Prólogo

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∞— L O   E S E N C I A L —∞

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Toda mi vida había escuchado la frase "Lo esencial le es invisible a los ojos" y me preguntaba; ¿Será por eso que soy invisible?, que tal vez alguien como yo era parte de lo esencial, todo lo que se necesita de una persona. Para que cuando alguien lograra notarme también lograra sentir, ya que eso sería lo esencial, los sentimientos.

Que cuando alguien me notara, lo hiciera por mis sentimientos, pensamientos o por mi forma distinta de ver el mundo, ya que eso sería lo esencial; lo que no se puede ver de una persona, pero sí te puede hacer sentir.

Desde que Luna había llegado a mi vida la había cambiado por completo, ya no era la misma Nina que era cuando ella no estaba. Tal vez acababa de llegar y tenía poco tiempo conociéndola, pero en ese poco tiempo, había aprendido muchas cosas de ella, y de igual forma, ella sabía cosas de mí que ni mi mamá conocía.

A veces sabes más cosas de una persona compartiendo apenas 24 horas, que de otras que llevas meses o tal ves años con ella, por eso en esos pocos días que había estado con Luna, aprendí lo más importante; el valor de la amistad, y aunque llevara poco conociéndola, sabía que a ella sí se le podía llamar, amiga.

Con Gastón todo seguía igual, tal vez Luna me cambió un poco, pero la Nina insegura, seguía ahí.

Digamos que pasé por una etapa de metamorfosis incompleta.

¿Por qué? 

Porque evolucioné en algunos aspectos, por ejemplo; mis amigos, ya no era la que se paseaba por los pasillos del Blake y por las instalaciones del Roller sola, me acompañaba principalmente  Luna, pero también estaban Simón, Jim, Yam y de vez en cuando Ramiro, Nico y Pedro; tal vez no me la pasaba charlando y sacando cualquier tema de conversación con ellos, pero sabía que siempre que los necesitara, ahí iban a estar, sabía que a ellos le podía  llamar amigos, quizás eran pocos, pero eran los necesarios.

Y por otra parte, los demás aspectos de mi personalidad quedaron pasmados, pues la Nina introvertida, que pasaba desapercibida, no patinaba, le encantaba pasar el tiempo leyendo y cuyas inseguridades era mayor que su valentía, seguía ahí, sin hacer esfuerzo alguno por evolucionar también.

No obstante, una de las cosas que más amaba hacer era releer mi libro favorito; La otra cara de Saturno. Sí, ese que gracias a él fue mi primer encuentro con Gastón, el chico de mis sueños y el que para él, era totalmente invisible.

O al menos eso creía.

Simplemente tú.Donde viven las historias. Descúbrelo ahora