Capitulo 69

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Narra Pablo:

Ya ha pasado un mes desde que me fui de mi tierra, extraño mucho todo, extraño muchísimo a Marta y a mi hijo.. Ya casi no hablo con ella, pero no porque no quiera, si no porque no puedo, lo único que hago es trabajar hasta las mil para poder hacer esto rápido y volverme para Málaga para ver nacer a mi hijo.

Narra Marta:

Yo: si claro Roberto.. Quedamos a las 6 en mi casa si quieres.

Roberto: claro, allí estaré, hasta estará tarde preciosa.

Cuando se va oigo a nerea, Pili y josé.

Los tres: ¿preciosa?

Nerea:¿pero este tío de que va? ¿Adonde vas con el esta tarde?

Yo: a hacer un trabajo de historia.

José: si historia es la que tiene el..

Pili: Marta no salgas con el esta tarde por favor, no me gusta ese chico, ya te lo e dicho varias veces.

Yo: bueno, parar ya, joder vamos a hacer un trabajo, cualquiera que os oyera pensaría que voy a follar con el..

Me levanto de la mesa enfadada, cada vez noto que tengo menos tiempo para mi.

Llego a la primera hora, es literatura y por suerte no estoy con ninguno de ellos, no quiero discutir con ellos por temas que no les importan.

Por fin terminan las clases, hoy es viernes y lo único que quiero hacer es llegar a casa y tumbarme, cada vez estoy mas cansada.

Roberto: marta, ¿quieres que vayamos a comer?

Lolo: no, no quiere porque ha quedado con nosotros para comer.

Yo: yo no he quedado con vosotros para comer, que vosotros os invitéis solos a mi casa no significa que yo os invite..

Pili: Marta por favor, lo hacemos para que no estés sola.

Yo: es lo que necesito Pili, necesito estar sola, necesito intimidad.

Pili: sabes que Pablo nos pidió que te cuidáramos.

Yo: ¿y quien lo cuida a el? Además vosotros no me cuidáis, vosotros me vigiláis por si hago algo indebido, es injusto, porque sé que Lolo le cuenta a Pablo todo lo que hago.. ¿Pero quien me cuenta a mi lo que Pablo hace?

Lolo: marta solo le cuento lo que hacemos todos juntos..

Yo: pues ya esta, todo.. Si ya no tengo tiempo sin vosotros.. Y la verdad es que me estoy empezando a cansar, yo os agradezco todo lo que hacéis por mi, pero necesito estar sola, me estoy cansado de esta situación, con Pablo lejos y vosotros aquí.

Sin dejarlos hablar agarro a Roberto del brazo y me voy, estoy harta de esta situación, yo no se lo que hace Pablo, pero Pablo si sabe lo que hago yo.

Roberto: ¿oye estas bien?

Yo: no, pero bueno da igual, vámonos a comer a donde sea por favor.

Roberto: claro, vamos.. ¿Te gusta la comida china?

Yo: claro me encanta.

Roberto: pues venga vamos.. Te invito allí a comer, pero con una condición.

Yo: ¿con cuál?

Roberto: que no llores mas, eres muy bonita para que esas lagrimas corran tu hermosa cara.. Quiero que sonrías. Esa es mi condición. ¿La aceptas?

Sin yo quererlo me sale una sonrisa, no se porque a mis amigos no les cae bien Roberto si en muy buen chico.

Yo: vale.. Lo intentare, te lo prometo.

Se para en seco y me abraza, y me dice gracias al oído.

En ese momento me empieza a latir muy rápido el corazón, noto con mis piernas empiezan a flojear.

Narra Pili:

Marta se va sin dejar que la contestemos.

Yo: ¿a que a venido todo esto?

Nerea: no se, pero ese chico no me da buena espina, ¿habéis visto que se ha girado y a sonreído?

Lolo: si, y eso me preocupa.

Yo: josé tu vas a clase de historia con ellos ¿no?

José: si, y te juro que ese chico me calló mal desde el primer día que lo vi. Pero a Marta no, es con el único aparte de nosotros que se habla.

Yo: no se porque nos ha dicho todo eso, pero me ha dolido, tengo miedo que cometa alguna tontería.

Lolo: estar separada de Pablo no la hace bien..

Nerea: está así por el embarazo, se siente sola, sin el padre de su hijo, es la primera vez que se separan en meses.

José: no podemos dejar que este con ese chico, tenemos que hacer algo, no se porque, pero presiento que algo malo va a pasar.

Narra Marta:

Cuando comemos nos vamos para mi casa.

Yo: siéntate ahí, ahora traigo algo para beber.

Voy a la cocina y cojo un refresco para el y para mi agua, cuando entro en el salón veo como esta mirando una foto de Pablo besándome la tripa.

Roberto: ¿sigues con el?

Yo: si, a distancia pero si.

Roberto: yo no sería capaz de dejarte así, estando embarazada de mi hijo.

Me siento en el sofá, sin contestarle, poco a poco se acerca a mi, sin darme tiempo a reaccionar junta sus labios con los míos, en ese momento no soy capaz de reaccionar, solo me dejé llevar, pero en el momento que me toca las caderas con las manos me separo de el.

Yo: para Roberto, lo siento, pero tengo novio.

Roberto: un novio que no te quiere.

Yo: no, no me quiere, me ama.

Roberto: si te amara no estaría lejos de ti en los mejores momentos del embarazo, no te dejaría sola.

Todas las palabras se me clavan como un puñal en el corazón, sé que no es cierto nada de lo que dice.

Yo: si Pablo se fue es porque yo le apoyé, y lo voy a seguir haciendo.

Roberto: pues muy tonta tienes que ser la verdad.

Me esta empezando a poner de mal humor.

Yo: bueno, mejor dejamos este tema, mejor vamos a ponernos a hacer el trabajo, cuanto antes empecemos antes terminamos.

Otra vez se empieza a acercar a mi, y esta vez no me pongo nerviosa, esta vez siento miedo.

Roberto: no es eso exactamente lo que quiero hacer.

Se junta mas a mi y se tumba encima de mi.

Yo: ¿que haces? Quítate.

Roberto: no puedo, desde que te vi me gustaste, y lo del trabajo fue una excusa para poder venir a tu casa y que no hubiera nadie, esta es mi oportunidad perfecta.

Empieza a desabrocharme los botones de la camiseta, yo intento quitarlo de encima de mi, pero no puedo es demasiado fuerte.

Roberto: no te resistas, igualmente te voy a hacer mía.

Yo: suéltame idiota, me estas haciendo daño.

No me hace caso, no para, al contrario, se empieza a quitar la camiseta y me toca cada parte de mi barriga, luego se quita los pantalones y me los quita a mi.

Roberto: estas muy buena oye.

No puedo parar de llorar, no puede ser, esto no me puede pasar a mi.

Empieza a besarme, coge mis muñecas y las agarra muy fuerte, baja por todo mi cuerpo, hasta que se quita los calzoncillos. Esto ya no lo para nadie.. No puedo dejar de llorar. Tengo miedo y no solo por mi, si no también por mi hijo.

Esto me pasa por no hacerle caso a mis amigos.

Un sano amor. (Pablo Alborán)Donde viven las historias. Descúbrelo ahora