Simplemente tú.

E X T R A VII

EXTRA VII: "Acción y reacción"

El celular sobre mi cama sonó… otra vez.

Honestamente ya no tenía ni idea que hacer al respecto, esa chica me estaba obstinando cada vez más y más, sin contar que se estaba pasando de la raya con todo lo que decía en aquellos mensajes, también le ocasionaba a Matteo problemas con Luna.

Y ni hablar de mi relación con Nina.

Un suspiro pesado desde el fondo de mi garganta se escuchó en toda la habitación, y sin más, tomé el celular.

De: Desconocido

¿Cuándo te vas a dar cuenta que esa niñita no es para vos? Son de mundos muy distintos, vos sos un chico libre, sin complicaciones, en cambio ella… es increíblemente simple!!

La cólera empezó a propagarse con violencia en todo mi cuerpo, acelerando mi corazón a un ritmo poco común. La sangre me hervía. Ya estaba cansadísimo de esa situación, siempre era lo mismo, y por más que intentaba alejarla de mí bloqueándola o algo por estilo, ella se las arreglaba para volver a molestar. No sabía si nos tenía idea a Matteo y a mí, o tenía un amor platónico por nosotros, pero sin duda alguna, esa chica estaba loca.

Mi celular volvió a sonar, pero esta vez con una llamada. Así que, pensando que era ella para decirme otra vez como debía ser ella la mujer de mi vida, contesté con un tono de voz bastante indecente para mi gusto, pero mi rabieta descendió en cuanto descubrí que no era aquella fastidiosa chica, sino mi papá.

— Gastón… ¿Qué son esas groserías, hijo?  Tu madre y yo no te criamos así — Me riñó al instante, más que molesto, se escuchaba ofendido.

— Perdón, papá… Pensé que eras otra persona. — Pese a que sabía que no me estaba viendo, una sonrisita apenada se expandió por mi rostro al disculparme.

— ¿Qué llamada podés estar esperando, para que contestes así? — Se preguntó retórico, más para sí mismo que para mí. Cuando recordó que era conmigo quien hablaba, y por ende, yo ya no tenía más remedio, soltó un suspiro. — En fin… Solo era para recordarte que tu entrevista Online para Oxford, será esta misma tarde. Hijo, moví muchos de mis contactos para esto y también gasté bastante dinero para que te dieran la entrevista sin necesidad de esperar el tiempo requerido, no nos decepciones.

Eso me enfurecía de él, que lo dijera como si yo no me hubiese esforzado en absoluto para Oxford, mis calificaciones requirieron de bastante esfuerzo tomando en cuenta que era uno de los mejores estudiantes del Blake, pero eso mi padre no lo veía.

Yo tan solo me limité a contestar con un corto sonido nasal.

— ¿Eso era todo? — Inquirí, haciendo oídos sordos a las maldiciones que soltaba mi subconsciente de vez en cuando.

Y sí, andaba muy susceptible últimamente, pero es que la universidad, todo lo que me tenía que preparar para la misma, el que mis papás estuvieran en Asia en ese momento y además la chica fastidiosa, todo simplemente me tenía al borde de un colapso.

— Sí… — Escuché como su voz bajaba decibeles hasta llegar a ser apenas un murmuro. — Hijo, sé que no siempre estamos muy presentes, y que esta importante etapa de tu vida deberías estarla pasando junto a nosotros. Pero te amamos como no tenés idea, todo lo que hacemos es por vos y para vos, no quiero que lo olvides.

Mi mente tardó en procesarlo, pero lo hizo, guardó cada frase, cada palabra y cada sílaba en un lugar exclusivo, donde se archivaban todos los momentos importantes para mí.