Me quedaba claro que estas mafias, eran otro nivel, de Santino conocía lo poco que tenía, pero no sabía a lo que se dedicaban en si, los recuerdos de las palabras de Loana no me decían mucho sobre él, pero los rusos muy pocas veces pude leer aquella memoria que me había dejado la tal Agnes en una ocasión que tampoco se decía mucho sobre ellos, eso era un punto a mi favor, no estar predispuesta a nada. Lo que fuera conociendo de ellos sería para motivarme y acabar con el verdadero culpable.
Mientras avanzaba en mi mente procesaba de como hacerlos pagar, y pensar que en algún momento tuve la idea de estar con los rusos para dar venganza hacia Santino, todo lo que la misma Loana me decía solo era mentira para dejar mal a Santino y ahora me daba cuenta que hasta la misma Loana estaba a favor de los rusos, sus planes en contra de Santino siempre fue para beneficiar a la misma Loana y los rusos. Negué con la cabeza, apartaba por momentos mis lagrimas, no lo podía negar, el daño que le ocasioné aquel día donde lastimé más a Santino cuando tenía su herida, había sido tan egoísta en pensar que solo lastimándolo saciaría mi sed de venganza cuando me estaba hundiendo cada vez más.
Se detuvo, hice lo mismo, levantó la rejilla, él fue el primero en bajar. Lo miré que estaba demasiado alto y no había mesita donde pudiera sostenerme para bajar. Se dejó caer, uniendo mis dos manos en mi boca por si alguien nos pudiera escuchar. Me hizo señal que bajara. Me di la media vuelta, bajando primero un pie, luego el otro, los removía en el aire cuando sentí las manos de Santino sobre mis pantorrillas que me estaba sosteniendo para no dejarme caer, tragué saliva. Sus manos rosaban mis piernas mientras bajaba, bien aprovechado el muchacho. Sonreí mordiendo mi labio inferior cuando sentí un ligero mordisco en mi nalga… sus manos se metieron un poco debajo de la playera dejando sentir sus manos en mis pechos cuando me puso en pie.
(Escuchen- Lift Me Up, Rihanna)
Me dio la media vuelta. Entreabrimos nuestros labios mirándonos fijamente. Tragué saliva cuando sus manos sostuvieron mi cuello… No apartaba mi mirada de él. Cerró sus ojos, pasando la punta de su nariz en mi rostro, cerré mis ojos dejándome llevar, por esta sensación donde me hacía dar pasos hacia atrás, mientras él caminaba frente a mí. Sus labios rosaban por mis mejillas con una delicadez.
Mi cuerpo se detuvo chocando con la pared, abrí mis ojos, dejando ver esa alma desnuda de Santino Carlucci, lo que una acción de saber la verdad hacía cambiar mi perspectiva de ver a Santino.
Nahir: Quisiera hacerte una petición algo egoísta.
Santino: ¿Cuál?
Nahir: Quédate conmigo, NO TE ENAMORES DE NADIE MÁS.
Santino: No tienes que pedirlo.
Se acercó juntando nuestros labios, sus labios, seductores en cada movimiento tan capaz de hacerme perder la razón, ese beso que abría mis pensamientos hasta en los pensamientos más perversos que tenía con él.
Mis manos subían lentamente por su brazos, hasta la necesidad de ponerme de puntillas para hacer más placentero este delicioso beso.
Sus dedos sujetaron mi cabello con fuerza, tirando de un lado, mis manos se sujetaron de su camisa, atrayéndolo más hacia mi, los sonidos agradables entre nuestra saliva y nuestros labios salían de movimiento inesperado que teníamos los dos, un abrumador calor estaba poseyendo mi cuerpo, se acercó un poco más, sintiendo como su lengua se deslizó hacia dentro, recorriendo la mía dando pequeños movimientos que eran bien correspondidos, nuestros labios no se separaban y las lenguas coqueteaban entre ellas en ese juego ardiente de la pasión. Parecía que ambos competíamos por ver quien era mas rápido, más profundo y más placentero.
Solté un jadeo que fue atrapado con sus labios al sentir como una de sus manos entraba por debajo de mis leggins…
(Escuchen- Lift Me Up, Rihanna)