Santino:
Abrí la puerta entrando, Shantal estaba recostada en su cama, dormía tranquilamente, me acerqué a ella dejando un beso en la frente, abrió sus ojos removiéndose.
Shantal: ¿Qué sucede?
Acaricié su cabello mientras ella se sentaba en la cama, sonreí al ver que estaba como inhalando un aroma.
Shantal: el señor Dimitri está aquí.
Levanté mi mirada hacia él que le sonrió sabiendo que no podía ver. Se acercó tomando su mano suavemente.
Dimitri: si, aquí estoy.
Se soltó de su agarre levantando sus dos manos, ella empezaba a tantear el rostro de Dimitri, sus dedos iban dibujando el perfil de su rostro.
Shantal: Beida y tú deben tener hijos hermosos. Los dos son guapos.
Sonreímos ante las palabras de Shantal, me aparté un poco levantando la sabana que la cubría. Ella hacía el intento de llegar hasta la orilla de la cama y ponerse de pie.
Dimitri: No es necesario que te levantes.
Caminó hacia la silla del tocador, trayendo consigo. La dejó frente a ella, mirando de un lado y del otro.
Dimitri: ¿Sabes el porque estoy aquí?
Shantal: Vas a darme los ojos que tanto quiero.
Dimitri: si en mis manos está en poder brindarte la vista, lo haré.
Asintió con la cabeza, sus ojos se llenaron de lagrimas, era un momento difícil para mi, saber que ella ha tenido que estar siempre en la expectativa de su audición, del habla, pero no de poder disfrutar las hermosas vistas que pintaban nuestro hogar. Se había perdido de mucho sin ser culpa de ella.
(Escuchen- In This Heart, Girl Named Tom)
Shantal: Soy un ser humano como tú, pero perdí la vista.
Dimitri: Lo sé. Shantal, ¿Qué es lo que sientes en no poder depender de tu vista?
Sonrió respirando profundamente, como si fuera un pesar lo que estaba pasando, sin embargo ella siempre se ha mostrado feliz en la manera que hasta el día de hoy ha llevado su vida.
Shantal: ¡La vida aún es interesante, la vida es aún tranquila, pero seguramente no es igual que antes! De cualquier manera, soy alguien a quien usted quiere y por quien se preocupa.
Dimitri: Así es, por eso quiero ayudarte, pero saber de lo que significa para ti, es importante para mi. Desde lo que me digas, podré partir en darte la ayuda que necesitas.
Asintió con la cabeza, su mano se deslizaba sobre la cama buscando la mía, se la acerqué y la tomó con gran fuerza.
Shantal: ¡LA PERDIDA DE LA VISTA! Se siente como si fuera un visitante indeseable e inoportuno que llega inesperadamente a la casa. Una vez dentro, me es desagrable el anuncio que llegué o entré para quedarme indefinidamente. Quizás mi presencia incómoda me siento solamente en ocasiones al sentarme a la mesa de cenar. Es un agravante menor que se puede tolerar pero no se debe ignorar, porque dejará un camino lleno de dificultades y desesperación por toda la casa.
Negué con la cabeza, eso nunca pasaría y menos tratándose de ella, miré hacia Dimitri negando con la cabeza, llevó su dedo índice hacia sus labios…
Dimitri: ¿sientes que eres una carga?
Shantal: Puede ser… De cualquier manera, aunque parece que estoy entrelazada uno, con el otro, no tingo que ocupar mi silla favorita junto a la ventana para recibir los rayos del sol. No tiene que permitir, desahogar todas mis emociones turbulentas, ni dejar caer su equipaje lleno de cólera, ansiedad, temor y pena por toda la casa. Con entrenamiento me sé comportar bien y con el tiempo me he sentido aceptada. Santino sabe todo esto por que ha estado día tras día.