Simplemente tú.

02: ¡¿Cita?!

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  ∞— ¡¿ C I T A ?! —∞

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— Luna apurate, llegaremos tarde. —  Grité, en medio de una fuerte inhalación — Nos van a cerrar.

Sí, esa era yo gritando a Luna mientras corríamos.

La cosa era así, le había dicho a papá que me dejara en la mansión Bénson para ponernos al día en las materias con Luna, así que, mientras estudiábamos se nos Pasó la hora y se nos hizo súper tarde, por lo tanto, ya Ámbar se había ido y no nos esperó con la excusa de que pensó que nos íbamos con mi papá, cosa que no era cierta y ella lo sabía perfectamente, pero claro, fueron solo excusas para no compartir auto con nosotras y aparte dejar mal a Luna.

En fin, nos tuvimos que ir corriendo, —literalmente— para poder llegar a tiempo, cosa que no estábamos logrando.

— Lo sien-tto Nina, no p-puedo — Contestó Luna exhausta.

— Vamos Luna, sí podés. Vamos.

De un momento a otro habíamos llegado, con la esperanza de que todavía estuviéramos a tiempo. Entre tanto, sentí qué choqué con un cuerpo, uno que no distinguí hasta que levanté la vista.

— Perdón Gastón, venia distraída, no te vi. — Dije apurada.

— No importa. — Hizo un gesto despectivo con las manos y en seguida en su rostro se mostró una sonrisa al recordar algo. — ¿Sigue en pie lo del parque? — Preguntó, sorprendiéndome notoriamente al descubrir que fue eso en lo que pensó.

— ¡Nina! — Escuché a Luna llamarme.

Para mi suerte, la interrupción de Luna había llegado como anillo al dedo, justo en ese momento en el que no sabía que contestar y en el que mi semblante no podía esconder la emoción que me generaba que Gastón recordara ese tema.

¡Siempre tan oportuna, Amiga!

— Lo siento, voy tarde. Hablamos luego.

Lo último que escuché por parte de Gastón fue un "Nos vemos"

¿Quería decir que él también me quería ver?; era muy buena en los estudios, pero en la materia de chicos, estaba totalmente reprobada.

Llegamos justo a tiempo, cuando la encargada del área estaba por cerrar la puerta. Lo que menos me gustaba era ser el centro de atención, y justo en ese preciso momento todos en el aula tenían sus miradas en nosotras.

Con la cabeza baja y la profesora apurándonos con la mirada, nos acomodamos en nuestros puestos, rogando porque los demás voltearan la mirada a otro lado y dejaran de mirarnos pronto.

La clase pasó rápido, muy rápido para mi sorpresa. Lo último que quería era salir del aula, sabía que existía la posibilidad de que me encontrara con Gastón y me hablaría de la salida al parque y no quería que eso ocurriera. Seguramente pensaran que estaba loca por no querer salir con Gastón, pero ese era  precisamente el problema. Sí quería, claro que quería, pero es que se sentía tan extraño que alguien como Gastón me invitara a salir que sentía miedo de que nada fuera real.

Aunque no era una salida en concreto me invitó al parque, y el parque es en el aire libre, así que era salida al fin y al cabo.

Entre divagues y tras darle varias vueltas al asunto lo decidí. Obviamente iba a aceptar, porque vamos, era Gastón, el chico que me encantaba desde siempre.

Sin ser consciente de mis movimientos y estando completamente absorta en mis pensamientos, sentí el choqué de un cuerpo con el mío... Otra vez.

— Bueno, bueno. Estas muy distraída hoy. Apenas nos vimos dos veces y ya tengo dos choques tuyos. — Dijo Gastón con una sonrisa.

— Lo siento, solo estaba pensando.

— ¿En nuestra salida? —Preguntó, procurando que pareciera una broma pero que al mismo tiempo se entendiera que hablaba en serio.

¡¿Qué?! ¿Lee mentes?

Me debatí internamente la posibilidad de que, mientras iba ensimismada en mis pensamientos antes de chocarlo, pensar en voz alta y que Gastón hubiese escuchado. Rogué a todos los Dioses porque no hubiese sido así.

— Solo en un trabajo de clase. — Me di cuenta que se escuchaba nerviosismo en mi voz, algo de lo que ojalá que no se haya dado cuenta él.

— Quiere decir que no tenés nada que pensar — Dijo, más como afirmación que como pregunta.

— Yo ... — Interrumpió.

— Muy bien, nos vemos a las 3:00 en el parque cerca del Roller.

— Yo ... — Volvió a Interrumpir.

— No tenés opción a réplica, es sí o sí.

— Yo ... — Esta vez no me interrumpió, simplemente me quedé sin nada que decir.

— Me tengo que ir. Nos vemos en nuestra cita. — Dijo después de algunos segundos, desapareciendo por los pasillos y  dejándome totalmente anonadada por lo que acababa de ocurrir.

¿Enserio había dicho lo que dijo?

Suponía que había escuchado bien. Y según lo que creí escuchar usó la palabra 'cita', eso quería decir que...

¡Tenía una Cita con Gastón!