E X T R A VIII

1.3K 80 13
                                    


EXTRA VIII: "Corazón roto"

Aquel retrato sobre la mesita de noche a lado de mi cama, irremediablemente, acaparaba toda mi atención.

Las bolsas bajo mis ojos eran cada vez más notables, iba tardísimo al Blake, mi uniforme estaba arrugado y ni siquiera me había preocupado en peinar mi cabello, pero yo seguía ahí, tirado boca abajo en mi cama y completamente absorto en el retrato.

Entonces, todos los recuerdos del día de esa foto llegaron a mi mente como un rayo, esparciendo cada uno de esos instantes en pequeños recuerdos. Nina estaba ahí, sentada tranquilamente en una banca de la plaza, mientras sus ojos estaban completamente cerrados y en sus oídos unos audífonos azules; el semblante que mostraba en aquella foto, que yo mismo había tomado, no podía estar más apacible, se mostraba tan sencilla y tan ella, que lucía completamente hermosa.  Ese día me había dado cuenta de mis verdaderos sentimientos y de todo lo que en verdad sentía por ella, descubrí que no la quería simplemente como una amiga.

Quería más, y estaba dispuesto a todo con tal de conseguirlo.

Una sonrisa nostálgica se apoderó de mi rostro, y el nudo en mi pecho subió hasta mi garganta, intensificándose, empezaba a sentir mis ojos picosos de nuevo. Y es que no iba a mentirme a mí mismo, la noche anterior había sido terrible y no iba a negar que hasta solté unas cuantas lágrimas al pensar en todo lo que había pasado, pero aún así me animé a mi mismo diciendo que no me podía rendir tan fácil, que pronto todo se solucionaría.  

Entre tanto, un delicado toque en la puerta de mi habitación me alertó, sacándome por completo de mis cavilaciones; sin embargo, no moví ni un solo musculo, continué tirado en la cama con mis ojos en la foto.

— Gastón… ¿Estás despierto? — En seguida reconocí la voz de Olga, cuando vio que no contesté, insistió — No sé si te has dado cuenta, pero vas tarde al colegio. — Manifestó ella, un poco cohibida. A pesar de que al fin había logrado que me tuteara en un signo de confianza, aún así había veces en las que temía inmiscuirse más de lo debido, aunque me cansara de decirle, al igual que mis padres, que tenía todo el derecho de reprenderme las veces que debiera.

Yo en cambio seguí con mi vista perdida en el retrato, desviándola levemente cuando noté el otro retrato detrás, y es que aunque ahí también estaba Nina, esta vez yo la acompañaba sonriente; ella estaba guindada en mi espalda mientras se sostenía con sus brazos enrollados en mi cuello y yo sostenía sus piernas. Nuestras enormes sonrisas eran lo más notable en la imagen, así como las montañas de fondo en lo que había sido una excursión del Blake.

— Gastón... Sé que las cosas con tu novia no están bien, pero no podés simplemente aislarte del mundo por eso — Volvió a instar mi ama de llaves, detrás de la puerta de mi habitación — Más bien debés agarrar fuerzas, y  proponerte a reconquistarla y solucionar todos los mal entendidos.

¿Y, como Olga se había enterado?

Fácil, cuando me vio llegar entristecido y cabizbajo con todo lo que había pasado, no dudó en insistirme hasta que logré desahogarme con ella, y la verdad era que necesitaba un consejo aparte de todos los que me daba Matteo, yo tan solo pedía una perspectiva diferente, de alguien que tuviera la suficiente experiencia para aconsejar.  Además, mi mamá ya le había llamado para chismosearle y para pedirle que la mantuviera al tanto de todo lo que aconteciera.

Al final solté un profundo suspiro y quité la vista de las fotos,  para después emprender mi camino a la salida de mi cuarto. Ni siquiera había desayunado, pero no me importaba, con todo lo que ocurría no sentía ni hambre.

Simplemente tú.Donde viven las historias. Descúbrelo ahora