Dejé de firmar los documentos, reposé mi espalda en el respaldo de la silla mirando a Danelik, asentí con la cabeza.
Santino: Le puse sistema de Braille al pedido.
Ella asintió con la cabeza, sonrió acercándose un poco más, tomó mi mano, conociendo el motivo por que lo había hecho.
Danelik: Shantal siempre disfrutó de los pequeños detalles que tuvieras con ella, eso te lo puedo asegurar, así como tampoco le agradaba Loana.