EXTRA XXI

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EXTRA XXI:"A beautiful nigt"

"Una hermosa noche"

Estaba en el cuarto semestre de mi carrera cuando ocurrió; yo trabajaba medio tiempo en una de las empresas de la familia de Gastón, la misma donde él hacía sus pasantías. En realidad mi trabajo no era la gran cosa, solo sacar copias, hacer uno que otro mandado y ordenar papeleo, el pago tampoco era mucho, pero me ayudaba bastante a cubrir los gastos en mis cosas personales, mientras que el tiempo restante lo invertía en la universidad.En cambio mi novio sí debía estar más concentrado en y metido en los asuntos de la empresa, pues aparte de que sus pasantías eran pagas y muy bien remuneradas, también estaba el hecho de que él era parte de la familia dueña.

Sin embargo, aunque su concentración siempre permanecía al tope, ambos estábamos en el departamento de finanzas, por lo que aún procuraba dejar algo de tiempo para molestarme... Por que sí, técnicamente Gastón era mi jefe.

- ¿Podés parar? - Le reclamé en un momento, buscando terminar de transcribir unos documentos que él mismo había pedido. Esa tarde había llegado súper cansada de la universidad, con ganas de terminar todo rápido para poder irme a casa a descansar, pero con el papeleo inmenso que me esperaba, no creía que fuera posible. - Tengo que acabar con esto lo más pronto que pueda. - Agregué.

Él solo sonrió burlesco y se recostó el mi pequeño escritorio, tratando por todos los medios de acaparar mi atención.

- ¿Por qué? ¿Tu jefe te regaña? ¿O temes que te despida?

Iba a murmurar un "Que estupido por lo bajo" pero me abstuve y simplemente me limité a ignorarlo, el hecho de que fuera mi jefe, a Gastón le fascinaba, así que por eso preferí concentrarme en mi trabajo y no dejar que su sonrisa me distrajera. Aunque era bastante difícil, eso sin contar que cada tarde que yo debía estar en la empresa, mi novio también estaría ahí, esperándome y dispuesto a fastidiarme... Cada día era igual, esa se había convertido ya en una costumbre que no podía faltar, por eso fue bastante raro cuando Gastón comenzó a mostrarse más distraído, ya no me visitaba en mi escritorio con regularidad, y en nuestro apartamento, la mayoría de las veces se mantenía alejado con la excusa de las pasantías.

Yo sinceramente no sabía que pensar y tampoco quería desconfiar, ni crearme películas de nada. Sin embargo, un domingo estábamos ambos recostados en la cama viendo algún programa de televisión, cuando su teléfono sonó, mi novio lo tomó pero enseguida lo volvió a dejarlo donde estaba.

- ¿Quien era? - Quizá fue muy ingenuo de mi parte creer que si le preguntaba directamente, él contestaría sin ningún problema, porque solo ignoró la pregunta mientras su vista la volvía de nuevo a la TV.

Confusa por su reacción, también volví mi vista al programa, me dije que no tenía de que preocuparme que seguramente eran cosas de sus pasantías. Pero el móvil volvió a sonar. Y esta vez si fue capaz de disculparse, para luego salir de la habitación a contestar la llamada. Y me sentí tan frustrada de no saber que hacer ni sentir, que tan solo intenté tomar una siesta, pensando que así se ordenarían un poco mis locos pensamientos, pero mientras más vueltas daba en la cama, mis ideas se revolvían junto a las sábanas.

¿Estaría mal si espiaba a Gastón? Si era con buenos fines no estaba mal ¿Cierto? ... No, por supuesto que estaría mal ¿Donde quedaba la confianza entonces? Yo confiaba en Gastón, y no podía dejar que mi mente volviera a sentirse insegura.

Volví a girar en la cama, esta vez soltando un profundo suspiro.

Quería tanto poder hablar con mi mejor amiga, pero ella estaba, junto a los demás chicos, en una nueva gira de patinadores patrocinada por el Roller, y seguramente estaba súper ocupada con los ensayos. Por suerte, la semana entrante esa gira iría a Oxford, por lo que podría ver a Luna, al menos por un día.

Simplemente tú.Donde viven las historias. Descúbrelo ahora