01: Parque

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∞— P A R Q U E —∞

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Era un día cualquiera, estaba con Luna en el Blake esperando que iniciaran las clases, prácticamente solas hasta que sentimos otra presencia detrás de nosotras.

— Chica delivery, me parece que es muy temprano para que ya estés acá. — Le dijo Matteo a Luna.

— ¿Qué? ¿Por qué o qué?

— Es que siendo vos, no estás muy acostumbrada a llegar temprano.

Luna lo único que hizo fue reír sarcástica, dejando en claro que no le hacía gracia su comentario.

— Que gracioso chico fresa. — Dijo ella, sarcástica.

— Es uno de mis muchos talentos.

Mientras Matteo y Luna seguían con su discusión de todas las mañanas, yo solo estaba observándolos, y viendo de vez en cuando a Gastón, quién me pareció, también me miraba.

En mi debate interno me decía que quizás debía ser que la falta de sueño que me estaba provocando alucinaciones, porque, según yo ¿Por qué un chico cómo él me miraría?

— Hola — Interrumpieron mis pensamientos.

— H-hola — Balbuceé

— ¿Cómo estás? — Preguntó.

¿En serio estaba ocurriendo?
¿Gastón me estaba hablando?

De nuevo me dije que definitivamente debía dormir más y, entre divagues, concluí que la falta de sueño me estaba provocando alucinaciones.

Por suerte, no tuve que comprobar si eran ideas mías o en realidad estaba pasando, ya que el timbre para entrar a Clase interrumpió tanto la discusión de Luna Matteo, como mi "Conversación". Digo conversación entre comillas porque cuando es solo una persona la que está hablando, no se le puede llamar precisamente, conversación.

El día transcurrió normal, con pequeñas discusiones de Ámbar con Luna, pero fuera de eso todo bien.

En el Roller estaba Luna patinando, como es común, porque bajar a Luna de los patines era igual de probable a que yo me subiera a cantar a un escenario, o sea, sin ningún tipo de posibilidad.

Yo me encontraba sola en una de las mesas, con mi tablet y mi cuenta de Felicity abierta. Me encantaba eso, me encantaba Felicity y escribir con total libertad, sin la preocupación de que alguien me juzgara como Nina, porque esa era la mejor parte de un pseudónimo, que nadie sabía quien era.

— Hola Nina. — Sorprendida y de un movimiento, cerré la tablet.

Nadie puede saber quien soy; Pensé

— Hola Pedro.

— Acá esta tu batido. — Dejó cuidadosamente el milkshake sobre la mesa.

— Muchas Gracias.

— Buenas, ¿Interrumpo? — Interfirió Gastón, sentándose gustosamente en el asiento libre frente a mí.

— No, solo le traía un batido a Nina, pero ya me iba.

Era algo raro que Gastón se sentara en mi misma mesa y que aparte le dejara una mirada un poco extraña a Pedro.

— Hola Nina, ¿Que hacías? — Preguntó el recién llegado, tomando del batido que traía con él.

— Hola. Nada, sólo terminaba una tarea del Blake.

— Tenía planeado invitarte a un batido, pero veo que ya tenés uno. ¿Qué te parece ir al parque?

— ¿Al parque?

Hablando de cosas raras; Gastón invitándome al parque era una de ellas.

— ¡Nina! ¡Nina! ¿Ya nos vam...— Luna al instante que vio a mi acompañante cerró la boca, totalmente sorprendida.

— Lo siento Gastón, pero ya quedé con Luna.

— Entiendo. ¿Entonces, otro día?

— Si claro, otro día.

Todo era raro, muy raro de hecho. Gastón invitándome  de repente al parque era sumamente raro.

Con Luna nos fuimos directo a casa y por supuesto que sus miradas interrogatorias no pasaron desapercibidas; le conté todo, desde él batido que llevó Pedro hasta su interrupción.

— Oye, siento mucho haberlos interrumpido.

— No importa Luna, igual no iba a ir.

Luna me miró como si hubiese dicho la mayor locura que se me pudo ocurrir.

— ¿Que? ¿Por que? — Preguntó ella, frunciendo el entrecejo en señal de incredulidad.

— ¿Salir a algún sitio con Gastón? Pasaría vergüenza con mi poco tema de conversación. Hay que aceptarlo Luna, Gastón y yo no somos compatibles.

Mi mejor amiga iba a protestar pero en seguida la callé con la mano. Ya sabía lo que diría; "Nina eres una pesimista." "No sabes lo que piensa Gastón." y entre otras cosas, pero era verdad, en la vida hay que ser realistas y esa era una de las realidades, un chico como Gastón nunca se fijaría en alguien como yo, él era popular y yo la invisible del Blake.

Es que sí, algunas veces simplemente hay cosas que tenemos que aceptar, cosas que sabés que jamás pasarán, pero que de igual forma, contrariandonos nosotros a mismos, todavía tenés esperanza. Y es qué, como bien dicen, la esperanza es lo último que se pierde.

Simplemente tú.Donde viven las historias. Descúbrelo ahora