Loana:
(Escuchen- Sacrifice, Steve Jablonsky)
Me puse de pie bajando la tapa de la portátil, mi padre extendió su mano ayudándome a levantarme, se acercó a mi mirándome, reposó sus manos en mis mejillas.
Fabricio: no es el fin del mundo hija, solo es una boda.
Loana: boda que no quiero.
Fabricio: Ya hemos hablado de ello, mira que Santino te perdonó por hacer cosas a su espalda.
Rodé los ojos, no quería seguir tocando el tema con mi padre, no veía las cosas de la misma manera que yo. Apartó abriendo la puerta. Tragué saliva al ver que habían traído el vestido que había elegido, teníamos poco tiempo para el día. Las personas empezaban a entrar como si fuera un gran día para mi.
Fabricio: quita esa carita.
Diseñadora: Le hemos traído el vestido, será mejor que veamos los detalles a tiempo y no después que estemos corriendo por que no haya quedado.
Asentí con la cabeza, mi padre estaba tan contento que podía ver como se le iluminaba su rostro cuando colgaron el vestido.
Fabricio: Les dejo. Cualquier cosa estaré afuera.
Lo seguí con la mirada hasta que salió. Me acerqué al vestido extendiendo un poco, se sentía un poco suave la tela, miré hacia la diseñadora.
Loana: Es la que pedí.
Diseñadora: Así es, la misma calidad.
Tomó el vestido quitándolo del gancho, me quité la bata quedando en ropa interior, lo dejó en el piso, metí uno de mis pies metiendo el otro, sentía como mi corazón empezaba a latir tan fuerte, como si me estuviera avisando que debería ocurrir un milagro, si tan solo algo ocurriera para evitar esta boda.
La diseñadora subió el vestido, metí mis manos ella subió la cremallera, mis manos rosaban por encima, parecía toda una princesa, me miré en el espejo sonriendo.
Diseñadora: “Cuando te das cuenta de que quieres pasar el resto de tu vida con alguien, deseas que el resto de tu vida comience cuanto antes”.
Loana: Lo siento pero no es mi caso.
La diseñadora bajó la mirada acomodando el vestido, su ayudante se acercó mientras iba formando mejor el vestido.
Diseñadora: Es la primera vez que acudo con una señorita de sociedad no queriendo tener buenos deseos.
Loana: Por que nadie se casa con Santino Carlucci.
Diseñadora: El señor Santino ha sido muy considerado en todos los gastos.
Loana: Por que no le queda de otra.
Miré a la mujer levantando una ceja, por más que había dejado en claro que las cosas entre Santino y yo habían quedado en buenos términos, eso para mi no era para cumplir. Si lo estaba haciendo era por mi padre, solo por él.
Loana: ¿Qué?
Diseñadora: Nada señorita, solo que no comprendo, sino se quiere casar, para hacer todo esto. Lo digo más bien por que matrimonio no es un juego, y menos para estos hombre que sabemos que no les gusta estar casados.
Loana: Ya le dije no me queda de otra.
La diseñadora, continuó adaptando el vestido, se quedó frente a mi, mirando que el vestido esté en perfectas condiciones.
Mi móvil empezó a sonar, me apresuré a tomarlo, miré la pantalla, sonreí tomando la llamada.
Llamada:
- ¿Cómo te fue?
- Bien. Tengo lo que necesitamos.
- Te envié los archivos y la información para poder codificarla, no se de esas cosas, así que tendrás que hacerlo.
- De acuerdo.
- Nena, gracias. Sabes que te debo mucho.
- No es nada, solo estoy buscando la manera de cobrarme todas la que me han hecho.
- No sé que haría sin ti, Santino ni no se lo imagina.
- Me encargo de todo.
- Nos vemos luego.
- No, no es buen momento para vernos, necesitas hacer tus cosas con calma, casarte que es lo más importante.
- No. Cuando tengas lo que realmente le interesa a él, mi vida cambiará y gracias a ti.
- Él no debe sospechar nada.
- Cierto. Mantenme informada, tienes 3 semanas para tenerlo listo.
- Antes lo tendré.
- La noche de Gala es 3 semanas.
- Lo tendré en cuenta.
Terminé la llamada, miraba mi móvil, dando unos pequeños saltos de la emoción, ahora si lo único que quería que llegara es la noche de gala que tanto estoy deseando con todas mis fuerzas.
Tomé mi móvil.
Llamada:
- Loana.
- ¿Cómo va con mi encargo?
- Está listo, necesito que venga a revisarlo.
- Cuanto tiempo debo esperar para poder usarlo.
- 1 semana antes de su evento.
- No es mucho tiempo. Hasta 2 días antes, 1 día antes lo necesito, no puedo desaparecerme así como así.
- Pero es…
- Sé lo que es, por eso no puedo desaparecerme, necesito quedar tal y como te dije, no quiero diferencias.
- No las hay, pero la herida no sanaría en un solo día.
- Bueno dos días antes de la gala tendré que ir, con unos días de reposo será mas que suficiente, además luego me caso.
- Pero va ser constante.
- Habíamos quedado en una cosa.
- De acuerdo Loana, dos días antes y después de la noche de Gala vendrás para que todo esté bien y puedas tener tu noche de bodas.
- Gracias.
Terminé la llamada, ya nada me podía fallar en estas semanas, todo ya estaba justo con el tiempo que tenía que ser y más con el tiempo de espera.
Caminé hacia el espejo mirándome, pasé mis manos sobre el vestido.
Loana: seré la novia más hermosa que cualquier haya deseado. ¿verdad?
El rostro de la diseñadora estaba perpleja a mis palabras, tomé sus manos sintiendo como mis ojos se llenaban de lagrimas. Ella sonrió algo nerviosa.
Loana: La vida me dará una segunda oportunidad, oportunidad que no pienso en desperdiciar. Quiero que se día sea la novia más hermosa que hayan visto.
Mis lagrimas empezaron a caer, esto sería un gran logro para mi si todo sale como siempre lo he planeado, esta vez sin decirle nada a mi padre solo ser yo quien sepa lo que tenía preparado.
No me importaba si tenía que arriesgarme ante lo que por mucho tiempo quería escapar, pero tres semanas donde mi libertad la tendría que buscar por mi misma. Para eso tenía a la mejor persona para hacerlo, por eso nunca dudé de sus capacidades para hacerlo a mi manera, para demostrar que también puedo librarme de todo el mal que mi vida atrae y uno de esos males eran sin duda Santino Carlucci.
Él no me amaba, a veces dejar ir, también es amor. Lo que no pudo ser por algo será, la vida misma me traerá lo que será mi felicidad. La vida no me quita personas, me aleja las que ya no necesito, las que no merecen estar en mi futuro.
Empecé a llorar con el alma destrozada, daba vueltas extendiendo mis manos, me miraban como una loca, creo que lo estaba por no desear mi vida al lado de un hombre que solo la enemistad y desconfianza que ambos nos teníamos.
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