——————— •••• ———————
S O M O S
E L E C T R I C I D A D
————————————————La oscuridad que se veía a través de la ventana me advertía que aún era de noche, mientras que el televisor, todavía encendido, iluminaba cierta parte de la gran habitación. Movimientos a mi costado hicieron que abriera por completo mis entrecerrados ojos y de igual manera, que dirigiera mi vista en dirección al movimiento.
Un soñoliento Gastón trataba pasar por encima de mí para lograr levantarse, cosa que su pie enyesado le dificultaba bastante. Pude haberle preguntado hacía donde iba o porqué se levantaba, pero en cambio preferí ayudarlo a ponerse de pie y volverme a tirar en el sofá —Donde nos habíamos quedado dormidos esa noche.— cuando terminé.
— Estás loca si crees que te voy a dejar dormir así. — Escuché que dijo, ocasionando que volviera a abrir los ojos fastidiada. Me giré en su dirección para mirarlo y, de pie con las muletas, hizo un ademán con la mano para que me levantara. — Vamos, seguime. — Sugirió
No le hice caso, en cambio resoplé fuertemente y giré mi cuerpo hasta quedar con el rostro pegado al respaldar del sofá, cerré los ojos y escuché una leve carcajada de su parte. Sin embargo yo no le veía lo gracioso, estaba siendo muy seria respecto a que quería dormir.
— Nina… — Comenzó a hablar otra vez, así que después de soltar un resoplido, preferí hacerle caso y seguirlo.
No sabía a qué se refería cuando dijo que no me dejaría dormir así, pero estaba tan cansada que no le hice caso. Por eso me sorprendí bastante cuando llegamos frente a su armario, y de igual manera, aumentó cuando me invitó a pasar y observé lo enorme que era.
Encendió las luces y empezó a rebuscar en un cajón, sacó unas cuantas prendas y me las lanzó en el aire. Era un pantalón de chándal con una camiseta de él, que intuí, me quedaría enorme.
— Saldré para que te puedas cambiar tranquila. — Informó, dirigiéndose de nuevo a la habitación.
Me quité toda mi ropa y me puse rápidamente la que Gastón me había prestado, notando en seguida que su pantalón me quedaba más allá de los pies y la camiseta por los muslos; como supuse, enorme.
Apagué las luces y salí nuevamente, busqué con la mirada el morral que había llevado, me acerqué hasta él y guardé toda mi ropa. Entonces, cuando me empeñaba en regresar al sofá a buscar mi preciado sueño, Gastón me paró en seco atravesando una de sus muletas delante de mí, lo fulminé con la mirada y, con la misma muleta, señaló en dirección a su cama.
— Vos vas a dormir ahí, yo dormiré en el sofá. — Dijo rotundo, sin opción a replica. Y, aunque costara creer no iba a replicar, pues me encontraba con demasiado sueño como para discutir donde iba a dormir, yo solo quería precisamente eso; dormir. Y ya no me importaba donde.
Asentí y emprendí mi camino directo a la cama. Al llegar, tumbé inmediatamente mi cuerpo sobre ella, sintiendo como si cayera sobre ligeras plumas o conjuntos de algodón. Gastón me miraba sonriente y aún de pie, —O más bien, sosteniéndose de las muletas.— entonces fue cuando noté que también había cambiado su ropa; tenía un pantalón de chándal igual al mío, solo que de otro color, y una camiseta color blanca.
Y no supe si fue porque el sueño me dominaba o por cierta culpa que afloraba en mi interior al sentir que había sacado a Gastón de su cama, que palmeé la cama a mi lado incitándolo a ir. Él, entendiblemente de que yo hiciera eso, se sorprendió pero al instante estuvo a mi lado.
ESTÁS LEYENDO
Simplemente tú.
FanfictionNina es una Chica bella, talentosa, y una de las mejores estudiantes del Blake, sin embargo, su personalidad introvertida y tímida no le permite gozar de las atracciones de su vida. Así que, guiada por su mejor amiga Luna, se enfrentara a muchos rie...