Simplemente tú.

07: Cita.

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∞— C I T A —∞

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Estaba sentada en uno de los sillones del Roller, me sentía feliz, emocionada y nerviosa. Tendría una Cita con Gastón y no podía estar más nerviosa. Luna se había ido a la pista con Támara, mientras yo esperaba el batido que Nico me llevaba.

— Acá esta tu batido.

— Gracias Nico. ¿Has visto a Simón? —/Pregunté

Tenía que hablar con Simón, necesitaba saber si ya le había dicho a Luna lo que sentía, la última vez que habíamos hablado él me confesó que sentía algo por Luna, incluso, mientras estábamos de viaje por la competencia, Simón le dedicó una canción, una hermosa canción, pero luego pasó lo del beso con Matteo así que Luna y Simón no hablaron más sobre eso.

— No, no lo he visto. Puede ser que esté en la pista. — Dijo Nico.

— Gracias otra vez.

— No hay porque. Si necesitás algo me avisás. — Dijo yéndose.

Asentí sonriente.

Me parecía que Luna tenía una decisión que tomar y averiguar sus verdaderos sentimientos. Simón por su parte, también debía pensar bien las cosas, quería volver a México y no me parecía que esa era la solución, después de lo que pasó lo entendía, pero consideraba que era algo precipitado, debía hablar con Luna primero, porque al fin y al cabo, fue Matteo quien besó a Luna, no Luna a Matteo, y eso lo debía entender él.

— ¡Nina! — Me Sobresalté al sentir otra presencia a mi lado.

— Gastón. ¿Como estás? — Pregunté nerviosa.

— Nina estás... Wooww... Muy Linda. — Ignoró por completo mi pregunta.

Lo que faltaba para ponerme aún más nerviosa de lo que ya estaba, Gastón halagándome. Aunque, si debía ser honesta, él no se quedaba para nada atrás.

— G-gracias. — Balbuceé.

— ¿Nos vamos?

Asentí y salimos del Roller directo a la plaza que estaba cerca. Caminamos un largo rato sin nada que decir; no era un silencio incómodo, al contrario, era de los silencios que sentías que decir algo arruinaría el momento, por lo que, simplemente sonreímos y nos miramos de vez en cuando.

Cuando decidí hablar él también lo hizo, dijimos cosas al mismo tiempo y nos reímos después de eso. Quedamos en ir por un helado, fuimos a la heladería que él nombró y nos sentamos en las primeras sillas vacías que vimos. Iba a levantarme a pedir los helados, pero Gastón se me adelantó y fue a pedirlos. Me senté y miré extrañada a Gastón cuando noté que se devolvía.

— Me olvide preguntarte. ¿De qué tu helado? — Preguntó.

— Chocolate. — Contesté sin pensármelo dos veces.

Asintió y volvió a ir.

No podía creer que estaba ahí, en otro sitio que no era el Roller y acompañada por otra persona que no era Luna. Era nada más que Gastón. Y lo más increíble era que estábamos teniendo una cita, sí, Gastón con Nina.

¡Nina! Nina Simonetti. ¡Yo!

— Tomá tu helado Nina. — Gastón me entregó el cono de helado, mientras él tomaba asiento en la silla frente a mí.