Simplemente tú.

50: Besos sabor rocío

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B E S O S  S A B O R 
R O C Í O
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— ¡Sí! Así como lo oyen. — Decía Jazmín a través de la pantalla de mi tablet. — Una de las parejas con más furor y la que creíamos su amor era real, terminó. Y se dice que lo más probable es que su ruptura sea definitiva, pues como la mayoría saben, el día de ayer se les vio discutiendo en los pasillos del Blake. 

— Sin embargo, pese a esa discusión, en el Open Music de ayer, también se pudo notar que el amor no está por completo perdido, pues la mirada de Nina puesta en Gastón mientras cantaba esa romántica y hermosa canción dejó mucho que decir. — Continuó Delfina. — No tenemos mucha más información, pero lo que sí sabemos es que Gastón fue el motivo del rompimiento.

— Así es, lamentablemente, Gastina está, como diría el mismísimo papá de Nina; Game over. Así qué, para más información no olviden suscribirse al Fab and Chic. — Concluyó Jazmín.

Apagué la pantalla del aparato y lo lancé desdeñosamente sobre la cama.

Esto ya era ridículo.

Últimamente Gastón y yo éramos el centro de atención entre las demás personas, y es que la ruptura, discusiones y hasta el numerito que monté durante el Open, había dado mucho de qué hablar. Principalmente porque para los demás reflejábamos esa estabilidad que muchas relaciones de entonces no tenían y que termináramos había causado gran impacto, además de que Gastón era uno de los más populares y siempre todos los ojos estaban puestos en él, también había sido uno de los que tenía fama a no andar seriamente con alguna chica, si me entienden.

Así que, muchos rumores habían comenzado a circular que decían ser el verdadero motivo de nuestra ruptura, cuando lo cierto era que ni siquiera yo sabía la razón. Sí, me había tratado brusco y hasta lo vi besarse con otra chica, pero en realidad no sabía más que eso, no había indagado lo suficientemente ni había dejado que el susodicho diera explicaciones, por lo que se podría decir que hasta yo estaba ignorante de la situación. Por eso me reprendía en algunos momentos por no dejarlo hablar, pero otras veces también me felicitaba por lo mismo, pues quería que, de alguna forma, sintiera tan siquiera un poco del dolor que sentí yo en ese entonces.

Mi cabeza daba vueltas, y ya no tenía ni la más mínima idea de que hacer.

Por una parte era mi corazón exigiendo que le diera a Gastón opción a replica, y por otro lado era mi mente y mi consciencia pidiéndome a gritos que siguiera adelante sin él, que no se merecía otra oportunidad. Pero, si me ponía a pensar más profundamente y dejaba los rencores de lado, todos merecen una segunda oportunidad y hasta tienen derecho a defenderse.

Además, a pesar de los inconvenientes Gastón fue un gran novio, e incluso cuando aún éramos solo amigos se comportaba increíble conmigo. Él era una gran persona, que sin duda alguna merecía ser feliz.

Pero... ¿Y si su felicidad no era a mi lado?

Aún entre divagues solté un resoplido exagerado y me tendí sobre la cama sin tener muy en claras las ideas, pensé en pedirle un consejo a Luna, pero ella últimamente estaba muy concentrada en buscar algunas pistas sobre su pasado, no me parecía justo sumarle otros problemas sin ser suyos, así que preferí mejor resolverlo sola. Volví a suspirar, giré mi cabeza en busca de los sonidos que invadían la habitación y me encontré a Kashi jugando con una bolsa de plástico.