Simplemente tú.

E X T R A V

EXTRA V: "Mi linda novia"

Por el momento mi ánimo no era el mejor que digamos, y es que mi situación con Nina estaba un poco critica después de la inoportuna discusión que habíamos tenido. La verdad era que junto a su mejor amiga Luna, le habíamos insistido bastante en que confesara que ella era Felicity, y por ello mi novia no reaccionó muy bien que digamos. Si bien ella era una persona bastante pasiva, al parecer no le había gustado que insistiéramos tanto en el tema.
  
Pero al menos, una ventaja era que ella no podía estar tanto tiempo enfadada conmigo, así que tenía la certeza que después nos arreglaríamos. Y no lo decía porque era un egocéntrico o porque sacaba provecho de eso, sino que así éramos nosotros, ni ella podía estar enfadada conmigo ni yo con ella. Nuestro amor sobrepasaba cualquier enfado.

Un suspiro salió de mi garganta mientras mi dedo se movía ágilmente sobre la pantalla de mi celular, las publicaciones en instagram captaban mi atención distrayéndome momentáneamente de todo lo que tuviera que ver con Felicity. Sin embargo esa distracción no duró mucho, porque al instante en que el aparato entre mis manos sonó con un mensaje, noté que Nina me había escrito.

Sonreí tontamente cuando leí el “mi novia linda” con el que la tenía registrada.

De: Mi novia linda😍

¿Puedo ir a tu casa?

Sabía que aún estaba un poquito enfadada conmigo, pero aún así no pude resistir el impulso de molestarla un poco.

Yo:

Depende… ¿Seguís enfadada?

Ella en seguida contestó.

De: Mi novia linda😍

Es en serio…
Mi casa ya parece una boutique… ¡Por favor!

A este punto lo único que hacía mi sonrisa era expandirse cada vez más y más. Ya me la podía imaginar haciendo morritos en forma molesta cuando envió el mensaje, y yo amaba cuando hacía eso, también amaba molestarla o su enorme sonrisa cuando nos reconciliábamos. La amaba a ella, tan simple como eso.

Decidí molestarla otra vez.

Yo:
Entonces… ¿No seguís enfadada?

Me la imaginé bufando, y mi sonrisa creció mucho más.

De: Mi novia linda😍

No Gastón. No sigo enfadada.

Yo: 

Entonces sí podés venir a casa. Te estaré esperando, te quiero.

Releí el mensaje y cuando iba presionar el botón de enviar, decidí agregarle otra cosa.

PD: Aunque te veas hermosa molesta, no me gusta que estés así conmigo.

Y era cierto, me divertía mucho el molestarla y fastidiarla de vez en cuando, pero cuando esa molestia se pasaba de los límites, ya dejaba de ser divertido.

Dejé el celular sobre la cama y en seguida que sentí mi estomago sonar, emprendí mi viaje a la cocina. Ya me estaba sintiendo famélico, y no me gustaba para nada esa sensación, muchísimo menos cuando lo único que llegaba a mi imaginación era un rico sándwich con doble carne y jamón, uno que le diría a Olga que me preparara.