00|| Concurso académico y otras tragedias.

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Mis piernas estaban temblando en ese momento, no sabía si por el frío que se aproximaba o simplemente por los nervios de estar ante un público tan grande

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Mis piernas estaban temblando en ese momento, no sabía si por el frío que se aproximaba o simplemente por los nervios de estar ante un público tan grande. Supuse que era más por la segunda opción.

Respiré profundo.

— ¿Ya estás lista?

Pues la verdad es que no.

— S-sí... Solo quiero repasar un poco más. — La encargada del concurso me dio algunos minutos más, pero era obvio que no estaba feliz con la idea.

Me quería ir. No sé porque había dejado que Luna y mis padres me convencieran de hacer esto, una cosa es tener el mejor promedio del Blake y otra muy diferente es aceptar participar en los concursos de la escuela junto a otros estudiantes más; el lado bueno era que también tenían buen promedio, así que quizás ni me tocara intervenir.

— ¿Ahora si estás lista? — Volvió a preguntar la chica. Y esta vez sí afirmé, con la cara que traía no creía que me diera algunos minutos más.

Ella me llevó cerca del escenario, donde podía ver a todos los estudiantes acomodado en los asientos, bromeando, gritando y apoyando. También vi a mis padres, esos dos estaban en lo mismo, solo que haciendo su apoyo más exagerado como siempre, a su lado mi mejor amiga me sonrió y yo devolví su saludo, con una apretada e incomoda mueca.

Los demás chicos del concurso también estaban esperando junto a mi; Ámbar con su petulancia de siempre, había sido una de las primeras en ser convocada, pues sus notas también eran sobresalientes, y Valentina era otra compañera de curso. Nosotras competiríamos contra el equipo masculino integrado por Ramiro, Matteo y por supuesto Gastón.

Esos dos últimos eran... Particulares. La verdad no sabía muy bien cómo definir a ese par; cautivadores, extrovertidos, guapos, arrogantes en ocaciones, y también amables, siendo ambos la principal atracción del blake y por quiénes las chicas anhelaban al menos un "Hola" de su parte. A mi me daba igual la verdad, aunque si debía admitir que su rendimiento académico era admirable.

Respiré profundo.

Me moría de los nervios, podía jurar que mi estómago estaba revuelto. Para mi mala suerte si tenía que participar, las preguntas serían uno contra otro del equipo contrario... Al principio fue todo fácil, preguntas de cultura general que no vacilé en responder, fue hasta que Gastón comenzó a ganarme en velocidad que comencé a preocuparme.

— Siguiente pregunta, de cinco puntos. ¿En qué lugar del cuerpo se produce la insulina?

En qué lugar... ¿Qué? Yo lo había estudiado, yo juraba que lo sabía... ¿Entonces porque estaba en blanco? Por Dios era una pregunta de 5 puntos, no podía dejarla pasar. Mi memoria estaba trabajando sin resultados, así que solo presioné el botón sin dejarle oportunidad a Gastón. Mala idea. El orador me miró, los del otro equipo también, y el público atento a mi respuesta.

Simplemente tú.Donde viven las historias. Descúbrelo ahora